Claire Murdoch, directora de la división de salud mental del sistema de salud nacional británico (NHS, National Health System) -equivalente a la Seguridad Social en España- cree que las cajas de recompensa en los videojuegos "preparan a los niños para la adicción al enseñarles a apostar". Murdoch pide que se tomen medidas para luchar contra este tipo de prácticas en los videojuegos, que considera lesivas para los menores.
Murdoch ha reclamado con contundencia que las autoridades británicas tomen serias medidas para prohibir la venta de juegos con cajas de recompensas orientadas a menores de edad y forzar a las empresas a introducir "un sistema de límites de gastos justo y realista" para impedir que los usuarios terminen gastanto miles de libras en esos videojuegos a acabar enganchados a sus prácticas de micropagos.
Murdoch reclama también que las empresas informen de forma expresa antes de realizar la compra de una caja de recompensa del porcentaje de opciones que tiene el usuario de conseguir el objeto que desea.
Exigencias también para el gobierno británico
Las quejas del NHS no se limitan a los videojuegos y su industria: creen que la legislación actual que marca la Comisión de Juegos de Azar en Reino Unido es insuficiente al no regir sobre las cajas de recompensa de videojuegos por un tecnicismo.
Y es que aunque dijeron que iban a estudiar la situación, finalmente se determinó que como no se cobra directamente por los premios, no son considerados apuestas.
La Real Sociedad de Salud Pública del Reino Unido apoya al NHS
La denuncia del NHS ha contado con el apoyo de la Real Sociedad de Salud Pública del Reino Unido, dirigida por Shirley Cramer, quien ha respaldado a Murdoch. "El incremento de las apuestas disimuladas en videojuegos es una amenaza para la salud y el bienestar de los jóvenes y apoyamos al NHS por hacer esta denuncia pública"
"No hay duda alguna: las cajas de recompensa deben ser consideradas una forma de juego de azar y nuestras investigaciones muestran que tres de cada cinco jóvenes las consideran de tal modo.
Y, sin embargo, el mundo de las apuestas en línea sigue sin regularse, mientras el mercado evoluciona de forma rápida y opaca sin apenas protección para los niños".
"El gobierno debe cumplir su palabra pública y avanzar para revisar la desfasa ley de juegos de azar de 2005 para reflejar los retos actuales y proteger a los jóvenes", señala Cramer.