Vampire: The Masquerade - Bloodlines 2 tiene que estar con los colmillos largos, y no nos extraña: el juego ha perdido este verano a su director creativo y a su jefe de narrativa sin motivo aparente, y en el lapso de un par de meses, se ha despedido también de otra diseñadora narrativa este mismo mes de octubre. Cara Ellison abandona el equipo para unirse al estudio League of Geeks, responsables del juego Armello. Esta noticia llega después de que Brian Mitsoda y Ka'ai Cluney fueran despedidos por parte de Paradox Interactive y Hardsuit Labs. Estos movimientos en la plantilla están teniendo lugar en la recta final del juego, previsto para debutar en España en PC, PS4, Xbox One, PS5 y Xbox Series X el próximo 2021.
Vampire: The Masquerade - Bloodlines 2 continúa con cambios en su plantilla
Un portavoz de Paradox Interactive ha confirmado a PC Gamer que la diseñadora narrativa senior Cara Ellison ya no forma parte del equipo de desarrollo Hardsuit Labs, ni está contribuyendo más de ninguna manera en el juego. De esta manera, el portavoz asegura que Ellison ha decidido irse por su propia voluntad, sin arrojar más detalles al respecto.
La noticia se produce apenas dos meses después de que se produjeran los despidos de Brian Mitsoda, jefe de narrativa de Vampire: The Masquerade – Bloodlines 2, y Ka’ai Cluney, que ejercía el cargo de director creativo. El anuncio de estos despidos fue acogido con gran sorpresa por parte de Mitsoda, que había estado trabajando desde hacía cinco años en el desarrollo del apartado narrativo del juego: "Estoy increíblemente decepcionado y frustrado por que este sea el final para mí en el proyecto", apuntaba haciéndose eco de la decisión por parte de Paradox Interactive y Hardsuit Labs.
En estos momentos el motivo de estos dos despidos se desconoce por completo: "Apreciamos y valoramos las contribuciones de Brian y Ka’ai, que han sido claves en establecer la historia del juego, el tono oscuro, y han ayudado a que sea un auténtico sucesor del icónico Bloodlines", fueron las palabras que compartieron las compañías a la hora de anunciar que ambos cesarían de colaborar con el desarrollo del título. No se ofrecieron más explicaciones.
No es extraño que los jefes creativos o narrativos de un proyecto den un paso atrás por discrepancias creativas con las propias compañías, pero en este caso la noticia es aún más extraña porque aparentemente no había ningún motivo para despedir a Mitsoda y Cluney. Sorprende también que estas decisiones se tomen justo en la recta final de Bloodlines 2, que de por sí ha sido retrasado ya en varias ocasiones.