La vida, en general, es un cúmulo de casualidades. El efecto mariposa, que le dicen, es cómo un pequeño cambio puede desencadenar mil desenlaces diferentes, y obviamente esto también se aplica a los videojuegos. Ahora, como sabéis, acaba de debutar Yoshi's Crafted World, la última aventura de este popular personaje de Nintendo. Desde su debut en Super Nintendo, Yoshi se ha mantenido generalmente fiel al desarrollo lateral, pero la historia podría haber sido muy diferente.
A principios de los noventa, el estudio inglés Argonaut Software sorprendió a Nintendo con su habilidad para crear gráficos tridimensionales en Super Nintendo. La consola, obviamente, estaba diseñada para mover sprites, pero gracias al uso de un coprocesador adicional incluido en el cartucho –Super FX–, este hardware era capaz de ofrecernos títulos como Star Fox.
Nintendo estaba encantada con cómo Argonaut exprimía su consola, y llegaron a un acuerdo con el estudio para desarrollar tres juegos en exclusiva para la compañía nipona. Según explica Jez San, fundador del estudio, Nintendo quería que se mantuviesen como un equipo pequeño y que desarrollaran en exclusiva para ellos. A cambio, pagarían todos sus costes y se llevarían cierta cuantía extra en función de las ventas de sus juegos.
Pero San asegura que Nintendo no les pagaba lo mismo que a otros estudios, y él tenía una visión más ambiciosa para su compañía: quería hacer juegos más grandes para más plataformas. Esto, aparentemente, creó cierta fricción entre ambas partes, lo que resultó en una serie de conflictos internos.
Argonaut ya había desarrollado dos de los tres juegos de ese acuerdo, Star Fox y Stunt Race FX, y estaba a punto de terminar el tercero, Star Fox 2. Como sabéis, esta secuela se canceló cuando estaba prácticamente terminada, y no fue hasta el lanzamiento de la Super Nintendo Classic en 2017 cuando, ya convertido en leyenda, llegó al mercado como extra para la miniconsola. La razón de la cancelación –visualmente era muy precario frente a los nuevos juegos poligonales que ya empezaban a lanzarse– no convenció al estudio, pero los preparó para el siguiente proyecto.
Con el nombre en clave de Yoshi Racing, crearon un prototipo en el que, por si no lo habéis imaginado todavía, controlábamos a Yoshi en un entorno totalmente tridimensional, ya con el hardware de Nintendo 64 en mente. Aquí los detalles empiezan a volverse un poco confusos. Jez San, el fundador de Argonaut asegura que lo que le presentaron a Nintendo fue, en esencia, «el primer juego de plataformas en tres dimensiones del mundo».
Por otra parte, un antiguo empleado de Argonaut afirma que este proyecto era un juego de carreras en tres dimensiones llamado Yoshi Racing, aunque también afirma que recuerda ver a Yoshi corriendo y saltando por un barranco en tres dimensiones. Es posible que este prototipo combinase ambos elementos jugables, ¿quizás a lo Sonic R? Al fin y al cabo, Super Mario Kart ya era un éxito, Yoshi se había establecido en las plataformas y Argonaut tenía experiencia en las carreras con Stunt Race FX.
San asegura que Nintendo, y Miyamoto en particular, quedaron positivamente sorprendidos con el proyecto que les presentaron, pero que Nintendo no solía permitir que nadie usase sus personajes, y la cosa no iba a cambiar en este caso. Nintendo rechazó el proyecto, según el fundador de Argonaut, porque al ser algo inédito hasta el momento, era demasiado arriesgado, pero, de acuerdo con San, Nintendo se inspiraría en su propuesta para hacer Super Mario 64.
«Tenía el mismo estilo visual y transmitía las mismas sensaciones», aseguraba para justificar estas declaraciones. De hecho, San cuenta que el propio Miyamoto habló con él en un evento a posteriori para disculparse por no haber dado luz verde a su prototipo de Yoshi y para agradecerle la idea de crear un juego de plataformas en tres dimensiones.
Obviamente, no sabemos qué pasó entre Argonaut y Nintendo, pero sí sabemos que el estudio inglés no abandonó su prototipo de Yoshi y lo transformó en una nueva saga: Croc. Sabiendo esto, es fácil ver las similares entre los dos personajes desde un punto de vista estético, al menos.
A nivel jugable, Super Mario 64 ya llevaba más de un año en la calle cuando se lanzó Croc: Legend of Gobbos, por lo que es difícil decir quién se inspiró más en quién. En las ilustraciones que recogemos aquí podemos ver multitud de diseños firmados entre el 95 y el 96, lo que deja claro que, al menos, algunas de las ideas del juego de Argonauts ya estaban sobre el papel antes del debut poligonal del fontanero.
Croc: Legend of Gobbos fue un auténtico éxito de ventas, lo que garantizó su secuela e incluso llegaron a discutir la creación de una serie de televisión basada en el personaje con Fox Interactive. También se hicieron juegos par Game Boy Color y dispositivos móviles, por lo que al final la jugada no le salió nada mal a Argonaut Games. Los problemas del estudio llegaron después, como ya os contamos.
