Ayer Bungie, los creadores de sagas como Halo y Destiny, anunciaron una importante reestructuración del estudio, con 220 despedidos, aproximadamente del 17 % de plantilla, y el traslado de más de 150 empleados que se integrarán en los estudios de Sony, la compañía que compró el estudio por 3600 millones de dólares en 2022.
En octubre del año pasado Bungie ya hizo importantes recortes, despidiendo alrededor de 100 empleados, a los que ahora se suman otros 220. Según el comunicado publicado ayer, quedan unos 850 empleados en Bungie, y algunos de ellos, junto a otros exempleados, están mostrando su indignación en redes sociales, y pidiendo la dimisión del jefe del estudio, Pete Parsons, a quien consideran uno de los máximos culpables de haber llevado al equipo a esta difícil situación.
Los empleados de Bungie alzan la voz
Tras esta última ronda de recortes de personal, empleados actuales y antiguos miembros de Bungie utilizaron las redes sociales para criticar la decisión. El líder de la comunidad global de Destiny 2, Dylan Gafner (alias dmg04), calificó la medida de "inexcusable" en una publicación en X. "Se está perdiendo talento líder de la industria, una vez más", escribió. "La responsabilidad recae sobre los trabajadores que han hecho todo lo posible para cumplir con nuestra comunidad una y otra vez".
Inexcusable. Industry leading talent being lost, yet again. Accountability falling upon the workers who have pushed the needle to deliver for our community time and time again.
Please maintain focus on those who’ve lost their position & income. Offer help where you can. https://t.co/SSDveUd5uW— dmg04 (@A_dmg04) July 31, 2024
"Estoy a salvo, pero estoy furioso", escribió Ash Duong, diseñador técnico de experiencia de usuario de Bungie. "Esto está afectando a personas a las que se les dijo que eran valiosas, que eran importantes, que eran fundamentales para el éxito empresarial, pero nada de eso importó". Otros dirigieron su ira más directamente a Pete Parsons, el jefe del estudio. Como el exdirector de redes sociales globales de Bungie, Griffin Bennett, quien fue despedido como parte de los recortes de personal del año pasado, que dijo "Pete es un chiste", mientras que la exadministradora de la comunidad de Destiny 2, Liana Ruppert, escribió "Renuncia, Pete".
Las críticas hacia Parsons también se escucharon en la comunidad, con el conocido creador de contenido de Destiny MyNameIsByf (también conocido como Lore Daddy) que dijo en X: "El liderazgo debe cambiar. Sus decisiones han llevado constantemente al desastre a todos los que han estado haciendo los juegos que jugamos. Han sido imprudentes con el estudio, sus empleados y sus franquicias. El problema es claro. Mal liderazgo. Debe cambiar".
Las críticas al liderazgo de Parsons y la gerencia de Bungie vienen desde octubre del año pasado, cuando algunos empleados de Bungie le dijeron a IGN que el estado de ánimo en el estudio era "devastador", ya que la gerencia implementó duras medidas de reducción de costos. También se afirmó que los altos directivos respondieron a la tristeza de los empleados por los despidos del año pasado con "indiferencia o incluso frivolidad u hostilidad", y que la gerencia rechazó las sugerencias de que aceptaron un recorte salarial para evitar futuros recortes, diciendo a los trabajadores que Bungie "no es ese tipo de empresa".
En el comunicado publicado ayer por Bungie, además de hablar de los despidos y la reestructuración, informaron que todos los esfuerzos del estudio se centrarán en Destiny y Marathon, ya que un tercer proyecto en el que estaban trabajando, no anunciado, se realizará ahora en un nuevo estudio dentro de PlayStation Studios. Se trata de un videojuego de acción ambientado en un nuevo universo de ciencia y fantasía. Este proyecto se "escinde" de Bungie y pasará a ser desarrollado por un nuevo estudio que por el momento no tiene nombre.