Techland apunta muy alto con Dying Light 2. El videojuego nos llevará a un mundo convulso y lleno de zombis, en el que tendremos que sobrevivir y tomar constantes decisiones que marcarán nuestro destino y el de los personajes virtuales del videojuego. Según sus responsables, la cantidad de contenido y de elementos que entran en juego en el título es tan grande que en la primera partida apenas veremos un 50% de lo que será capaz de ofrecernos.
Decisiones, opciones y mucho contenido
En la demo mostrada en el E3, el protagonista Aiden Caldwell buscaba la forma de establecer un suministro de agua potable para los supervivientes de un pequeño asentamiento. Techland ha recalcado que este videojuego se ambientan en la llamada Edad Oscura Moderna, un periodo postapocalíptico en el que el ser humano intenta volver a edificar la civilización mientras lidia con los zombis y otros mutantes. Estos pueblos, esparcidos por todo el mapeado, tendrán una estructura casi medieval, con empalizadas, castillos y fortalezas. El Coronel, una figura casi de villano, controlará el suministro de agua y deberemos dialogar y pactar con él.
Dying Light 2 invitará constantemente al jugador a tomar decisiones, aunque todas tendrán consecuencias. Podemos, por ejemplo, robar una convoy con suministros de forma pacífica o violenta, intentando tomar rehenes y así forzar al Coronel para que claudique y nos ayude a enviar agua a nuestro pueblo. Los riesgos serán muchos, y habrá situaciones en las que las cosas se pondrán tensas. Tantas posibilidades, que según Techland el videojuego en su primera partida apenas mostrará la mitad de cosas que atesora en su interior.
Hablamos de un videojuego de acción en mundo abierto con zombis que supone la secuela de Dying Light, uno de los títulos de Techland de mayor éxito, y que aportaba a su fórmula jugable ingredientes como el parkour y una velocidad frenética. En esta segunda parte, ambientada en el mismo mundo apocalíptico, nos encontraremos con más cambios y novedades, como las decisiones y facciones.
Llegará en primavera de 2020.
