ReSet, que responde al nombre de Kenghua R., ha sido condenado por la justicia española. El youtuber, que humilló a un mendigo al ofrecerle un paquete de galletas Oreo rellenas de pasta de dientes para uno de sus vídeos, ha sido condenado por una juez de Barcelona a no usar YouTube en 5 años, pagar una multa de 20.000 euros y cargar con antecedentes penales.
Una condena que marcará un nuevo precedente en España
La titular del juzgado de lo penal número 9 de Barcelona ha impuesto una dura condena que marca un nuevo precedente de cara a posibles situaciones similares en el futuro. Según confirman medios como El País, Kenghua no podrá acceder al supuesto lugar del delito, es decir, YouTube. Se le ha prohibido el acceso a la plataforma de vídeos de Google en 5 años, obligándole a borrar el canal y negándole la posibilidad de abrir una cuenta nueva.
Dado que el demandado explicó que era su única fuente de ingresos -dejando sus estudios para dedicarse al cien por cien al canal que llevaba con orgullo, y en el que hacía bromas pesadas y de mal gusto a animales y personas por igual-, la jueza ha dictaminado que deberá abonar una multa correspondiente.
El propio youtuber, que respondía al nombre de ReSet en dicha red, confirmó que había monetizado el vídeo en el que humillaba al sin techo, obteniendo unas ganancias valoradas en más de 2000 euros. Usando esta cifra, la jueza ha querido imponerle una multa de 20.000 euros por los daños morales y físicos causados a la víctima de su prank.
Asimismo, el joven tendrá una pena de cárcel de 15 meses -que no cumplirá porque no tiene antecedentes penales- por un delito contra la integridad moral. En el auto, la juez considera que Kenghua R. realizó "un acto claro e inequívoco de contenido vejatorio" que acabó con un claro y peligroso "padecimiento físico" tras la ingesta de las galletas manipuladas. El juicio ha sido muy mediático en España, pues el youtuber demostró una evidente falta de educación durante sus comparencias, destacando frases para la posteridad como "vais muy a tope con la ley y eso".
La dura condena pretende evitar problemas y vejaciones similares en el futuro, actuando de forma disuasoria para posibles creadores de contenidos que decidan emitir y colgar retos parecidos en sus respectivos canales, un negocio muy lucrativo que permite ganar a sus responsables miles de dólares por clips de juego, bromas pesadas o videoblogs.