Valve y su desarrollo de juegos ha sido noticia tras la reciente intervención de Gabe Newell en un encuentro en el que hablaba de la envidia que le produce Nintendo y su control sobre el hardware y el software. En ese mismo evento, Newell, fundador de Valve, admitía que en la compañía llevan tiempo descuidando la creación de juegos. Sin embargo, hay que recordar que el año pasado el estudio anunció Artifact, un juego de cartas inspirado en el mundo de Dota. Sin embargo, no es exactamente lo que el público esperaba.
Artifact está en beta cerrada en Steam y el equipo de Valve espera llevarlo, en el futuro, también a dispositivos móviles.
A través de las opiniones de los jugadores podemos saber que el título parece apostar por una gran profundidad jugable con elementos clásicos de Dota2 y otros propios, claro, de juegos de cartas coleccionables como Magic: The Gathering. Esto parece resultar en un juego profundo, pero también complejo.
En marcha desde 2014 con un veterano de Magic: The Gathering
En su desarrollo está implicado Richard Garfield, un veterano de diseñador de Magic: The Gathering que se unió a Valve en 2014, momento en el que se empezó a conceptualizar este título.
Se espera que el juego incluya más de 280 cartas y más de 40 héroes diferentes con la opción de comprar cartas en la tienda de Steam, pese a que el juego no apostará por el modelo gratuito. Eso sí, por ahora no se ha detallado ni a qué precio esperan venderlo ni qué coste tendrán las cartas que se compren por separado.
Múltiples zonas de juego para una apuesta por la estrategia profunda
Los mazos de juego permiten usar al menos 40 cartas y tener 5 héroes, con una limitación de 3 cartas idénticas (es decir, se limita cuántas veces podemos repetir una carta en nuestro mazo). Las cartas tienen una codificación por colores (rojo, verde, negro y azul) que permiten identificar su tipo y filiación, además de condicionar quién puede usarlas.
Los jugadores tienen tres zonas de juego y deben asignar un héroe a cada una de ellas. En cada una de ellas hay una torre con 40 puntos de vida; al ser destruidas aparece un Ancient con 80 puntos. Si perdemos dos torres o un Ancient, perdemos la partida.
Tras jugar una carta, el rival puede responder. Si hay enemigos, se atacan entre sí, pero si no, se ataca a la torre o al Ancient. Tras una zona de juego se pasa a la siguiente y, cuando han concluido los turnos de las tres, se recogen recompensas, como oro. Con el oro conseguimos mejoras para los héroes, pero solo se pueden equipar unas pocas en cada momento, por lo que hay que plantear también qué tipo de personalizaciones se aplican.
