La saga Dragon Age comenzó su andadura allá por el 2009, cuando Electronic Arts y BioWare publicaron Dragon Age: Origins, tanto en PC como en PlayStation 3 y Xbox 360. El título abrió las puertas en ese momento a una serie que engendraría otros dos títulos más, Dragon Age II y Dragon Age: Inquisition, al tiempo que BioWare trabaja dando forma a una cuarta entrega. Ha llovido mucho desde entonces, pero esta propuesta por el rol y las aventuras sigue disfrutando de un lugar en el corazón de los amantes del género.
El origen de Dragon Age
Diseñado por Brent Knowles, Mike Laidlaw y James Ohlen, el equipo de desarrollo no dudó a la hora de calificarlo como un sucesor espiritual de Baldur's Gate, otro juego de rol de ambientación medieval y fantástica del estudio. Sin embargo, Dragon Age ofreció el 5 de noviembre de 2009 una propuesta particular a los jugadores separada por completo de Baldur's Gate.
En Dragon Age: Origins adoptamos el papel de un guarda gris, del que podremos decidir su sexo, aspecto y raza, para así obtener uno u otro comienzo al inicio de nuestra partida. Ese es el motivo del título del juego: conocer cómo nuestro protagonista va desarrollándose hasta convertirse en un guarda gris. Da igual qué raza o sexo elijamos: su destino será convertirse en este guerrero.
El mundo de Thedas, donde se desarrolla la acción de esta historia, está siendo consumido por las Ruinas, unos fenómenos que permiten que engendros y seres tenebrosos vaguen a sus anchas por estos territorios. Para acabar con esta amenaza, surgen los mencionados guardas grises: hombres, mujeres, nobles y villanos que serán entrenados para acabar con estos seres. Junto a nuestro protagonista, encontramos otros personajes tan queridos en la saga como Morrigan, Leliana, Alistair o Sten, que nos ayudarán en nuestro objetivo y con los que podremos tener romances en determinados momentos.
En este momento fue considerado el RPG del año 2009, revolucionando también el género gracias a sus mecánicas con las que podemos interaccionar con nuestros compañeros en combate, forjando así un toque estratégico que enamoró a los jugadores. Además, las elecciones tomadas a lo largo de la aventura abrían la puerta a diferentes finales para la historia, ofreciendo también un merecido protagonismo a la narrativa.
Con una treintenta de contenidos descargables, entre los que se encuentran Crónica de los Engendros, Caza de Brujas o La canción de Leliana, la banda sonora de Dragon Age: Origins también recibió un merecido aplauso: la revista Forbes la incluyó en la lista de las doce mejores bandas sonoras de videojuegos en el año 2012.
El pasado 8 de marzo de 2011 llegaba Dragon Age II, mientras que en noviembre de 2014 debutó Dragon Age: Inquisition. Desde entonces, los jugadores han estado esperando por el lanzamiento de Dragon Age 4: precisamente con motivo del décimo aniversario del juego, BioWare parece que planea mostrar más detalles de esta cuarta entrega en el próximo mes de diciembre.