Tras meses de espera desde su anuncio oficial, la semana pasada Meta (la gran empresa de Facebook o Instagram) anunció la fecha de lanzamiento de Meta Quest 3, su nuevo casco de realidad virtual y mixta que llegará a las tiendas a partir del 10 de octubre con dos modelos, uno de 128 GB de almacenamiento por 549,99 € y otro de 512 GB por 699,99 €.
Aún no tenemos el casco en nuestro poder así que por el momento no podemos hablaros de cómo se siente al utilizarlo o las mejoras de uso con respecto a Quest 2, pero lo que sí podemos ofreceros es un repaso a algunas de las diferencias más notables, al menos sobre el papel, entre ambos dispositivos.
La más evidente, el hardware
Las diferencias más notables y evidentes, como podéis imaginar, están el hardware comenzando por el nuevo chip Qualcomm Snapdragon XR2 Gen 2 que portan las Meta Quest 3, además de que la memoria RAM pasa de los 6 GB en Quest 2 a 8 GB en este nuevo modelo.
Otro de los cambios más importantes a nivel de hardware es la pantalla, pasando de unas lentes de fresnel de Quest 2 a unas pancake en Quest 3, que cuenta también con una resolución superior de 2064 x 2208 píxeles por ojo junto a una tasa de refresco de 90 a 120 Hz en el casco más moderno (en Quest 2 iban de 60 Hz a 120 Hz).
También hay otras mejoras a nivel de almacenamiento ya que el máximo para Quest 2 era de 256 GB mientras que en Quest 3 es de 512 GB, la conectividad también se actualiza para ofrecernos Wi-Fi 66 E y Bluetooth 5.2 (en lugar de Wi-Fi 6 y Bluetooth 5.0) y también hay pequeñas mejoras en los altavoces para ofrecer una mejor calidad en el sonido.
Un diseño más rompedor
A nivel de diseño también encontramos varias diferencias entre Quest 2 y Quest 3 aunque la más evidente es el aspecto más rompedor del nuevo casco, con esos tres paneles frontales que le dan un look más futurista y que sirven además para colocar nuevos sensores que sirven para mejorar la experiencia de realidad mixta.
Quest 3 también es más fino (un 40 % más según la marca) y aunque pesa un poco más que Quest 2 su forma ha cambiado ligeramente para ajustarse mejor a nuestra cabeza y evitar de una forma más eficiente fugas de luz, todo esto sobre el papel a falta de que podamos probar el casco, claro.
Adiós al anillo en los mandos de Quest 3
Si nos fijamos en los mandos, la principal diferencia que podemos decir por ahora es la de la desaparición de ese anillo circular que los rodeaba, algo que los va a hacer más ligeros y manejables, además de evitar accidentes por los cuales chocábamos con ese anillo con muebles u otros objetos.
Una mayor apuesta por la realidad mixta
Otra de las grandes diferencias que podemos constatar por ahora entre ambos cascos es la realidad mixta. En Quest 2 podíamos ver nuestro alrededor en blanco y negro con una calidad de imagen bastante baja para, simplemente, orientarnos, no salirnos de los límites de nuestra zona de juego y poco más.
En Quest 3, sin embargo, tenemos un sensor de profundidad mucho mejor y cámaras RGB dobles de más calidad además de poder ver nuestra habitación a todo color, lo que nos va a permitir disfrutar de todo tipo de experiencias de realidad mixta, como colocar un gran tablero virtual de un juego de rol en mitad de nuestro salón, por poner un ejemplo.