Esta semana, Animal Crossing ha llegado a los dispositivos móviles, permitiéndonos jugar en cualquier parte a Animal Crossing: Pocket Camp, una versión adaptada de la popular y exitosa saga de Nintendo. Esta saga debutó en abril de 2001 en Japón con Animal Forest (Dōbutsu no Mori) que se reharía y se relanzaría en GameCube el año siguiente en todo el mundo con el nombre que todos conocemos.
Pero antes de este lanzamiento, Nintendo trabajó en crear otro mundo "vivo", con una conectividad que no se había visto hasta el momento. Después del fenómeno en el que los Tamagotchis se habían convertido, la compañía nipona vio la oportunidad de llevar esta moda a los videojuegos, y juntó a un elenco de lujo para crear este nuevo proyecto, bautizado –al menos de manera temporal– como Cabbage, básicamente "col" en español.
Cabbage era un proyecto con unos responsables de lujo. El desarrollo comenzó, como muy tarde, en 1999, y tras él estaban Shigesato Itoi, responsable de la saga Earthbound o Mother, Tsunekazu Ishihara, productor de Pokémon y el propio Shigeru Miyamoto, figura que no necesita presentación. La idea era crear este título que nos hiciese responsables de cuidar a una criatura –llamada Cabbage–, a la que tendríamos que alimentar, comprarle regalos y demás.
Para ejecutar este concepto, Cabbage iba a aprovechar el nuevo hardware de Nintendo: el 64DD para Nintendo 64. Este add-on permitía que el juego usara el reloj interno del dispositivo para seguir funcionando incluso si apagábamos la consola, y mantener a la criatura "viva". Podría así crecer, pasar hambre, defecar por todas partes o morirse, como si de un Tamagotchi se tratara.
Claro que, a diferencia de un Tamagotchi, no podíamos ir con una Nintendo 64 y el 64DD a todas partes. Pero no os preocupéis, que Nintendo tenía un plan B. Gracias a un conector especial, podríamos transferir a Cabbage a nuestra Game Boy y llevárnosla con nosotros a todas partes. Durante el día, si estábamos fuera de casa, podríamos cuidar de Cabbage en nuestra portátil (que funcionaría como una cesta para transportarla), y al llegar a casa devolverla a su Nintendo 64 para que continuase allí.
Aunque ya sabemos que la cosa no llegó demasiado lejos, el 64DD permitía que Nintendo 64. Se conectase a internet, y Cabbage iba a hacer uso de esa función. Estaba claro que Cabagge no iba a estar encerrado en una habitación, y podría salir a explorar e interactuar con otros personajes. Tanto es así que contaría con eventos especiales que nos permitirían desbloquear nuevos elementos para nuestro mundo virtual –nuevos juguetes para la criatura, nuevos mundos…–, e incluso nos iba a permitir visitar a otros usuario. Si no teníamos internet, también habría una opción para copiar nuestra partida y llevarla a casa de un amigo (¿quizás con la Game Boy?).
La ambición de Nintendo era bastante grande de cara a este proyecto, e incluso anunciaron que estaban pensando en colocar "minisupermercados" en tiendas reales, donde podríamos ir con nuestro cartucho del juego a comprar objetos para nuestra mascota virtual. Es algo que, de un modo u otro, hemos acabado viendo, pero quizás la idea se había adelantado a su tiempo.
Cabbage se iba a presentar con una demo jugable en el Spaceworld de 2000, pero nunca lo hizo. Todas estas ideas funcionarían hoy en día sin problema gracias a internet, pero hace 17 años era mucho más difícil. Esto, unido a que el 64DD no tuvo la acogida que esperaban, y que probablemente era un proyecto menor, condenaron este título al olvido. Miyamoto indicó a posteriori que tanto Itoi como Ishihara tuvieron que darle prioridad a otros títulos, y este Tamagotchi ultravitaminado desapareció para no volver.
Eso sí, no nos extrañaría que parte del trabajo que se había hecho acabase convirtiéndose en Animal Forest, o que incluso algunas de las mecánicas que se desarrollaron acabasen en Nintendogs. Como siempre, es una pena ver que un juego desaparezca, y más si, como es el casos, tiene a tres mentes legendarias de los videojuegos como principales responsables.