El mundo se encuentra al borde de la anarquía debido a la creciente oleada de crímenes que se cometen en todas las ciudades del planeta. Ante esta situación, son pocas las personas dispuestas a defender el orden y la justicia, lo que obliga a los gobiernos a buscar fórmulas alternativas para combatir al crimen. Como primera medida se crea La Agencia, que es un organismo internacional encargado de mantener el orden en el mundo gracias a la ayuda de sus agentes especiales; pero la paz apenas se mantiene debido al increíble poder que poseen las organizaciones criminales, lo que obliga a La Agencia a ejecutar su plan B. Empleando las investigaciones del doctor Baltazar Czernenko, esta organización ha creado al agente de policía perfecto: un humano modificado genéticamente con habilidades extraordinarias.
Con esta historia como telón de fondo, Real Times Worlds, compañía en la que se encuentra el creador de juegos tan míticos como Grand Theft Auto y Lemmings, Dave Jones, nos permitirá convertirnos en ese súper agente de policía que tendrá que impartir, de una manera bastante peculiar, como veremos a continuación, orden y justicia en una ciudad gobernada por bandas callejeras y delincuentes de alto nivel.
El escenario también es un arma
En Crackdown nos encontraremos con un juego de acción y conducción al más puro estilo GTA en el que, como decíamos, no encarnaremos a ningún delincuente, como suele ser habitual en los juegos de este tipo, pero en el que sí realizaremos las acciones clásicas de este género, es decir; conducir vehículos a toda velocidad para atrapar a los criminales, mientras esquivamos a decenas de coches que circularán por las carreteras; y misiones en las que tendremos que luchar a pie empleando el gran arsenal con el que contará nuestro protagonista, o haciendo uso de sus extraordinarias habilidades.
La ciudad con la que nos encontraremos, que como es habitual en el género podremos explorar libremente, ofrecerá unas grandes dimensiones no solo en lo que respecta al plano horizontal, es decir, el perímetro de ciudad que podremos recorrer, sino que también se expandirá verticalmente, encontrándonos por tanto con unos rascacielos inmensos a los que podremos acceder ya sea escalando, saltando, o usando métodos más tradicionales como escaleras o ascensores. Por supuesto la ciudad, que estará repleta de vida, estará abarrotada de vehículos que podremos usar en todo momento, ya sea pilotándolos, cogiéndolos para lanzárselos a los enemigos, o pegándoles puntapiés para realizar el mismo acto. Todo dependerá de lo salvajes que queramos ser. Y es que una de las características más destacables en Crackdown la encontraremos en la gran libertad que se nos dará a la hora de solucionar todos los problemas que se nos irán presentando.
Nuestro protagonista, conforme vaya haciendo uso de sus habilidades, las irá mejorando como si de un juego de rol se tratara, por lo que realizar grandes saltos constantemente nos permitirá con el tiempo saltar a mayores distancias, o emplear las armas de fuego mejorará nuestra precisión. Del mismo modo, si lo que queremos es atacar a los enemigos no con las armas sino con el entorno, entonces haremos uso de nuestra fuerza bruta, que de nuevo mejorará conforme vayamos levantando coches, o reventando partes del entorno a base de puñetazos y patadas.
Por lo tanto, en este sentido el jugador se encontrará con una gran libertad en lo que respecta a cumplir las distintas misiones que conformarán la aventura central, y a la hora de recorrer libremente el entorno, puesto que se podrán combinar a la perfección distintos estilos de combate para mejorar la eficacia en los enfrentamientos con los enemigos, o simplemente para hacerlos más divertidos. Y es que por ejemplo, podemos pegarle patadas a los coches para arrastrar a los enemigos y aplastarlos contra las paredes, o cogerlos directamente y lanzarlos por los aires. Del mismo modo, con un salto podemos subir a lo alto de un edificio y desde la azotea, con el lanzacohetes en mano, comenzar a disparar en todas direcciones viendo como las detonaciones lanzan a los peatones y enemigos por los aires, y como las inmensas columnas de humo suben rápidamente al cielo.
El motor gráfico con el que están trabajando los desarrolladores también contribuirá a la hora de dotar de más libertad al jugador en lo que respecta a eliminar a los enemigos. De este modo, por ejemplo, gracias al potente motor de físicas podemos lanzar un vehículo al cielo y, cuando esté a punto de caer, disparar sobre él hasta que explote, lo que provocará que todos los individuos que se encuentren bajo él y sus alrededores salgan disparados por la detonación. Pero no serán únicamente las personas las que sufran las consecuencias, puesto que el entorno también se verá afectado: las farolas se tumbarán, los árboles saldrán volando y los vehículos de los alrededores se verán inutilizados.
Además, si lo preferimos, podemos arrancar una puerta de un coche y usarla como arma golpeando a todo el que se ponga por delante; o coger esa misma puerta, pegar un gran salto y, desde el cielo, dejar caer la puerta con todas nuestras fuerzas, lo que primero matará a todo aquel que se encuentre en el punto de impacto, y después abrirá una gran brecha en la carretera. Por último, otro detalle que seguro gustará a los admiradores de la destrucción sin sentido será que todo aquello que destrocemos o amontonemos –podemos hacer una torre de coches si queremos- quedará así para siempre, es decir, que no desaparecerá por arte de magia si nos alejamos un poco. Por lo tanto, podremos admirar nuestra obra sin miedo a perderla súbitamente.
Otro aspecto destacable en materia gráfica se encontrará en el diseño con el que se ha dotado a todo el juego. Intentando imitar la apariencia de un cómic, Crackdown utiliza un estilo gráfico similar al de los dibujos, con efectos especiales impresionantes –el fuego, el humo, etc.-, pero para nada realistas. En este sentido, los desarrolladores se han desmarcado del resto de compañías intentando ofrecer un estilo gráfico único, lo que seguro gustará a unos, y decepcionará a otros. Sin embargo, que la apariencia gráfica no impresione a primera vista no significa que el trabajo en este aspecto sea malo, como hemos comentado anteriormente en lo referente a la física, o al tamaño de la ciudad y la vida que en ella encontraremos.
En cuanto al apartado sonoro, sí se han seguido las pautas clásicas del género, es decir, ofrecer un gran repertorio de piezas musicales. Así, más de 100 melodías distintas bajo licencia darán identidad sonora a los personajes y a los lugares de Crackdown, lo nos permitirá identificar a los enemigos por la música que sonará en su entorno. Por supuesto, gracias al sonido envolvente la experiencia sonora promete ser magnífica. Por último, el cooperativo online permitirá que hasta dos jugadores se enfrenten al crimen combinando sus fuerzas, lo que augura grandes dosis de diversión por las posibilidades que se presentan. Si destruir el entorno de forma individual ya resulta divertido, imaginad lo que debe ser arrasar una ciudad junto a un amigo.
En definitiva, Crackdown es posiblemente uno de los títulos más interesantes de Xbox 360 de cara a un futuro próximo. Las posibilidades de juego que ofrece, el gran trabajo realizado en materia gráfica, y la incorporación de un modo cooperativo en un título de este estilo lo convierten en una de las mejores apuestas de Microsoft para estas navidades. Esperemos que se cumplan los pronósticos y estemos ante uno de los grandes de Xbox 360.
