Han pasado ya un par de años desde Beyond: Dos Almas, y todos sabíamos que Quantic Dream, el estudio francés responsable de otros juegos como Heavy Rain o Farenheit tenía otro proyecto entre manos. Tras la espectacular demo técnica que presentaron en PlayStation 4 –la del mago, seguro que no os habéis olvidado de ella–, ahora hemos conocido que su próximo juego está basado, irónicamente, en su anterior demo técnica, Kara. Hablamos, por supuesto, de >Detroit: Become Human.
Pero hoy viajamos hasta el pasado. Hoy nos vamos casa hasta los orígenes del estudio, justo después del lanzamiento de Omikron: The Nomad Soul, su primer gran proyecto. Éste no fue un juego perfecto, pero gustó a muchos usuarios precisamente porque intentaba hacer algo nuevo. Corría el año 2000 cuando Quantic Dream lanzaba esta aventura futurista para Dreamcast y PC, y como es habitual en la industria, se ponían manos a la obra con su siguiente proyecto. En este caso se trataba de Quark.
Previsto para Dreamcast –aunque se llegaron a rumorear versiones para PC y PlayStation 2– éste era un título con el que David Cage y compañía quería romper con la oscuridad del mencionado Omikron en favor de algo más fantástico, tomando todo lo aprendido en su anterior juego además de introduciendo nuevas mecánicas jugables. Visto precisamente desde este 2015, es curioso cómo esta experiencia se adelantaba a ciertos aspectos que son casi obligatorios hoy en día.
Quark estaba ambientado en dos universos totalmente diferentes, pero paralelos. Por una parte, estaba el universo de los Quarks, unos seres que, como si de tribus indígenas se tratara, viven asilados, construyendo sus casas en los árboles y conviviendo con los animales salvajes. En él íbamos a controlar a Waki, un joven aventurero que se veía envuelto en una batalla contra "el Vacío" que está acabando con su tierra, y el cual sólo podría vencer con la ayuda de la mencionada fauna fantástica de su planeta.
Por otra parte nos esperaba Una, una huérfana perdida en las calles de un Londres contemporáneo pero inspirado por su vertiente victoriana, que también se ve envuelta en un misterio que parece amenazar su universo. Una contaba con la ayuda de un pájaro y un perro, que serían más útiles de lo que podría parecer en principio. Algunas ilustraciones muestran también a un mono y, por lo que parece ser que se sumaría a la protagonista del juego.
La idea era que éstos mundos mostraran un enorme contraste donde el jugador pudiera perderse, dándole toda la libertad posible a la vez que intentaban contar una historia cinematográfica, evolucionando la fórmula de Omikron: The Nomad Soul, y siguiendo la línea de juegos como Shenmue. De hecho, Cage afirmaba en aquel momento que Shenmue y Outcast eran los competidores a los que tendría que enfrentarse Quark, ya que partían del mismo concepto pero interpretado desde diferentes perspectivas culturales.
Sobre la historia del juego, ya os hemos contado que ambos personajes luchaban contra fuerzas desconocidas que amenazaban sus realidades. Lo que los hacía únicos es que ambos se podían ver mutuamente en sus sueños a pesar de no haberse conocido nunca, y pronto descubrirían que los hechos de uno afectarían a la realidad del otro. Parece improbable que este juego se vaya a acabar lanzando en algún momento, pero por si acaso, saltaos lo que queda de párrafo para evitar leer un posible destripe. Obviamente, la historia en su totalidad no ha trascendido, pero parece ser que acabaríamos descubriendo que Waki y Una eran hermanos, y el nuevo misterio sería averiguar cómo habían llegado a estas nuevas realidades.
Otros de los pocos detalles que han trascendido es que no tendría ningún componente multijugador u online, ya que la prioridad sería la historia, y que también bebía de muchos plataformas tridimensionales de los 32/64 bits, algo que se hacía notar en las habilidades que añadían los animales.
Por último, y no menos importante, es que iba a ser un juego con "acceso anticipado". Hace 15 años David Cage explicaba que quería a hacer a los jugadores los productores del título, dándole acceso a betas, publicando diarios de desarrollo semanales y realizando charlas con los jugadores de manera mensual para que Quantic Dream fuese recibiendo feedback directo desde sus usuarios, y así realizar el juego a medida de sus compradores.
Nunca supimos los problemas que acabaron exactamente con Quark. En realidad sonaba a un juego razonablemente factible, y parece ser que estuvo como un año y medio en desarrollo, por lo que, de haber problemas, éstos habrían llegado en una etapa bastante avanzada. Es posible que la prematura muerte de Dreamcast acabase con las esperanzas del equipo, y quizás la conversión a otra plataforma era una inversión que no podían permitirse ya con Farenheit entre manos.
En cualquier caso, tenemos la suerte de contar con una buena cantidad de materiales –vídeo incluido– para poder recordarlo, y de camino, conocer un poco más la historia de este estudio que ha llevado a la fama un nuevo tipo de narrativa.
Apéndice: Ilustraciones, pantallas y bocetos de Quark:
