Sam Lake, máximo responsable de Remedy, ha desvelado nuevos detalles del complejo y dilatado proceso de desarrollo que sufrió la continuación de Alan Wake, Alan Wake 2. Lo ha hecho Cité des Sciences et de l'Industrie en París, marco en el cual se han reunido varias personalidades del sector para hablar de videojuegos, industria y entretenimiento.
Una premisa errónea
Según traslada DualShockers: "Intentamos hacer Alan Wake 2 justo al acabar el primero, pero siempre necesitas el socio, el presupuesto y el concepto adecuado. Para Remedy, Alan Wake es un bien de muchísimo valor.
Es nuestra propiedad intelectual más preciada, por lo que hay que tener un poco más de cuidado a la hora de asegurarnos de que todos los elementos están dispuestos para garantizar el éxito de una secuela. No creo que estuviéramos en la dirección adecuada."
Prototipos y el paso del tiempo
Lake ha proseguido desgranando más detalles del convulso desarrollo del juego, y la sucesión de prototipos y experimentos que encadenó el juego.
"Continuábamos haciendo prototipos, probando demostraciones y experimentado con la tecnología y el software. Tras varios desencuentros, algunas veces con la propia Microsoft, nos llegó la idea de Quantum Break, dado que Alan Wake no parecía funcionar de la manera en la que creíamos y queríamos que funcionase."
El propio Sam Lake ha destacado en varias ocasiones la posibilidad de que Alan Wake 2 apareciese más pronto que tarde. Al respecto, Lake comentó: "Creo que con el paso del tiempo hemos sido capaces de pensar mejores cosas para el concepto de lo que debería ser una segunda parte."
Lo último que sabemos del próximo juego de Remedy tras Quantum Break -que sale el 5 de abril en Xbox One-, es que continuará con su estructura tipo serie de televisión, mezclando imagen real y videojuego a partes iguales.