PEGI, la junta europea de clasificación de videojuegos, ha anunciado que agregará en las copias físicas una advertencia para avisar sobre las posibles compras incluidas dentro juego. Esta medida comenzará a ponerse en práctica a finales de año.
El nuevo descriptor, que podéis ver bajo estas líneas, estará incluido en el apartado de información de la caja.
El objetivo es advertir de que el juego en cuestión contiene micropagos en forma de, por ejemplo, cajas de botín.
"Las compras dentro de los videojuegos se han convertido en todo un fenómeno, y es necesario proporcionar el mismo nivel de información al consumidor, tanto en las versiones físicas como digitales", señala el director ejecutivo de PEGI, Simon Little. "Teniendo en cuenta que las versiones físicas representan una parte importante del mercado, esta fue una brecha importante que teníamos que cubrir".
El objetivo de esta medida va en consonancia con la petición que la senadora de Estados Unidos, Maggie Hassan, hacía a la ESRB (el sistema de calificación americano): que los padres sean conscientes del producto que están comprando para sus hijos.
El anuncio de esta nueva medida de PEGI se acompañaba por una encuesta de consumidores de Ipsos. Los datos arrojados indican que la cantidad de niños que realizan compras sin el conocimiento de sus padres no es tan elevada como parece. Sólo el 40% de los padres de niños que juegan a videojuegos dijeron que sus hijos gastan dinero en los videojuegos, y más del 80% tienen un acuerdo sobre dichos gastos extras.
