Immersion, una compañía que posee numerosas patentes de vibración en mandos y de respuesta háptica en multitud de dispositivos, ha demandado a Valve por el uso de esta tecnología en la consola portátil Steam Deck, el casco de realidad virtual Valve Index, y en varios juegos y programas, informan en The Verge. La misma empresa demandó en el pasado a Nintendo, Sony, Microsoft y otras marcas.
Fundada en 1993, Immersion Corporation es una empresa estadounidense que en la página internacional de Wikipedia califican como "patent troll", es decir, como una compañía que se dedica a demandar a otros negocios por infringir las patentes que ha desarrollado, comprado o acumulado mediante la adquisición de otras firmas.
La demanda contra Valve tiene en el punto de mira a Steam Deck, a Valve Index, al software de Steam VR y al videojuego de realidad virtual Half-Life: Alyx, entre otros.
La compañía de Florida pide compensaciones por daños y derechos de autor, además de un requerimiento legal que evite que Valve "distribuya, opere, mantenga, pruebe y utilice los Dispositivos Portátiles Acusados y los Dispositivos de RV Acusados".
Immersion compró en marzo de 2000 las compañías Haptic Technologies e Immersion Medical para hacerse con su catálogo de patentes, al igual que hizo en septiembre de ese año con Virtual Technologies. En 2022 demandó a Microsoft y Sony por la vibración de sus mandos para Xbox y PlayStation, que llegaron a un acuerdo extrajudicial que supuso pagos millonarios de los fabricantes de consolas a esta firma para licenciar esas tecnologías en sus productos.
Immersion desarrolló la respuesta háptica del mando de PS5
La compañía ha logrado acuerdos de este tipo con Apple, Google, Motorola y Fitbit tras demandarlas. En 2014, Immersion ya tenía más de 1650 patentes relacionadas con la respuesta háptica en Estados Unidos y en el resto del mundo. En 2017 llegó a un acuerdo con Nintendo para la vibración de Switch, y es la responsable de la respuesta háptica del DualSense de PS5. Hace un año también demandaron a Meta por la vibración de los mandos de los cascos de realidad virtual Quest, aunque esto aún no se ha resuelto.