El remake de The Legend of Zelda: Link's Awakening para Nintendo Switch llega a las tiendas este 20 de septiembre. En nuestro análisis ya hemos dejado claro que el título es un imprescindible para los fans del título y para quienes no hayan jugado a la versión de Game Boy. Eso no quiere decir que el juego tenga algunos problemas técnicos, que se notan, precisamente, porque no ocurren constantemente.
Según cuentan los expertos en análisis de hardware y comparativas de Digital Foundry, este remake a modo de diorama funciona con resolución dinámica; es decir, la cantidad de píxeles varía según la carga que suponga para la consola todo lo mostrado en pantalla.
En el dock (en modo televisión), la resolución varía entre 720p y 1080p.
Desde el mencionado medio explican que lo más habitual es 720p en exteriores y 972p en interiores.
En el modo portátil se da una situación similar. En espacios cerrados funciona a 720p (el máximo de la pantalla), pero cuando hay más elementos en pantalla baja hasta los 576p.
Bajadas de frames de 60fps a 30fps
A Link's Awakening se le ha mirado con lupa porque cuando se mostró en el E3 2019 se pudo comprobar que en los exteriores funcionaba a 30FPS. Al final, la situación no es tan dramática, y si esas bajadas de frames son tan notorias es, precisamente, porque no son tan habituales.
Desde Digital Foundry aseguran que la mayoría del juego funciona a 60FPS, pero que hay cambios esporádicos de 60fps a 30fps; esto ocurre tanto en modo portátil como en modo sobremesa.
La mayoría de esas bajadas de fotogramas por segundo ocurren al transitar entre varias áreas: al salir de edificios, cuevas y mazmorras; o al pasar de una zona del mundo (que ahora es un todo, no varias pantallas separadas) a otra.
En cualquier caso, no es algo que afecte a la jugabilidad, aunque sí puede romper la inmersión en ciertos momentos según el jugador.