No podemos tachar al equipo belga de Larian Studios de novatos en lo que respecta a juegos de rol. Se han ganado a pulso una merecida reputación en los últimos años con su saga Divina con Divine Divinity en 2002 y Beyond Divinity dos años después, ambos lanzados exclusivamente para PC. Dichos juegos combinaban sabiamente la acción con el rol y cosecharon buenas críticas por parte de público y medios especializados; algo que no puede decirse que ocurra siempre.
Tras cinco años desde la salida de su último juego, regresan con la intención de demostrar que aún tienen mucho que decir en un género que está viviendo una nueva edad dorada en los últimos años con títulos de innegable calidad por parte de muchos estudios.
En Divinity 2: Ego Draconis, volveremos a visitar la legendaria tierra de Rivellon, y nos enfrentaremos a un conocido villano de la saga: Damian. Ha crecido mucho desde la última vez que supimos de él y se ha vuelto más peligroso que nunca.
En lo que respecta al argumento central, se han desvelado algunos detalles interesantes. Un peligroso grupo de dragones malvados ha acabado con la vida del conocido como "El Divino". En el juego encarnamos a un vigoroso cazador de dragones que, junto a los de nuestra clase, ha jurado tomarse la justicia por su mano a causa de tan atroz y cruel crimen. Pero un dragón es un enemigo temible y escurridizo, así que se nos somete a un ritual tras el cual se nos imbuyen recuerdos de la raza alada. Con dicha ventaja seremos capaces de, por ejemplo, preparar mejor las defensas aéreas contra la plaga llameante.
Pero, si hay algo que caracterizará a Ego Draconis es la cantidad de giros argumentales de los que hará gala. Tomemos como ejemplo una de las posibilidades que más nos ha llamado la atención de lo que hemos podido ver hasta ahora. Hay un momento en el juego en el que nos fusionaremos con el espíritu de uno de los Señores de los Dragones. A partir de entonces se cambiarán las tornas pues pasaremos a tener la oportunidad única de transformarnos en un dragón; algo que, huelga decir, no sentará nada bien entre nuestros compañeros del gremio. Es más, y aquí es donde entra parte del encanto del juego, ahora tendremos que destruir las mismísimas defensas antiaéreas que habíamos ayudado a preparar. Como veis, el juego no estará exento de cierta ironía.
No se nace aprendido
En la Academia de Cazadores es donde podremos elegir nuestra clase y las principales destrezas que definirán a nuestro personaje. También es donde se nos darán a conocer las pinceladas clave de la historia del juego, como el asesinato del Dragón Divino que os comentábamos antes. Por su parte, en la Torre de las Batallas, tendremos la oportunidad de evolucionar a nuestro cazador, al tiempo que nos servirá de cuartel general. Para ello, invertiremos los puntos de experiencia que hayamos ido cosechando, en habilidades como nuestra destreza en el combate o la alquimia.
Combatiremos, así pues, desde dos frentes. En tierra con nuestras armas -con espadas que pueden llegar a superarnos en altura- y hechizos. Y por el aire, desde donde reinaremos los cielos con una provechosa ventaja estratégica sobre nuestros adversarios una vez transformados en temible dragón. Y será ésta, sin duda, una de las particularidades más divertidas de todo el juego.
Un mundo de posibilidades
Como buen juego de rol que se precie, Ego Draconis nos permitirá desarrollar una serie de habilidades bien diferenciadas, entre las que cabe destacar la ventajosa posibilidad de leer las mentes de los que nos rodean. Como podréis imaginar, esto abre las puertas a infinidad de posibilidades en el desarrollo de la aventura. Podremos echar mano de esta destreza durante una conversación en cualquier momento para saber qué está pensando nuestro interlocutor. Así, sabremos si es sincero con nosotros o si, por el contrario, intenta engañarnos o alberga siniestras intenciones en el fondo de su corazón. Eso sí, una destreza tan poderosa está limitada a los puntos de experiencia que dispongamos y que gastaremos cada vez que recurramos a ella, y se verán aún más mermados si optamos por usarla durante una misión principal del juego.
El rasgo primordial que podemos resaltar en Ego Draconis es la cantidad de formas diferentes que estarán a nuestra disposición para afrontar una misión determinada. Pero ilustremos esta afirmación con un ejemplo real del juego. Imaginad que nos encontramos ante la siguiente situación. Tenemos costumbre de hacer negocios con un herrero de Rivellion. Pues bien, la encantadora Dana nos pide que le hagamos un favor entregándole una carta al herrero. Pero, curiosos de nosotros, en lugar de entregar la carta directamente decidimos abrirla en privado y leerla antes. Ante nuestra sorpresa, descubrimos que la inocente Dana no lo es tanto, y está engañando a su marido con el herrero. ¿Cómo actuar sabiendo esta información? Imaginemos que optamos por ir a ver a Dana y le hacemos chantaje para que tenga que comprar nuestro silencio. Pero las cosas no salen exactamente como pensábamos, y Dana reúne el coraje suficiente para contarle toda la verdad a su marido y abandonarle, tras huir con su amante. De forma que nuestro plan no tiene éxito y nos quedamos sin el dinero que pretendíamos sacarle a Dana, y encima el herrero ya no querrá volver a hacer tratos comerciales con nosotros. ¿Cómo evitar toda esta cadena de infortunios? Veamos la mejor fórmula en esta situación.
Mediante el uso de nuestra habilidad para leer la mente de los demás, descubrimos que hay una llave escondida en el tejado de la casa de Dana y su marido. Una vez abierto el cofre correspondiente, encontramos un documento revelador. Resulta que el marido de Dana mató a su primera mujer. Actuamos en consecuencia, y llevamos las pruebas a la policía. Así, el marido es arrestado, y Dana y el herrero pueden vivir su romance sin necesidad de ocultarlo. La recompensa por nuestra actuación es una suculenta rebaja en la herrería a partir de ese momento.
Esta misión representa únicamente la punta del iceberg; un simple ejemplo de cómo podremos afrontar un reto de distintas maneras, y que pone de manifiesto que cada decisión conllevará consecuencias de lo más variopintas.
En palabras de Swen Vincke, presidente de Larian Studios, "Existen multitud de formas de arruinar las vidas de la gente en este juego". Algo que nos parece, con total sinceridad, perversamente divertido.
Larian Studios estima que tendremos a nuestra disposición entre 15 y 20 posibilidades diferentes de afrontar cada misión. Teniendo en cuenta la multitud de alternativas conversacionales, sumadas con la destreza de leer mentes y todas las acciones que podemos llevar a cabo en cada misión; es virtualmente imposible tener dos partidas iguales. Algo que aumentará las horas de juego muchísimo y lo hará perfectamente rejugable.
El talón de Aquiles
De todo lo que hemos podido ver hasta el momento, sin duda el punto flojo de Ego Draconis son sus gráficos. Juegos con 3 años a sus espaldas como el caso de The Elder Scrolls IV: Oblivion, muestran un aspecto más consistente en su conjunto.
A pesar de unas texturas en muchos casos poco afortunadas, y de echar en falta algunos efectos de post-procesado, estamos convencidos de que los jugadores menos obsesionados por el apartado visual no tendrán problema alguno a la hora de ponerse a jugar con él. Eso sin olvidar que, en esta clase de juegos que tienen lugar en vastas extensiones, en ocasiones es mejor sacrificar un poco este aspecto a favor de una ejecución más suave.
En cualquier caso, aún nos separan unos meses de su fecha de lanzamiento y se podría mejorar un poco el conjunto gráfico, algo que sin duda no desagradaría a nadie. Divinity 2: Ego Draconis tiene prevista su salida al mercado el segundo trimestre del presente año en PC y XBOX 360. Permaneced atentos a Vandal Online para conocer más detalles de este apasionante juego a medida que se desvelen.
