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Aleatoriedad: un término que significa todo y nada. Especialmente en el contexto de los premios recibidos en la lotería, donde podemos ganar o no. Y, sin embargo, nos sigue gustando participar.
Conceptos como recompensas aleatorias de videojuegos, cajas de botín, claves digitales o gacha no surgieron de la nada. Evolucionaron a lo largo de muchos años para alcanzar la forma que conocemos hoy.
Todos estos conceptos están bajo el paraguas de RRM (Random Reward Mechanisms), que siempre consta de tres componentes: un disparador (como pasar tiempo en el juego, completar un desafío o hacer un pago en el juego), un procedimiento aleatorio (abrir una recompensa) y su recepción. Pero antes de conocer las formas actuales de RRM, veamos de dónde vinieron.
Los orígenes de la aleatoriedad – Los billetes de lotería
Los juegos basados en la suerte han acompañado a la humanidad desde la antigüedad, pero al comienzo fueron simples loterías. Incluso la Gran Muralla China fue financiada por este tipo de entretenimiento. En el Imperio Romano, eran una parte esencial de las reuniones. Los participantes recibieron un boleto y ganaban algo, no es de extrañar que a todos les gustara. La primera competencia con boletos pagados fue idea de César Augusto, quien usó los fondos recaudados para acometer varias obras en Roma. El modelo de lotería no ha cambiado mucho desde entonces. Ahora las organizan organizaciones gubernamentales, benéficas o empresa. Al jugar, muchos siguen soñando con riquezas inimaginable. Otros lo tratan como una forma de diversión sin complicaciones.
La evolución de la aleatoriedad: potenciadores de tarjetas/objetos
¿Recuerdas los huevos Kinder Sorpresa? Es un ejemplo clásico de un premio aleatorio usando mecánicas sorpresa. Todos los juguetes tienen el mismo valor, pero el objetivo es recolectar los más deseados, que a menudo se convierten en valiosos coleccionables incluso para adultos. ¿Obtuviste algo bueno? Genial, aquí está tu juguete y mucha satisfacción. ¿No lo hiciste? No te preocupes, ¡a la tercera va la vencida! Y si no, siempre está la quinta, la décima, y así sucesivamente.
La aleatoriedad también es crucial en los juegos físicos, especialmente en títulos de cartas como Magic: The Gathering, Yu-Gi-Oh!, Final Fantasy o Pokemon. Al lanzar paquetes de refuerzo, los creadores brindan a los jugadores más diversión al alentarlos a intercambiar dinero real por nuevas oportunidades de juego. Los sets físicos están bien sellados, lo que significa que nadie puede saber qué hay dentro, y las probabilidades de obtener algo épico son completamente aleatorias. Pero a diferencia de sus versiones digitales, estos juegos permiten a los jugadores intercambiar sus cartas en reuniones reales. Los efectos no están determinados por un algoritmo, y lleva más tiempo adquirir un nuevo paquete. Es fascinante cómo un entretenimiento tan inocente dio lugar a las cajas de botín mucho más controvertidas, a las que llegaremos más adelante en este artículo.
Aplicación moderna de la aleatoriedad – Videojuegos
Los videojuegos son una fuente de muchas variaciones de aleatoriedad que a menudo podemos desconocer. El RNG - Random Number Generator es inmensamente útil para comprender cómo funcionan. La mayoría de los títulos implementan un algoritmo, generando números aleatorios que provocan eventos dentro del juego. Se manifiesta en muchos ejemplos, como los niveles generados por procedimientos, el tipo de botín obtenido en Diablo, NPC aleatorios, las posibilidades de golpear a un oponente con un hechizo o bala, o la frustrante caza de Pokémon brillantes en Pokemon Go. Como todo en nuestro mundo, esta mecánica tiene sus pros y sus contras. Los juegos aleatorios se mantienen siempre frescos y rejugables. También permiten a los nuevos usuarios competir contra jugadores experimentados. Sin embargo, el RNG socava las habilidades, lo que puede ser desalentador en títulos competitivos. En el caso de un algoritmo mal diseñado, también es más fácil de aprender y predecir, al igual que quien cuenta las cartas en los casinos.
Cajas de botín: aleatoriedad transformada en monetización
Pasemos al ejemplo más controvertido de aleatoriedad en los juegos: las cajas de botín o loot boxes. Estos inocentes contenedores de artículos digitales se han convertido en objeto de feroces discusiones sobre su imparcialidad y conexión con el juego. Proporcionan la alegría de abrir un regalo con contenido desconocido y animación satisfactoria, haciendo que el proceso sea bastante adictivo. Pero su controversia depende completamente del editor. Los problemas comienzan cuando una caja de botín proporciona el contenido necesario para progresar en el juego, al igual que en Star Wars: Battlefront o La Tierra Media: Sombras de Guerra (eliminado después de una ola de críticas, pero es triste que tales eventos tuvieran que suceder). En ese caso, no tiene sentido jugar porque pagar para ganar es una de las cosas más molestas que existen. Sin embargo, no hay nada malo con las cajas de botín aleatorias con artículos cosméticos como máscaras para CS:GO, League of Legends o Dota 2. Estos títulos gratuitos se centran únicamente en las habilidades de los jugadores, no en alentarlos a hacer trampas con dinero.
De lo físico a lo digital: el cambio de aleatoriedad en los juegos
Los tiempos en que el gran lanzamiento de un nuevo título parecía el estreno de una película terminada en los cines han quedado atrás. Un juego rara vez representa un producto terminado con todo su contenido, sino que ofrece muchos DLC, pases de temporada, cajas de botín y microtransacciones en las últimas etapas de su existencia. Muestra cómo la aleatoriedad en los juegos se ha transformado de solo una mecánica a algo inimaginablemente más grande. Pero eso no es algo malo. Producir un videojuego decente cuesta más debido a las gigantescas expectativas de los jugadores acostumbrados a un producto cada vez mejor. El juego terminado ahora debe ser una obra maestra muy esperada en el nivel de The Witcher 3 para conseguir beneficios. No es de extrañar que los títulos gratuitos busquen otras fuentes de ingresos y, a menudo, ofrezcan microtransacciones. Solo del 5 al 20 % de los jugadores gastan dinero en artículos de los juegos, pero eso es suficiente para que las empresas se beneficien de este modelo de ventas. ¿Qué sugiere todo esto? Significa que la aleatoriedad ya no es parte de la mecánica del juego, sino una excelente manera de ganar dinero. El producto digital tiene un acceso muy rápido de acceder, ofrece la misma emoción de abrir un regalo y hace felices a los jugadores con sus nuevos artículos.
El futuro de la aleatoriedad en los juegos
El futuro de la aleatoriedad en los juegos es difícil de predecir, pero hay algunas esperanzas por las que podemos cruzar los dedos. Como eliminar las cajas de botín que contienen elementos esenciales de progresión que no están disponibles para aquellos que prefieren adquirirlos jugando. Pagar para ganar sigue siendo común en muchos videojuegos, dividiendo a los jugadores en lugar de unirlos. Pagar para progresar es significativamente más aceptable, asegurando una victoria equilibrada. Juegos como War Thunder o Borderlands, donde los jugadores pueden invertir una pequeña cantidad para una clave de trofeo, son la receta perfecta para un progreso aún emocionante pero justo. La otra cosa que requiere un cambio es el RNG equilibrado. Dependiendo del título, puede arruinar la experiencia de juego, especialmente en títulos competitivos, donde la habilidad no importa frente a la aleatoriedad caótica. Todo este conocimiento puede ser rentable para los jugadores que desean aprender más sobre su actividad favorita. Si eres uno de ellos y quieres perderte en la esencia de juego de la aleatoriedad, echa un vistazo al G2A Random Weekend que se centra exclusivamente en este fascinante tema y todo lo que tiene para ofrecer.
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