Shuntaro Furukawa, presidente de Nintendo, se ha dirigido a los accionistas de la compañía para ponerles al día de la producción tanto de consolas como de videojuegos, además de los resultados ante el inminente cierre del año fiscal. Furukawa se ha centrado, sobre todo, en resumir cómo afecta la pandemia global de COVID-19 a la compañía.
Según el presidente de Nintendo, la producción de consolas Switch está mejorando con respecto a los primeros momentos de la crisis y que el impacto de la misma es cada vez menor en su fabricación, pero que aun así no están en una posición que les permita "producir la cantidad total de unidades" que realmente quieren producir.
La distancia entre ambos puntos -lo que se quiere fabricar y lo que se puede fabricar- es cada vez menor, según Furukawa, y esperan que para verano puedan ver reducido el impacto del COVID-19 en la producción de consolas.
El desarrollo de videojuegos es otro cantar. Como ya sabemos, la situación actual fuerza a las compañías al trabajo en remoto, algo para lo que parece que en Nintendo no están preparados. Su presidente admite que carecen de "entorno de trabajo en remoto" y que "existen grandes limitaciones sobre lo que se puede hacer desde casa".
Plan de choque ante retrasos: potenciar los juegos que ya están en el mercado
Por ese motivo, Nintendo podría ver alterados sus planes de desarrollo: "Dificulta el lanzamiento de títulos tal y como lo tenemos planeado ahora mismo", dice Shuntaro Furukawa refiriéndose a la situación actual. El presidente habla directamente de los videojuegos que están desarrollando los estudios japoneses de Nintendo, que parecen ser los más afectados por no poder acudir a trabajar presencialmente a las oficinas.
Cabe recordar que actualmente Nintendo tiene varios juegos no anunciados que llegarían este mismo año a Switch.
Como conclusión, Furukawa habla de que este impacto en el desarrollo, tanto a nivel hardware como en software, puede repercutir en retrasos en el lanzamiento de nuevos productos. Es decir, la llegada al mercado de los juegos de Nintendo pueden sufrir aplazamientos. Para ello la compañía ha iniciado un plan de choque con el que pretende potenciar sus juegos actuales que todavía no han alcanzado su techo de ventas, como es el caso de Ring Fit Adventure: el presidente dice que van a poner toda la carne en el asador para conseguir que el cotizado juego de entrenamiento de Switch satisfaga la demanda actual hasta alcanzar su pico deseado de ventas.