De vez en cuando se producen notables choques de opinión entre crítica y público: lo hemos visto recientemente con Super Mario Bros. La Película, una adaptación que no ha convencido a un amplio sector de la prensa cinematográfica pero que ha encantado a los fans. En videojuegos tenemos muchos casos -seguro que se os vienen a la mente muchos de ellos- de juegos que reciben críticas tibias e incluso negativas mientras la comunidad acaba atrapada por su propuesta.
Si hay un proyecto que sabe bien de qué va este tema ese es, sin duda, Rain World. El juego de exploración en dos dimensiones publicado por Videocult en 2017 fue recibido por la crítica de una manera casi negativa, con reviews que mencionaban sobre todo lo obtuso de su universo, su frustrante diseño y lo injusto que podía llegar a ser. Honestamente, ninguna de esas quejas era del todo mentira: este indie es así de intrincado, por mera filosofía de diseño, y eso le ha servido para convertirse tanto en uno de los mejores ecosistemas jamás creados para un videojuego como en uno de los juegos más incomprendidos de su época.
¿Qué es exactamente Rain World?
Rain World es un juego que combina elementos de plataformas 2D, aventura y exploración libre en un entorno posapocalíptico. El protagonista del juego es un slugcat (traducido oficialmente como ‘gato-babosa’ en español), una pequeña criatura que debe enfrentarse a un mundo peligroso y hostil en el que unas fuertes lluvias recurrentes le obligan a refugiarse para hibernar. La mecánica del juego se basa en la supervivencia, el sigilo y la resolución de acertijos, con un ciclo tenso en el que buscar comida se vuelve de importancia capital convirtiéndonos en presa y depredador de una cadena trófica extremadamente realista.
Rain World en 5 claves: ¿De verdad es tan bueno como dicen?
De un tiempo a esta parte, Videocult (estudio compuesto principalmente por Joar Jakobsson y James Primate) ha conseguido que su magnífica obra encuentre la redención gracias a una comunidad entregada que ha conseguido descifrar todos los detalles de tan peculiar proyecto. A día de hoy, ya con versiones en Switch y PS4 (además de en PC, obviamente), Rain World es un juego de culto, completamente recomendado por todo aquel que se haya lanzado a investigarlo aunque sea de manera superficial. ¿Qué tiene para ser tan bueno? Os lo resumimos en cinco claves:
- Ecosistema simulado: Rain World destaca por su complejo ecosistema en el que las criaturas del juego tienen su propio comportamiento y rutinas diarias. Esto crea un mundo vivo y dinámico en el que los jugadores deben comprender y aprovechar el comportamiento de las criaturas para sobrevivir.
- Jugabilidad desafiante: gracias a esta base tan sistémica, Rain World nos desafía a entender su mundo para avanzar. Tendremos que conocer bien el comportamiento de cada criatura antes de lanzarnos a explorar, todo ello sin que el juego nos explique nada de lo que está pasando (no hay tutoriales, casi ni texto). Hay que apañárselas para sobrevivir.
- Con combate, pero como si no hubiera: aunque el gato-babosa que protagoniza el juego pueda lanzar picas y otros objetos que encontremos por el camino, y aunque técnicamente podamos acabar con la vida de nuestros depredadores, enzarzarnos en combates es poco fructífero.
Más que la violencia, Rain World premia el sigilo y la creatividad para resolver problemas.
- Narrativa enigmática: La narrativa de Rain World es enigmática y abierta a interpretaciones, aunque a través de los fragmentos de historia que se encuentran a lo largo del juego podemos intuir una profundidad inesperada de primeras (teniendo en cuenta que comenzamos el juego como un simple slugcat que debe reunirse con su familia perdida).
- Diseño del mundo y la atmósfera: El mundo de Rain World es inquietante y misterioso, con una estética única que combina elementos de naturaleza y tecnología en un entorno post-apocalíptico. La lluvia mortal que cae en el juego crea un sentido constante de urgencia y peligro, lo que añade un elemento de tensión constante a la jugabilidad. Además, el juego cuenta con una banda sonora original que contribuye a crear una atmósfera inmersiva y envolvente.
¿Joya infravalorada o críticas justas?
Casi todas las virtudes de Rain World, al menos las más especiales, están muy escondidas detrás de una experiencia voluntariamente hostil y poco clara. Las primeras partidas son un caos frustrante porque sólo sabemos una cosa: que tenemos que conseguir comida antes de llegar al siguiente refugio para resguardarnos de la lluvia. Todo lo demás es imposible de descifrar en un primer acercamiento, una decisión consciente que le costó críticas muy duras en su lanzamiento original en 2017.
Esas críticas se han ido diluyendo con el tiempo, a medida que la comunidad ha ido descubriendo todo lo que hay bajo la corteza de Rain World: las versiones de PS4 y PC, que salieron a la vez en marzo de 2017, tienen una nota media en Metacritic de 59 y 66 respectivamente. Más de un año después se lanzó el port para Nintendo Switch, que subió su puntuación media en Metacritic hasta los 71 (aunque sólo con seis reviews). Es un indicio de lo que ahora nos resulta más que evidente: entender Rain World requiere paciencia.
Por ejemplo, es perfectamente factible pasarte el juego sin darte cuenta de que puedes hacerte amigo de las iguanas (uno de los principales enemigos de Rain World, depredadores que te persiguen incansablemente) si preparas un petate con comida y se lo lanzas. También es posible que no sepas cómo funcionan los scavengers, humanoides con los que podemos comerciar. Nada de esto es necesario ni está explicado, sino que funciona como una especie de premio a la observación paciente del entorno que nos rodea.
Pero es cierto que incluso con esa paciencia puede resultar un juego exageradamente críptico. En Vandal lo analizamos en su lanzamiento y ya lo dejábamos caer: "Te puede entretener, pero cumpliendo una serie de requisitos muy específicos: pasión por descubrir las reglas del mundo sin prácticamente ayuda, dificultad en ocasiones injusta…". Muchas personas, de dentro y fuera de la prensa especializada, comparten esta opinión: no siempre es bien recibido tener que tirar de guías, wikis o de la comunidad para comprender un juego porque antes de que eso ocurra puedes acabar desistiendo.
Downpour, un DLC que hace Rain World más accesible
Con el paso de los años no sólo hemos descubriendo nuevos detalles de Rain World que nos han dejado patidifusos por lo profundo de sus sistemas, sino que también se han creado muchas herramientas que hacen más accesibles su propuesta para un público que busque una experiencia más relajada. Recientemente, Videocult ha publicado Downpour, un DLC para el juego base que reinterpreta algunos de los mejroes mods creados por los fans y entre sus novedades añade ciertas opciones que hacen más asequible la entrada a este hostil mundo.
Lo más llamativo de esta expansión es que incluye nuevos tipos de slugcats, dando pie a nuevas formas de juego: una más violenta, otra más ágil, una centrada en la alimentación… Ya en el Rain World original existían diferentes protagonistas que servían como una especie de selector de dificultad (jugar con el monje siempre es una buena idea si quieres centrarte en la exploración y rebajar unos puntos de exigencia), pero ahora es más versátil todavía y, además, ofrece nuevas zonas, modos de juego e incluso una modalidad cooperativa ideal para hacer la supervivencia más amigable.
Rain World está disponible en PS4, PC y Nintendo Switch. Downpour, su único DLC, salió recientemente para ordenadores y próximamente se pondrá a la venta en ambos sistemas de consolas en los que está disponible el juego base.