Microsoft anunció su potente Project Scarlett, la nueva generación de consolas de Xbox, apostando por un mejor hardware y con mejores piezas y componentes. Pero, al igual que comunicó Sony con sus primeros detalles de PS5, el elemento diferenciador parece que será el SSD. Remedy, autores del inminente Control, han confirmado que es este aspecto el que motivará un salto generacional mayor.
"Una idea fantástica"
Ha sido en el medio Gamingbolt, que ha tenido la oportunidad de charlar con el equipo, en el que han aplaudido la decisión. Tanto Mikael Kasurinen como Brooke Maggs, director del videojuego y diseñador de narrativa, han confirmado que uno de los aspectos más importantes de las nuevas consolas de Sony y Microsoft será la adición del disco duro de estado sólido.
"Bueno, tener un SSD es fantástico porque se trata de eliminar una gran cantidad de problemas de transmisión que los juegos tienden a tener", explicaban los desarrolladores de Remedy a GamingBolt. "Estoy con todos los demás desarrolladores, odio esos ascensores de movimiento lento en los que debes esperar hasta que se cargue una nueva parte del mundo.
Los incómodos túneles por los que tienes que atravesar sí o sí. Deshacerse de todo eso es una buena noticia para todos", explicaba en relación a las controvertidas decisiones técnicas que toman los estudios para ocultar las pantallas de carga o hacer menos incómodas las mismas a los usuarios.
"Y, por supuesto, todos amamos el hardware más potente. Nos permite hacer cosas visuales y creativas, más llamativas, etc. Especialmente porque nosotros, como estudio, luchamos por una fidelidad gráfica realmente alta. No hay que olvidar que también aquí estamos por los logros técnicos y visuales. Así que creo que son buenas noticias", concluían con respecto al aumento de rendimiento gráfico y potencia.
Control llegará el 27 de agosto a Xbox One, PS4 y PC.
