Han pasado muchos años desde aquel desastroso primer Pokémon GO Fest que tuvo lugar en Chicago en 2017, una cita presencial que la mayoría de nosotros solo conocimos a través de las noticias y las publicaciones en redes sociales que se quejaban del desastre organizativo y de infraestructuras del evento. Desde entonces, Niantic ha aprendido y mejorado tanto como ha cambiado Pokémon GO en el último lustro. Los PoGO Fest son un punto de encuentro para los jugadores de este juego de coleccionismo, exploración y socialización en realidad aumentada, un momento inolvidable para los fans de Pikachu y compañía, y una experiencia comunitaria que te tiene durante muchas horas pateando, atrapando, y también charlando, en las calles y parques de las grandes ciudades del mundo.
Por fin se ha celebrado uno en España, concretamente en Madrid y en el parque más grande de la capital: buena parte de las 160 hectáreas del Parque Juan Carlos I fueron el escenario de juego. No es la primera vez que se realiza un gran evento de Pokémon GO en nuestro país, pues ahí están la Zona Safari de Barcelona el año pasado y la de Sevilla en 2022, pero las dimensiones, las actividades y la afluencia de público no son comparables. Entre los caminos, las fuentes, los olivos, los riachuelos y las plazas del parque capturaron e intercambiaron Pokémon, colaboraron para derrotar a poderosos monstruos de bolsillo en las Incursiones y completaron diferentes misiones, miles de personas, una amplia mayoría procedentes de otros países europeos e incluso de otros continentes, lo que deja ver la importancia para el sector turístico que tiene un evento de estas características, comparable a la de los grandes festivales musicales.
La experiencia, como ya ocurrió en el primer Pokémon GO Fest del año realizado en Sendai, Japón, se dividía en dos partes. Quienes compraran la entrada de día (14, 15 o 16 de junio) por 32 euros (un precio cinco euros más alto que el próximo PoGO Fest de Nueva York, donde los salarios medios son sustancialmente más altos que en Madrid) tenían medio día para realizar distintas actividades exclusivas en el parque y otras cuatro horas a lo largo y ancho de la capital española. Al adquirir la entrada de un día de festival, los Entrenadores podían elegir entre acudir por la mañana al parque y jugar por la ciudad (incluido el propio parque, claro) durante la tarde, o viceversa. En total, 10 horas de actividades para hacernos con Pokémon exclusivos, participar en un montón de incursiones, intercambiar Pokémon con otros jugadores (incluso traspasando barreras idiomáticas), explotar el podómetro de nuestro móvil y hacernos mil y una fotos con la decoración del Juan Carlos I.
No es un parque temático Pokémon
En esto último está, quizá, nuestra decepción con el evento. Es el primer Pokémon GO Fest al que asistimos. Hasta ahora, lo que habíamos visto de estas citas son los vídeos montados al milímetro que publicita la propia Niantic en sus redes sociales. Esperábamos que al entrar al parque madrileño el lugar se hubiera convertido en una suerte de parque temático Pokémon desmontable; que nos sintiéramos dentro del universo creado por Game Freak. Probablemente fueran unas expectativas poco realistas, y también es cierto que los terrenos del Juan Carlos I son demasiado enormes como para encontrar decoración a cada paso. Pero no podemos ocultar que las banderitas de los equipos de Pokémon GO, los carteles de los distintos artes de la pantalla de inicio, los cuatro o cinco Pokémon hinchables que había colocados en los distintos ecosistemas, y algunas instalaciones como un Laberinto Misterioso brevísimo nos supieron a poco. Eso sí, no faltó una foto con un Snorlax enorme que disfrutamos casi tanto como los niños (y no tan niños) que hacían largas colas para conocer a Pikachu o a Eevee y fotografiarse con ellos.
Así, la experiencia de un Pokémon GO Fest, cuando no estás esperando para entrar al enorme puesto de merchandising, sucede en la pantalla del teléfono. Aunque más allá de banderas indicativas no había mucha cosa representativa, el parque estaba dividido en cuatro hábitats: Orilla Rocosa, Bosque Maldito, Escapada al Amanecer y el mencionado Laberinto Misterioso. En cada una aparecían Pokémon diferentes, algunos de ellos en formas variocolor, y había desafíos de colección para cada hábitat que lograban que todos se patearan el parque.
Misiones centradas en incursiones
Pero lo que llevó a miles de Entrenadores al parque madrileño fueron dos cadenas de misiones donde había que hacer muchas incursiones, girar los discos de las decenas de Poképaradas que había en el parque, completar algunas de las tareas de investigación de campo exclusivas del festival, capturar Pokémon y enviar regalos, lo que incitaba a que se hicieran nuevos amigos. La primera de las misiones permitía conseguir por primera vez (sin contar el GO Fest de Sendai) al Pokémon singular Marshadow. La segunda misión ramificada nos permitía, además de conseguir a Solgaleo o a Lunala, fusionar al elegido con Necrozma (que se estrenaba y del que había un buen puñado de incursiones activas en todo momento) para obtener otro Pokémon exclusivo temporalmente: un Necrozma Melena Crepuscular o un Nezcrozma Alas del Alba.
Aunque había otras ventajas para asistir al evento como capturar Eevee, Pikachu, Umbreon, Espeon y Lapras exclusivos del evento, o atrapar un Furfrou para convertirlo en la forma Kabuki que normalmente es exclusiva de Japón, además del simple hecho de pasarlo bien con conocidos o amigos por hacer durante un buen puñado de horas, las misiones principales estaban centradas en las Incursiones. La entrada de 32 € incluye 9 pases de incursión gratuitos, suficientes para hacerse con los Ultraentes que aparecieron (Necrozma, Nihilego, Pheromosa, Kartana y Guzzlord), pero insuficientes si querías una versión variocolor. La entrada se vendía con un complemento de 17 € para obtener 18 pases de incursión gratis, y por todo el recorrido del parque había carteles que promocionaban una oferta: al realizar una compra en la tienda del juego recibirías un pase de incursión adicional. Quizá se les fue un poco de las manos, sobre todo teniendo en cuenta que las raids son parte central de la experiencia.
La experiencia del Festival en la ciudad
Si entre las 9:00 a 13:30 (o 14:30 a 19:00, dependiendo de la elección al comprar el ticket) tenían lugar todas esas actividades en el parque, los jugadores podían irse a cualquier lugar de la ciudad a jugar durante el resto del día, hasta las siete de la tarde, aunque la mayoría de los que asistieron al Juan Carlos I por la mañana se quedaron ahí y se juntaron con los de la tarde, sin que hubiera problemas de masificación en ningún momento: los accesos y el flujo de público estaban bien gestionados. En la experiencia de la ciudad, todos los Pokémon de los hábitats del parque podían aparecer por las calles madrileñas, y también por sus avenidas y calzadas se participaba en las mismas incursiones de Ultraentes antes mencionadas. Además, había cinco rutas especiales gratuitas para todos los jugadores.
Aunque es cierto que esperábamos más decoración y que el juego te pide más dinero más allá del alto precio de la entrada, el Pokémon GO Fest de Madrid fue una experiencia inolvidable porque va mucho más allá de lo que ocurra en el juego o lo que consigamos en él. El festival del juego de Niantic lo que logra es incrementar exponencialmente el componente social intrínseco a Pokémon GO. En otras palabras: a que nos riamos con los amigos, a que colaboremos con desconocidos, a que recordemos que los videojuegos unen a la gente.
Hemos acudido al Pokémon GO Fest 2024 Madrid gracias a una entrada de día facilitada por Archetype.
Vandal ofrece noticias de videojuegos los siete días de la semana, cubriendo la actualidad del sector. En estas páginas encontrarás noticias sobre nuevos anuncios de juegos, fechas de lanzamiento, tráilers y otros detalles, así como información sobre la industria del videojuego y la vibrante cultura que se está creando en torno al ocio interactivo. ¡No olvides decirnos lo que te parece este artículo o darnos tu opinión sobre el tema participando en los comentarios!