Para muchos Bayonetta (2010) es el mejor hack and slash de la historia, el mayor exponente de un género que evolucionó desde los beat'em up clásicos en 2D al dar el salto a las tres dimensiones, con juegos como Devil May Cry (2001) y Ninja Gaiden (2004), quizá los otros dos grandes referentes del género, con todos los respetos para God of War (2005), que en sus inicios fue más considerado una aventura de acción.
Matices y gustos personales aparte, y sabiendo que la radical y sobrecargada estética de Bayonetta no fue del agrado de todos, como juego de acción o hack and slash, objetivamente hablando es prácticamente indiscutible, gracias a una jugabilidad impecable, y esto sí es subjetivo, cuatro años después nos sigue pareciendo el rey del género. Pese a ser alabado unánimemente por la prensa especializada, Bayonetta no fue el éxito de ventas que Sega y PlatinumGames se esperaban, convirtiéndose en un juego de culto cuya posible secuela fue durante mucho tiempo más que improbable. Hasta que en septiembre de 2012 Nintendo sorprendió a todos anunciando Bayonetta 2 en exclusiva para Wii U, financiando un proyecto que sabían que no les ayudaría a vender muchas consolas, pero que estaban pidiendo a gritos los jugadores más hardcore.
Lo pudimos probar por primera vez en el E3 del año pasado, con una demostración tan breve como espectacular, y este año hemos podido jugar a dos nuevos niveles, que no despejan demasiadas dudas, ni plantean nuevos interrogantes, tenemos bastante claro qué es Bayonetta 2: más y mejor de lo mismo, para bien y para mal –sobre todo para bien claro-. Porque al que no le convencieran ciertos excesos de aquel, como su desmadrada estética, o el exceso y longitud de las cinemáticas, aquí va a tener dos tazas. Gráficamente es todavía más sobrecargado si cabe, y los vídeos, para tratarse de una demo en una feria, eran larguísimos, y claro, todo el mundo se los saltaba.
Las novedades y los cambios son sutiles, y si no tienes muy fresco en la memoria la primera entrega, son casi imperceptibles. Por suerte en este E3 se anunció que el primer Bayonetta se incluirá junto a su secuela, en una conversión a 60fps estables, audio dual y tres trajes extra – la armadura de Samus Aran, y los trajes de Link y Peach- con sus propias habilidades, nuevos efectos de sonido y hasta sustitución de objetos, por ejemplo los clásicos anillos han sido cambiados por monedas cuando jugamos con Peach, y por rupias cuando la hacemos en forma de Link.
Pudimos probarlo acto seguido de jugar a la secuela, y es cuando nos dimos cuenta de que Bayonetta 2 es todavía más frenético y completo, con mayor variedad y cantidad de combos, algo que nos parece casi mágico, la cantidad de acciones que podemos realizar de manera natural con unos pocos botones. También nos sorprendió que técnicamente son demasiado parecidos, ambos con unos impecables 60fps y unos generosos dientes de sierra. La secuela pone más elementos en pantalla y estos son más complejos, pero el salto gráfico es menor del que esperábamos.
Al menos en las tres demostraciones que se podían probar en este E3 –la del año pasado más los dos niveles nuevos-, el juego no se cansa de intentar el más difícil todavía, de ser en todo momento espectacular y frenético, una acción que solo descansa durante las prolongadas cinemáticas. En uno de los niveles nuevos, el primer capítulo del juego, nos dejaban explorar un poco por la ciudad, comprobando que nos podemos meter debajo del agua y transformar en una especie de Leviatán, y tras unos combates contra una serie de inofensivos enemigos, se iniciaba una sucesión de jefes finales, tan impresionantes y divertidos como siempre, una marca de la casa de PlatinumGames.
Una de las novedades más destacables en lo que a mecánicas jugables se refiere es el Umbran Climax, una nueva técnica con la que en cualquier momento y durante un breve periodo de tiempo, invocamos a esas extrañas formas y criaturas demoniacas con las que en el primer juego acabábamos con los jefes finales. Cuando la barra de magia está llena y pulsando L, activamos este ataque que ilumina Bayonetta de color púrpura, surgiendo de nuevo su enorme caballera que toma distintas formas de ataque. Básicamente los mismos combos se mantienen, pero los ataques son más poderosos y los combos terminan con un ataque final bastante potente.
También en este E3 hemos visto que podremos controlar a un mecha, supimos el año pasado que habrá un modo cooperativo online para dos jugadores, uno controlando a Bayonetta y otro a Jeanne, en el que combatiremos a oleadas de enemigos, y del que no conocemos muchos más detalles, y habrá dos tipos de controles, el clásico y uno nuevo táctil, usando la pantalla del GamePad. Por lo demás no conocemos más novedades, que seguro las habrá, y esperamos que nos sorprendan en el producto final y se hayan guardado algunos secretos y ases bajo la manga, en una industria en la que cada vez nos destripan más los juegos antes de ponerlos a la venta, y la propia Nintendo se ha vuelto una maestra en esta discutible práctica.
El rey ha vuelto, larga vida al rey
Ya habiendo comprobado largo y tendido que la impecable jugabilidad del primer Bayonetta se mantiene intacta e incluso se mejora, solo nos queda por saber si el nuevo director, Yusuke Hashimoto, estará a la altura de Hideki Kamiya, un maestro realizando juegos de acción y en sorprender con todo tipo de variadas, alocadas y espectaculares situaciones. Una duda de la que no saldremos hasta que no tengamos el juego en nuestras manos, el próximo mes de octubre. Para los fans del género, sin duda uno de los títulos del año, para los que no lo son, ellos se lo pierden.