Cada vez hay más jugadores de una edad mayor -de 55 a 64 años-, según revela el estudio de Global Web Index, que indica un crecimiento del 32 % de este tipo de compradores desde 2018. Aunque es posible que la pandemia del COVID-19 haya sido parcialmente responsable de las cifras, se sabe que era una tendencia clara desde hace tiempo; a principios de este año NPD Group también indicó que el número de jugadores de más de 45 años había aumentado en 2020 un 17 % respecto al año anterior. Otros datos destacados por este estudio revelan que el 86 % de los usuarios de internet juegan a videojuegos, y un 24 % de padres y abuelos ve videojuegos en familia. Para el estudio se analizó a casi 20.000 personas de distintas regiones.
"Los jugadores suelen mostrarse en los medios de una cierta manera", dice David Melia de Global Web Index sobre la representación de adolescentes solitarios jugando en su habitación. "Pero como sucede con tantos estereotipos, no son necesariamente los que piensas que son".
Los resultados demostrarían que los videojuegos han dejado de ser un ocio exclusivamente para los más jóvenes y hoy día se consideran un entretenimiento que puede ser familiar, implicando a distintas generaciones. Lógicamente muchos de los jugadores de los 80 y 90 continúan consumiendo videojuegos en la actualidad, pero el estudio parece apuntar que también se están sumando adultos que no habían sido jugadores en décadas pasadas.
Una pandemia que ha cambiado el entretenimiento y la manera de comprar
El COVID-19 ha impulsado el entretenimiento doméstico, la suscripción a plataformas de vídeo y los videojuegos. También cambió la manera de comprar juegos, acelerando las descargas digitales. Si hasta hace unos años las ventas físicas superaban a las descargas o el porcentaje estaba igualado, Sony confirmó que casi el 63 % de sus ventas de juegos durante 2020 fueron en distribución digital; un año antes el porcentaje era del 55 %.