Desde su anuncio, Evolve ha sido uno de esos juegos que han conseguido generar una buena expectación debido principalmente a dos buenos motivos: la original propuesta que trae consigo y el estudio de desarrollo que tiene detrás. Turtle Rock ya demostró con Left 4 Dead y su secuela que sabe hacer muy buenos juegos multijugador, por lo que pocos motivos hay para desconfiar de ellos, aunque ya os avisamos que Evolve no tiene nada que ver con la saga de zombis que les llevó al estrellato.
Así pues, con la llegada de su alfa hemos podido ponernos a cazar con mayor tranquilidad y sin las habituales presiones de una feria o un evento de prensa, lo que nos ha permitido profundizar un poco más en su propuesta, confirmando así todas las buenas impresiones que nos ha ido transmitiendo el juego durante los últimos meses.
Para los más despistados, comentar que estamos ante un título multijugador online de carácter competitivo en el que un equipo de cuatro personas se enfrenta a un solo jugador. ¿Desequilibrado? Ni mucho menos, ya que si bien el cuarteto encarna a un grupo de cazadores humanos, el que va solo toma el control de un poderoso y temible monstruo alienígena capaz de evolucionar y mutar para hacerse cada vez más poderoso e imbatible.
Lo primero que tenemos que hacer antes de empezar a jugar es seleccionar nuestras prioridades. En la alfa existen cinco clases bien diferenciadas: Monstruo, Asalto, Trampero, Médico y Apoyo. Las cuatro últimas pertenecen evidentemente al grupo de humanos y el estilo de juego cambia muchísimo de una a otra, por lo que no tiene nada que ver, por ejemplo, controlar al personaje de Asalto que al Médico. Eso sí, la alta movilidad de cada uno de ellos gracias a los jetpacks que tienen no cambia, permitiéndonos dar grandes saltos, realizar esquivas aéreas, etcétera.
Cada uno tiene sus propias armas y habilidades para usar en la cacería, y por lo que hemos visto, todas ellas nos serán tan útiles como imprescindibles, aunque más importante todavía será tener una buena coordinación y colaborar con nuestros compañeros. Si alguien no controla su clase correctamente lo más probable es que el equipo de cazadores acabe perdiendo la partida, ya que tener a un Médico que no sabe curar ni exponerlas debilidades de la bestia o un Trampero que coloca las trampas incorrectamente lastran la partida a unos niveles insospechados.
Esta necesidad de comunicación y de actuar como un equipo, como una unidad, hacen que jugar con desconocidos pierda muchísimo interés y atractivo, ya que lo más normal será que nos topemos con gente que no tiene ni idea de lo que hace (y más ahora, cuando apenas hemos tenido un par de días para jugar esta alfa) y el monstruo acabe destrozándonos, por lo que parece claro que Evolve es un juego pensado para jugar con amigos.
De hecho, las partidas que hemos podido probar con conocidos nos han parecido una experiencia terriblemente gratificante, especialmente cuando las emboscadas y planes de ataque que hemos ido desarrollando dan sus frutos, igualando los enfrentamientos y haciendo de ellos una experiencia tensa y realmente divertida.
En cambio, si nos toca encarnar al monstruo las cosas cambian muchísimo. Tanto que parece que estemos ante un juego totalmente diferente. Para empezar, la vista en primera persona de los humanos cambia a una en tercera y dependiendo de la criatura que escojamos nuestras habilidades serán realmente distintas, pudiendo hacer cosas como volar, dar saltos enormes o trepar con facilidad, lanzar fuego por la boca, crear tormentas eléctricas, etcétera.
Tal y como indica el propio nombre del juego, aquí nuestro objetivo será evolucionar. Para ello tendremos que movernos por los distintos mapas del juego cazando criaturas y alimentándonos de ellas hasta llegar a completar nuestra barra de evolución. Una vez hagamos esto, nos tocará buscar un lugar seguro y evolucionar allí. Este proceso nos llevará entre 15 y 20 segundos, momentos en los que quedaremos totalmente expuestos, por lo que si los humanos dan con nosotros mientras evolucionamos, lo más probable es que nuestra vida baje considerablemente.
Cada monstruo tiene tres fases distintas, por lo que solo tendremos que evolucionar dos veces para llegar al máximo de nuestras capacidades. Por cada transformación obtendremos puntos de habilidad, nuestro tamaño aumentará, nos volveremos más fuertes y nuestra salud máxima será mayor. Esto es muy importante, ya que al principio no seremos especialmente fuertes y un equipo de cazadores debería poder acabar con nosotros con relativa facilidad, por lo que nuestra prioridad será llegar a la tercera fase habiendo recibido el menor daño posible, para luego destrozarlos sin miramientos.
De esta forma, cada partida se convierte en un juego del gato y el ratón donde un jugador tiene que intentar pasar desapercibido para hacerse lo más fuerte posible mientras que otros cuatro no paran de rastrearlo y buscarlo para impedírselo. Hay algunos elementos extras a tener en cuenta, como por ejemplo los pájaros, ya que si el monstruo pasa cerca de ellos alertará a los cazadores y delatará su posición, aunque esto también puede usarlo en su favor para despistar y centrar la atención de los humanos en un punto mientras él se dirige a otro lado.
Lo cierto es que jugando tanto en uno como en otro bando nos lo hemos pasado muy bien y las partidas nos han parecido muy tensas y emocionantes (especialmente cuando los cinco participantes saben lo que hacen), aunque hay que tener muy claro que se trata de una propuesta muy diferente a la habitual. Esto no es una batalla a campo abierto entre dos bandos, esto es una cacería, y como tal, el rastreo y la estrategia es tan importante como los momentos de lucha, por lo que si buscáis acción directa y sin complicaciones, probablemente este no sea vuestro juego.
Gráficamente se trata de un título bastante atractivo, con una ambientación muy lograda, repleta de oscuros bosques con multitud de elementos y con una vegetación lo suficientemente densa como para que el monstruo se sienta como en casa escondiéndose y camuflándose. Además, existen efectos muy conseguidos que nos ayudan todavía más a meternos en situación, como cuando la niebla cubre todo el mapa. Los modelados de los personajes también están muy conseguidos, destacando especialmente el de los monstruos y el de la fauna de cada escenario.
El sonido por su parte nos ha parecido uno de los aspectos más cuidados del título. La música solo hará acto de presencia cuando ambos bandos se encuentren, la cual se adapta perfectamente a la situación para añadir más tensión a estas batallas. Eso sí, sin duda, el punto fuerte lo encontramos en los efectos de sonido, los cuales consiguen transportarnos de lleno a estos mundos fantásticos mientras nos mantienen todo el rato alerta intentando identificar sonidos para detectar la posición del monstruo (o de los humanos, si jugamos como la criatura) o de algún otro peligro que podamos encontrarnos.
Evolve promete mucho, y al igual que Left 4 Dead, apunta a convertirse en otro de esos juegos imprescindibles para disfrutar con amigos y con el que pasar largas tardes de diversión echándonos una partida tras otra. Además, se siente como un título nuevo, fresco y original que se desliga por completo de las tendencias marcadas por el género en los últimos años, algo que se agradece muchísimo.
Eso sí, todavía nos quedan muchísimas cosas por ver de él, como sus diferentes modos, contenidos y el potencial que tendrá para jugar solos, así como su capacidad de diversión a largo plazo. Pero de momento, lo nuevo de Turtle Rock nos tiene encantados, por lo que ya solo podemos contar los días que faltan para que se abra la veda de esta cacería tan especial.
