Epic Games ha sido demandada por el pirateo de Fortnite. Se trata de una demanda colectiva interpuesta por usuarios que se consideran afectados por la vulnerabilidad del juego que puso sus datos en peligro.
La demanda ha sido presentada por el bufete de abogados Franklin D. Azar & Associates en EE.UU. y se afirma en ella que los usuarios afectados han "sufrido pérdidas" en forma de cargos fraudulentos a sus tarjetas de crédito por el uso ilegítimo de sus cuentas como resultado del pirateo del videojuego.
La demanda considera que un error de diseño en el sistema de registro de usuarios de Epic Games "permitía a piratas informáticos hacerse pasar por jugadores y hacer compras usando tarjetas de crédito o débito asociadas con sus cuentas".
Los abogados indican que una empresa de ciberseguridad notificó este error a la compañía en noviembre de 2018, pero que la empresa no dio pasos necesarios para comunicarlo a sus clientes hasta dos meses más tarde y lo hizo de forma deficiente, sin indicar cuántas cuentas de usuario se habían visto afectadas por el fallo de seguridad. También se reclama que la información de Epic sobre cómo se ha corregido el problema ha sido deficiente.