Phil Spencer, jefe de Xbox, ya ha dejado claro en alguna que otra ocasión que no cree en la guerra de consolas, sin embargo en una nueva entrevista concedida a Edge Magazine le han vuelto a preguntar acerca de este tema incidiendo en si considera que sigue existiendo ese conflicto entre compañías y que si cree que la que él dirige está enfrascada en esa batalla. La respuesta del directivo ha sido clara: no quiere "gastar energía" en esos temas.
Concretamente Spencer ha respondido que no tiene ningún interés en reducir la importancia de otras compañías para aumentar el de Xbox: "No gasto energía en hacer que otras plataformas sean más pequeñas para que Xbox sea más grande.
Estoy más interesado en el creciente pastel de los videojuegos que en comernos el pedazo de pastel de otras personas", zanja en la conversación.
La guerra de consolas "no ayuda a que la industria crezca"
Esa perspectiva no sólo se queda en palabras, sino que se traduce en una política que afecta directamente a los jugadores: "Y eso es por lo que nos enfocamos en cosas como el juego y el progreso cruzado", explica el jefe de Xbox, y continua: "Pienso en escenarios en los que quizás tú y yo no podamos jugar juntos y no debería ser porque compramos consolas diferentes. Eso no ayuda a que la industria crezca, cuando ponemos barreras artificiales en ese tipo de cosas".
To the people in our replies saying ‘PS5 is better’:
The best console is the one you enjoy playing. Have fun!— Xbox (@Xbox) July 16, 2021
Eso sí, Spencer también es consciente de que no todo el mundo tiene esa visión de la industria y hay compañías que no toman las mismas decisiones: "Si eso significa que estamos haciendo algo diferente a los demás, deberías preguntarle a ellos. En nuestro caso diría que no se trata de hacer a alguien más pequeños para crecer nosotros", concluye.
Las nuevas declaraciones de Phil Spencer coinciden con comentarios como los que emitió a finales del año pasado en los que incluso llegó a decir que la guerra de consolas es lo único que podría hacerle salir de la industria, catalogando a esa forma de pensar como "tribalismo" que considera "repelente".
