La Tierra Media: Sombras de Mordor fue uno de los juegos estrella de 2014, y se inspiraba en la obra de J. R. R. Tolkien para presentar una aventura de acción en mundo abierto. Pero el desarrollo comenzó siendo algo muy diferente: un juego de Batman, y además inspirado en la última película de la trilogía cinematográfica de Christopher Nolan, The Dark Knight Rises o El caballero oscuro: la leyenda renace.
Según Liam Robertson, Monolith Productions estaba trabajando en una superproducción de Batman que fue cancelada, pero de sus cenizas se hizo el proyecto que conocemos hoy, Sombras de Mordor.
El juego de Batman habría apostado por el mundo abierto y permitiría controlar el Batmobile por Gotham City. Se podrían elegir tres estilos de juego diferente: sigilo, con gadgets o más orientado al combate, pero la idea se descartó en la preproducción porque Nolan no daría su permiso. En 2011, un año antes de lanzar Gotham City Impostors y Guardianes de la Tierra Media, Monolith volvió a estudiar sus opciones.
No todas las ideas del juego de Batman se desecharon, y de esta manera se reciclaron mecánicas para La Tierra Media: Sombras de Mordor, que destacó por su sistema Némesis.
