Estudio de Videojuegos (o Game Builder Garage, como lo conocen fuera de España) ha llegado a Nintendo Switch para enseñarnos a crear nuestros propios videojuegos gracias a un divertido lenguaje de programación visual propio que no requiere experiencia previa en el desarrollo. Lleva disponible en la híbrida desde el 11 de junio, por lo que los usuarios han tenido tiempo para comenzar a explorar las posibilidades de este peculiar software.
Dando una vuelta por el menú de juegos creados por la comunidad de Estudio de Videojuegos, que no sólo nos permite desarrollar nuestras propias obras sino también compartirlas con el resto de jugadores y, por supuesto, jugar a las de otras personas, nos encontramos con algunas ideas tan simpáticas como una versión simplificada de DOOM Eternal: un shooter de acción en primera persona con saltos, varios tipos de armas y enemigos saltando por doquier.
Sonic, Crash Bandicoot, P.T. y otras creaciones fan en Estudio de Videojuegos
Hay muchas más versiones de juegos y franquicias famosos que ya pululan por la plataforma de Estudio de Videojuegos, como un Sonic en tres dimensiones que utiliza sprites 2D similares a los del primer juego o una adaptación de P.T., aquella famosa demo con la que Hideo Kojima sorprendió para anunciar el cancelado Silent Hills.
Podéis ver ambas a continuación:
Kojima's P.T. too! And it's creeeeeeeepy 😱 😱 😱 pic.twitter.com/hPi3181xCs— GameXplain (@GameXplain) June 13, 2021
Aprovechando que cualquiera puede probar estos originales juegos creados por la comunidad, en DualShockers han creado una lista con códigos de los mejores juegos de Estudio de Videojuegos, donde se incluyen algunas reinterpretaciones como GTA: Garage Edition, Donkey Kong, Rocket League o Trash Bandicoot.
"Es demasiado complejo para los niños, quizá demasiado sencillo para los jóvenes adultos que realmente quieran adentrarse en el mundo de la programación. Sin embargo, te lo puedes tomar como un título de rompecabezas más y te va a ofrecer un puñado de horas muy satisfactorias. Te lo puedes tomar como una suerte de Super Mario Maker y acceder a las obras de los demás (con las limitaciones de tener los códigos de id. de cada título, eso sí). Y por supuesto, te lo puedes tomar como un acercamiento a la programación que te hará sonreír, frustrarte y aprender", decimos de él en nuestro análisis.