Starfield está disponible en acceso anticipado desde este viernes 1 de septiembre en Xbox Series y PC (Steam y Tienda Microsoft) para aquellos que compraran la Premium Edition o mejoraran a esa versión con la incluida en Game Pass, mientras que el resto de jugadores tendrán que esperar al 6 de septiembre. A pocas horas del lanzamiento, el canal de YouTube ElAnalistaDeBits ha publicado una comparativa técnica en vídeo de las tres versiones: ordenador, Series X y Series S.
Empecemos con las consolas. En cuanto a rendimiento, ambas funcionan a 30 fotogramas por segundo estables, aunque la máquina menos potente de Microsoft "presenta algunas caídas" en el framerate, "pero nada excesivamente grave". En los dos dispositivos hay tearing (el efecto que provoca que la imagen se parta) "en algunos momentos".
La resolución base en Series X es de 1440p, que con AMD FSR se reconstruye a 4K, mientras que en Series S se renderiza a 900p para reconstruir la imagen a 2440x1440. En las dos consolas los ajustes gráficos son parecidos a la configuración alta de ordenador, aunque Series S tiene, respecto a su hermana mayor, menor distancia de dibujado, geometría del terreno, sombras, filtrado anisotrópico, texturas y efectos de postprocesado.
El nuevo motor gráfico utilizado por Bethesda Game Studios, Creation Engine 2, destaca en lo visual por ofrecer una mejor iluminación respecto a los anteriores títulos de la firma. Los tiempos de carga en Series X son ligeramente más cortos que en Series S. El especialista en análisis técnicos concluye que la versión de consolas es "una de las experiencias más sólidas" en el lanzamiento que han ofrecido los creadores de The Elder Scrolls V: Skyrim.
Una versión de PC exigente
ElAnalistaDeBits coincide con lo que decimos en nuestro análisis: la versión para PC es exigente. El creador de contenido lo ha ejecutado con los gráficos al máximo en un equipo con una Nvidia RTX 4080, un procesador Intel i9 12900K, 32 GB de RAM DDR5 y un SSD NVMe M2; utiliza AMD FSR para renderizarlo a 1620p y reescalarlo a 4K. Aun así, no logra alcanzar 60 FPS estables, pues ha tenido caídas hasta los 30 FPS.
Sin embargo, en compatibles hay mejores sombras, filtrado anisotrópico, distancia de dibujado y "algunas pequeñas mejoras" en las texturas y los efectos de postprocesado, aunque el analista concluye que son cambios "realmente pequeños" respecto a Xbox Series X. Destaca la ausencia de la tecnología de reescalado Nvidia DLSS y que los tiempos de carga con una unidad de almacenamiento NVMe M2 son más cortos que en la consola de Microsoft.
Las versiones de consola analizadas en profundidad por Digital Foundry
Por otro lado, Digital Foundry, conocidos por sus análisis técnicos de videojuegos, también han podido jugar durante 20 horas a Starfield en las consolas Xbox para realizar sus diferentes pruebas y test, coincidiendo con nosotros en que el rendimiento es sólido tanto en XSX como en XSS a 30 imágenes por segundo sin caídas de ningún tipo.
Evidentemente, lo que sí refleja Digital Foundry es que hay son diferencias entre las versiones de Xbox Series X y Xbox Series S comenzando por la resolución. En Series X la resolución base con la que trabaja la consola es 1440p que, gracias al sistema de suavizado y reescalado de texturas AMD FSR 2.0, acaba resultando en una resolución de salida de 4K que es la que se muestra en nuestro televisor. Por otro lado, la resolución base en Series S es de 900p convirtiéndose gracias a la tecnología de AMD a 1440p para disfrutar de esta resolución de imagen en pantalla.
Además, XSX tiene una mayor calidad gráfica general sobre todo en reflejos, sombras o una mayor distancia de dibujado, aunque la mayoría de las texturas, más allá del cambio de resolución de salida, lucen de forma bastante similar entre ambas consolas, por lo que según este prestigioso medio la versión para Xbox Series X y Series S es buena en lo técnico.
