Control se estrenó en las nuevas consolas este 2 de febrero con versiones para PlayStation 5 (esta incluido en PlayStation Plus; en Xbox Game Pass está la edición estándar), Xbox Series X y Xbox Series S. Los expertos en comparativas gráficas de Digital Foundry han puesto las tres versiones frente a frente, tanto en modo rendimiento como en modo calidad.
En cuanto a la resolución, las dos consolas más potentes, Xbox Series X y PlayStation 5, funcionan a 1440p nativos, o lo que es lo mismo, 2K. En el caso de Xbox Series S, la resolución nativa es de 1600x900. La imagen es nítida en los tres casos y no hay diferencias de configuración gráfica (la mayoría de los ajustes en bajo respecto al PC), pero hay ciertos elementos que se ven peor en la pequeña Xbox. Esto se debe a que hay detalles, como el pelo y los desenfoques, que el juego reconstruye con antialiasing; al estar a menor resolución, no lucen tan bien en Series S.
Antes de pasar a la fluidez de los dos modos, en las pruebas de tiempos de carga (se ejemplifica en el vídeo con un viaje rápido) los tres sistemas están en los 11 segundos, con una diferencia de apenas unas décimas que pone a Xbox Series S como la más rápida y PlayStation 5 como la más lenta, aunque sea esta última la que tiene un SSD más rápido. Además, apuntan que la versión de PS5 tiene los tonos de color más brillantes.
La fluidez: en Series X/S hay un problema de parones que Remedy está investigando
Mientras que Xbox Series X y PS5 tienen modo rendimiento (60 fotogramas por segundo) y modo calidad (ray tracing a 30 fps), Xbox Series S solo tiene el primero. En PS5 esos 60 fps son estables, aunque hay combates muy cargados de enemigos y efectos en los que baja hasta los 53-54 fps, algo que según DF se debe a la GPU o tarjeta gráfica.
En Xbox Series X también apunta a 60 fotogramas aunque el artículo señala que depende de la situación en ocasiones funciona mejor que PS5 y en otras peor, no es fácil comparar cuál tiene mejor rendimiento, pero hay un error que provoca parones momentáneos muy cortos, pero apreciables. No saben a qué se debe y Remedy Entertainment lo está investigando para solucionarlo, pero aparecen cada vez que comienza o termina una cinemática y cuando se muestra un rótulo en pantalla.
En Series S se unifican los dos problemas. Por un lado, los bajones en fluidez debido a la limitación de la GPU, que provoca que en contadas ocasiones se reduzca hasta los 50 fps. Y por otro, los extraños parones que ocurren cuando aparecen rótulos y cambios de escena.
Respecto al modo ray tracing, solo disponible en Xbox Series X y PS5, ambos sistemas son muy estables a 30 fotogramas por segundo, aunque en la consola de Sony hay algún efecto que reduce la tasa de frames hasta los 29 fps. Podéis leer nuestro análisis de Control Ultimate Edition aquí.