Shigeru Miyamoto es una de las mayores leyendas de la industria del videojuego, una figura clave en el desarrollo de nuestro hobby favorito que ha ayudado a definir y a popularizar el medio con muchas de sus obras, entre las que se incluyen nombres de la talla de Super Mario Bros. o The Legend of Zelda.
El creativo japonés lleva trabajando en Nintendo desde 1977 y a sus 71 años muchos podrían preguntarse si tiene planes de retirarse algún día, una cuestión que el mismísimo Miyamoto ha querido responder en una entrevista con The Guardian, donde ha afirmado que piensa antes en el día de su muerte que en su jubilación.
Las preocupaciones del padre de Mario
"Más que en jubilarme, pienso en el día en el que muera", comentó Miyamoto. "Ahora mismo pienso en los próximos cinco años y en quién podría confiar para dejarle todo en el caso de que algo me ocurra. Estoy realmente agradecido por toda la energía que hay en las cosas en las que he trabajado. Son cosas que han ya han sido cultivadas por otras personas que las han ayudado a crecer, así que en ese sentido ya no tengo la sensación de ser su propietario".
De hecho, en relación a esto último, el propio Miyamoto bromea con la posibilidad de que algún día pueda ser olvidado, ya que son los nuevos creadores y desarrolladores de Nintendo los que llevan años haciéndose cargo del desarrollo de las grandes sagas que él creó.
"Hay una escena en Iron Man en la que el presidente va a su propia compañía y el guardia no le deja pasar, y él apunta a su retrato y dice: '¡Soy yo!', comentó. "¡Aunque espero de verdad que los equipos con los que he trabajado al menos me recuerden como el creador de estas cosas!".
Con todo esto, Miyamoto vuelve a dejar claro que, desde luego, no tiene pensado retirarse próximamente y que su mayor preocupación a día de hoy es encontrar a un sucesor al que pueda legarle todo su trabajo para que lo continúe en el futuro.
Uno de los proyectos en los que ha estado más implicado el creativo recientemente ha sido Super Mario Bros. La película, uno de los mayores taquillazos del año pasado con el que Nintendo e Illumination batieron varios récords.