Hoy en día, Gearbox es un estudio conocido por la saga Borderlands, la cual ha gozado de tanto éxito que incluso se ha permitido el lujo de expandirse con una serie centrada en la narrativa de la mano de Telltale. Antes, sin embargo, disfrutó de un notable reconocimiento con la saga Brothers in Arms, que contó con un total de seis entregas generalmente bien recibidas, con un episodio perdido clave para entender el futuro de la compañía. Mientras esperamos nuevas noticias del ya confirmado Borderlands 3 (o como se acabe llamando) y del nuevo Brothers in Arms, Gearbox nos ofrece Battleborn, que se pone a la venta esta misma semana.
Battleborn es la apuesta de este estudio por los MOBA, un género que ya empieza a rozar la saturación, pero que Gearbox espera refrescar llevándolo a la acción en primera persona. Durante los últimos años, el estudio tejano ha dejado atrás la seriedad de Brothers in Arms en favor de apuestas más locas y desenfadadas, aunque el primero paso lo dio, precisamente, con esta saga.
Tenemos que viajar hasta el E3 de 2011, cuando Ubisoft –editora de la saga– anunciaba Brothers in Arms: Furious 4. Hasta entonces, las entregas anteriores habían apostado por un acercamiento serio a los conflictos, pero Gearbox decidió que era el momento de dar una vuelta de 180 grados y enfocar la guerra con un poco de humor. De hecho, tanto que era difícilmente reconocible como una secuela de la serie.
Ambientado en una batalla ficticia dentro del marco de la Segunda Guerra Mundial, Brothers in Arms: Furious 4 iba a ser un juego de disparos en primera persona con una campaña hasta para cuatro jugadores en modo cooperativo, así como, en palabras de Ubisoft, "un extenso y competitivo" modo multijugador. En él, íbamos a asumir el papel de uno de los Furious 4, un grupo de soldados un tanto caricaturescos que nos darían acceso de todo tipo de armas y de habilidades de combate no demasiado serias para conseguir vencer a un ejército que es el terrible resultado de numerosos años de experimentación por parte del Tercer Reich.
El cuarteto protagonista estaría compuesto por Chok, un soldado nativo americano que usa su hacha para acabar con los enemigos; Montana, un leñador reconvertido a cazanazis armado con una ametralladora; Crockett, un tejano armado con un ferrete (la herramienta de hierro usada para marcar el ganado) con la forma del mapa de Texas; y Stitch, un irlandés con problemas mentales que despacha a los rivales con un taser personalizado. Como veis, la plantilla era, cuando menos, particular.
En lo jugable, Brothers in Arms: Furious 4 estaría más cerca de Borderlands o Battleborn que de la saga que le daba nombre. Suponemos que, tras el éxito de la saga ambientada en Pandora, Ubisoft le pidió a Gearbox que hicieran algo parecido (o Gearbox le ofreció la idea, claro) utilizando una de sus propiedades. Incluso las fechas cuadrarían para esto: Borderlands debutó en 2009 y Brothers in Arms: Furious 4 se presentó en 2011; un año para que ambos acordaran el proyecto y otro para desarrollar lo visto en el E3.
Así, Brothers in Arms: Furious 4 nos ofrecía acción a raudales, con destrucción de escenarios y scripts –como una noria que destrozaba sus alrededores–, poderes y combates de lo más vistosos. La aventura sería más guiada que en Borderlands, pero combinaría igualmente escenarios abiertos y otros más cerrados, y también sería totalmente disfrutable en solitario, aunque como es habitual en estos casos, estaba pensado para que los cuatro jugadores combinaran sus diferentes fuerzas.
También señalar que Gearbox no buscaría la fidelidad histórica, ni mucho menos, y se permitiría todo lujo de elementos fuera de su época o incluso inventados para alimentar nuestros gatillos fáciles. Hablamos de helicópteros y jetpacks, además los anteriormente mencionados disparatados poderes y armamento del que harían uso los protagonistas.
Aun sin tener datos concretos del desarrollo de Brothers in Arms: Furious 4, es fácil asumir que estuvo en marcha durante al menos un año y medio, preproducción incluida. La recepción de los aficionados a la saga tras el anuncio en el E3 no fue particularmente positiva, por lo que quizás ambas partes intentaron rediseñar el concepto para recuperar el interés de su fanbase. De hecho, tras este rechazo Gearbox eliminó el nombre de la saga del juego, y comenzó a contemplar Furious 4 como una propiedad independiente. En cualquier caso, el juego desapareció tras su anuncio, y tardamos un año en saber nuevas noticias de él.
Las noticias, además, no eran particularmente buenas. Ubisoft abandonaba la marca, y Gearbox se hacía con los derechos de ésta. Algunos meses después supimos que Brothers in Arms: Furious 4 ya no existía como tal y que había "evolucionado". Más tarde revelaron que se había convertido en una nueva propiedad, y posteriormente descubrimos que esta nueva propiedad era Battleborn. ¿Quizás, "nacido de la batalla" que fue Furious 4?
Quién sabe si Brothers in Arms: Furious 4 podría haber permitido a la saga renacer con toda la fuerza de su "hermana" Borderlands, pero lo cierto es que apuntaba maneras para ser un juego bastante divertido. Como curiosidad, hay algo de Brothers in Arms: Furious 4 que queda todavía en Battleborn: Montana, uno de los Furious 4, es uno de los personajes jugables del MOBA, aunque un poco bastante más desproporcionado que en la aventura original.
Apéndice:
Más imágenes de Brothers in Arms: Furious 4: