Información del juego
Drakan: The Ancients' Gates es un videojuego de acción y aventura desarrollado por Surreal Software y publicado por Sony Computer Entertainment, exclusivamente para PlayStation 2 en 2002. Es la secuela de Drakan: Order of the Flame, lanzado para PC. El juego continúa las aventuras de Rynn, una guerrera que forma un vínculo único con Arokh, un poderoso dragón, combinando combate en tierra y vuelo de dragones en una épica narrativa de fantasía.
Acción y aventura de Surreal Software
La historia de Drakan: The Ancients' Gates lleva a Rynn y Arokh en una misión para cerrar las Antiguas Puertas y detener a las fuerzas invasoras que amenazan su mundo. A lo largo del juego, los jugadores exploran vastos paisajes, desde montañas nevadas hasta desiertos ardientes, y se adentran en mazmorras peligrosas en busca de artefactos mágicos y la solución para cerrar las puertas. El juego es notable por su mundo abierto, permitiendo a los jugadores explorar libremente a pie o volando en el lomo de Arokh.
El sistema de combate de Drakan: The Ancients' Gates es variado, ofreciendo combate cuerpo a cuerpo y a distancia cuando se controla a Rynn, y combates aéreos con Arokh. Rynn puede equiparse con una amplia gama de armas y armaduras, mientras que Arokh posee habilidades de fuego y magia que pueden mejorarse a lo largo del juego. Esta dualidad de gameplay asegura una experiencia diversa que mezcla acción, exploración y resolución de puzzles.
Visualmente, el juego fue elogiado por sus detallados entornos y diseño de personajes, así como por la impresionante representación de vuelo de dragón. Los paisajes son variados y ricos en detalles, ofreciendo una sensación de escala y libertad. La banda sonora y los efectos de sonido complementan la atmósfera del juego, sumergiendo aún más a los jugadores en su mundo de fantasía.
A pesar de sus cualidades, Drakan: The Ancients' Gates enfrentó críticas por algunos aspectos técnicos, como tiempos de carga y problemas ocasionales de framerate. No obstante, el juego fue generalmente bien recibido tanto por críticos como por jugadores, siendo elogiado por su narrativa envolvente, jugabilidad innovadora y la singular experiencia de combate aéreo en dragón.
La recepción de Drakan: The Ancients' Gates fue mayormente positiva, destacándose por ofrecer una aventura de acción y fantasía convincente que construye exitosamente sobre la base establecida por su predecesor. Aunque no alcanzó el estatus de éxito masivo, el juego ha mantenido un estatus de culto entre los aficionados al género de aventura y aquellos que aprecian la singular combinación de combate en tierra y aéreo.
En resumen, Drakan: The Ancients' Gates es una valiosa adición a la biblioteca de PlayStation 2, ofreciendo una mezcla única de exploración, combate y narrativa que sigue siendo recordada con cariño por sus fans.
En realidad ya había jugado con la primera parte de Drakan en PC y me gustó bastante. Fue uno de esos juegos en los que al principio tuve la sensación y de jugar a algo muy simplón. Una de esas mujeres parecidas a Lara Croft avanzando y matando ogros en un ambiente muy explotado por el cine y el tebeo. Pero a medida que avanzaba, gracias a la acertada combinación de música épica e imágenes, la historia iba atrayéndome cada vez más. Aquel juego estaba en inglés y si hubiese estado en castellano, hubiera sido aún más inmersivo.
Lo extraño es que esta segunda parte saliera en exclusiva para PS2. A decir verdad, cada día voy dándome cuenta de que el mismo juego suele estar mejor en PC que en consola salvo excepciones. La definición de los gráficos es importante pero lo es aún más el control, sobre todo si hay que disparar sobre algún objetivo. Probado el control implementado para PS2, hay que decir que no ha salido mal del todo. Aún así nunca puede ser igual dirigir a un personaje con ratón que con un bastón analógico. Sobre todo la operación de dirigir hacia arriba o hacia abajo al dragón en vuelo es especialmente brusca e imprecisa. Además no se tiene la sensación de ir flotando por el aire que se tenía en PC. Ahora parece más bien que el dragón está colgado. Pese a todo, atacar a un enemigo es una tarea basante facilitada por la opción de fijar el objetivo de que se dispone con el botón R2. Puede considerarse esta opción mucho más idónea que la lamentable fijación automática del "Gladiator, sword of vengeance" por poner un ejemplo. A pesar de no haber problemas para el combate si fijamos un objetivo, pues en ese momento los movimientos pasan a ser laterales, es un punto negativo el hecho de que exista un movimiento lateral cuando queremos examinar el entorno o contemplar un paisaje.
Siempre son ejemplo de buen hacer en el aspecto técnico, los videojuegos japoneses. Pocas veces en un juego nipón se aprecian bugs notorios o fallos que afectan a la jugabilidad. Supongo que es lógico. El carácter más civilizado de los orientales contrasta con el egoísta e individualista occidental que tiende a exigir lo que no da, al estilo animal. Así estamos demasiado acostumbrados a jugar con "betas" que los distribuidores nos dan a precio de juegos. Total al jugador que paga, que le jodan. El estudio de programación de este juego es occidental y ello se nota. En algunas ocasiones el motor del juego falla. Podemos chocar con algún objeto y tener dificultades para rodearlo suavemente. Algo que no suele suceder en los juegos nipones. Aun así la jugabilidad no ofrece problemas graves, como por ejemplo las ralentizaciones de Blood Omen 2.
Los gráficos son los que se pueden esperar cuando en una consola no muy potente a estas alturas, se pretenden mover con soltura los escenarios amplísimos con que cuenta Drakan. Gráficos correctos sin más en cuanto a la parte técnica, pero en cuanto a diseño están muy logrados.
Del sonido hay que decir que es un apartado cuidado en cuanto a la ambientación y la música pero que ofrece un doblaje mejorable. Las voces están
