El renacido gigante del videojuego THQ Nordic se ha hecho con los derechos de la licencia Kingdoms of Amalur, así como con los del fallido juego de rol multijugador Copernicus. La editora se los ha comprado por una cantidad que no ha trascendido a 38 Studios, antiguos propietarios y desarrolladores.
¿Una licencia de 1000 millones de dólares?
38 Studios, empresa de la que es propietario el jugador de béisbol Curt Schilling, estaba en la bancarrota. Hace unos años, el equipo se vio obligado a sacar a subasta las propiedades de la compañía así como todas sus licencias, algo que llegó a enfadar a Schilling, que llegó a valorar la de Kingdoms of Amalur en más de 1000 millones de dólares.
Tras un largo proceso judicial en el que se reclamaba el impago de un crédito por valor de 75 millones de dólares, la licencia ha pasado a menos de THQ Nordic.
Kingdoms of Amalur: Reckoning nació en 2012 como el primer juego basado en el nuevo universo de Amalur, un mundo de fantasía con 10.000 años de historia ideado por el reputado escritor R.A. Salvatore, el diseñador de juego Ken Rolston -Elder Scrolls IV: Oblivion- y el dibujante y guionista de cómics Todd MacFarlane. Se trataba de un juego de rol de mundo abierto en el que explorábamos un enorme mundo de fantasía, con libertad para movernos por sus diferentes regiones, tratábamos con sus diversas razas y llevábamos a cabo todo tipo de aventuras.
No es la primera saga o licencia que recupera THQ Nordic. La empresa está armando poco a poco un variado catálogo, y hace unas semanas, anunciaba que adquiría la saga Time Splitters, así como cerraba un importante acuerdo de distribución con Microsoft para títulos selectos.