A pesar del éxito del que ha gozado Angry Birds con anterioridad, parece que Rovio, la compañía encargada de su desarrollo, no está pasando por su mejor momento, precisamente.
Reuters se ha hecho eco de las declaraciones del estudio a sus inversores: "No vamos a alcanzar los objetivos de rentabilidad que se habían pronosticado". No bastando con ello, Rovio ya ha tenido que reducir el precio de sus acciones a la mitad.
Buscando una remontada
Según indica el informe, Rovio señaló que los costes de comercialización y otras inversiones han resultado en una pérdida de dinero, lo que ha provocado que sus acciones caigan un 49,7%.
Ya en noviembre del año pasado se hizo evidente la situación delicada por la que está pasando la compañía, cuando se desplomó en bolsa un 20%. Sin embargo, Rovio ya ha establecido una hoja de ruta para tratar de alcanzar sus objetivos: incrementará sus ingresos por juegos, señalando que pretende emplear el 30% de dichos ingresos para captar nuevos jugadores durante el presente año.
No obstante, Aaron Kaartinen, un analista del administrador de activos finlandés FIM, no está muy convencido de que esta fórmula vaya a funcionar: "Lo que está intentando Rovio, aumentar las ventas gastando en marketing...
es una ecuación que simplemente no funciona. Sus juegos no tienen suficiente tracción natural entre los jugadores".