Visitamos las oficinas de Relevo Videogames cuando el equipo está velando armas, horas antes del lanzamiento de su primer juego para PSVita, Baboon! Relevo es el primer estudio vasco que ha conseguido la certificación para publicar en la consola portátil de Sony, así que la celebración era doble.
El equipo de Relevo se compone de cinco personas, aunque se han externalizado algunas partes muy concretas. Al frente del estudio está Jon Cortázar, que es quien nos cuenta toda la historia del juego y del estudio, en el que hay gente que tiene experiencia previa en marketing. Hasta ahora Relevo había publicado títulos de advergaming, pero Baboon! ya rondaba por la acogedora y pequeña oficina situada junto a la Alhóndiga de Bilbao desde 2011. De hecho, consiguió un premio en el festival HoPlay de 2011 y se pudo ver en Madrid GameFest, pero no tenían la certificación y pasó a la nevera en espera de tiempos mejores.
No hubo que esperar mucho, hasta el Fun & Serious Videogames Festival de 2012, cuando se acercó a Bilbao Roberto Yeste, responsable de desarrollo local en Sony Computer Entertainment España y visitó los estudios vascos y les propuso hacer el juego para PSVita.
El estudio sopesó los pros de la consola frente al móvil en el que pensaban hacerlo inicialmente (mayor visibilidad y un jugador que paga por conseguir el juego) y los contras (mayor inversión, necesidad de conseguir la certificación y el hecho de que se trata de un jugador más exigente precisamente porque paga) y se lanzaron a por el reto de PSVita, ya contando con el apoyo económico y logístico de Sony España.
Banda sonora de Hideyuki Fukasawa
El desarrollo ha supuesto casi año y medio. En este tiempo el proyecto ha ido creciendo para mejorar los contenidos hasta alcanzar un presupuesto de 150.000 euros. Una de las principales apuestas fue contratar a la empresa japonesa Yugenstudio para que la banda sonora la compusiera Hideyuki Fukasawa (Super Street Fighter IV, Onimusha y Marvel vs. Capcom 3 entre otros). La decisión fue totalmente acertada. De hecho, Cortázar recuerda como uno de los momentos destacados del desarrollo cuando escucharon el primer tema ya elaborado.
Baboon! Tiene aspecto de plataformas, pero Cortázar explica que parte de una idea opuesta al concepto de plataformas: el protagonista no puede saltar. Entran aquí los componentes de puzle y de destreza, ya que el protagonista, el chimpancé Tumbili va ascendiendo por el nivel para llegar a la meta haciendo estallar bombas que le lanzan por los aires. El jugador debe tener en cuenta la dirección y la potencia de la bomba para saltar a la plataforma correcta y evitar a los enemigos. "Es -dice Cortázar-, un puzle de trayectorias.
Para que el jugador ponga más en funcionamiento la materia gris, Tumbili puede cambiar el tipo de bomba que utiliza. Hay hasta ocho diferentes, cada una con unas características diferentes.
Tumbili va recorriendo los ocho mundos que hay en el juego, pero Baboon! no es simplemente ir superando niveles. A la destreza y el puzle se añade un componente de aventura: el protagonista va encontrándose con distintos personajes a los que el estudio ha dotado de personalidad propia, desde el grandullón cobarde Nogubu al cerdo volador Kevin que te ayuda en los niveles o Shinobu, una motera con carácter. La historia se va contando con viñetas, vídeos y distintos diálogos. En cada mundo hay una tienda en la que comprar items.
Cortázar destaca todo el aprendizaje que ha supuesto trabajar con PSVita, que probablemente utilicen en títulos futuros. De momento el juego ha salido en Europa y Relevo quiere llevarlo también a Europa y, con suerte, a Japón. Tiene PEGI 3, explica el director del juego "porque nos gustaba la idea de un juego limpio, en el que hay explosiones, pero son con estrellitas".
Baboon! está ya disponible para PSVita en la Store.
