Hace unas semanas, en las oficinas de Ubisoft España, tuvimos oportunidad de probar por primera vez Prince of Persia: Rival Swords para la consola Wii de Nintendo. Como se anunció hace un tiempo, se trata de una adaptación a la nueva consola de Prince of Persia: Las Dos Coronas, el tercer juego de la nueva trilogía del Príncipe realizada por Ubisoft, que rescató a la saga del limbo para convertirla, a finales de 2003, en uno de los referentes de los juegos de acción y plataformas.
Hablar de Prince of Persia es hablar de uno de los clásicos del mundo del videojuego, pero esta nueva trilogía de Ubisoft ha desarrollado características propias que no se habían visto anteriormente, ganándose con todo derecho su estatus de referente en el género.
Además de combinar acción, exploración y plataformas, incluye el uso de las Arenas del Tiempo como elemento jugable –podemos rebobinar la acción si nos sale mal algo-, y un sobresaliente sistema de combate que, usando pocos botones, nos permite hacer gran cantidad de movimientos dependiendo del contexto en el que esté el Príncipe, el protagonista.
Esta tercera parte, titulada Las Dos Coronas pero que se llamará Rival Swords en Wii, nos cuenta el retorno del príncipe a Babilonia, que encuentra infestada de enemigos que se han hecho con el poder antaño en manos de su familia. Tras el primer nivel, se desencadena una maldición que todo lo cambia. Los enemigos se demonizan y se vuelven más poderosos, otros se convierten en monstruos y, en cuanto al príncipe, desarrolla una faceta oscura que se manifiesta de vez en cuando –en ciertos niveles, no en medio de la acción-, el Príncipe Oscuro. De ahí las Dos Coronas y las Espadas Rivales.
Una de nuestras mayores preocupaciones a la hora de probar Prince of Persia era ver cómo se había adaptado el juego a la consola Wii de Nintendo. Ubisoft se ha caracterizado en estos primeros meses de vida de la consola por mostrarle un gran nivel de apoyo a la máquina de Nintendo, lanzado juegos específicamente diseñados para ella (Red Steel y, hasta cierto punto, Rayman Raving Rabbids), y sobre todo adaptaciones de otros títulos que habían tenido éxito en otras plataformas. Viendo el resultado de Splinter Cell o Far Cry Instincts, donde hubo un destacado bajón de calidad, fue un alivio comprobar cómo Prince of Persia para Wii mantiene las virtudes del juego original e implementa un sistema de control que lo hace muy divertido aunque, avisamos, causa agujetas muy fácilmente.
Todo entra por los ojos en un primer momento, y en el caso de Prince of Persia Rival Swords teníamos curiosidad por comprobar cómo se había adaptado el apartado gráfico de PlayStation 2 a la consola Wii de Nintendo, superior técnicamente a la máquina de Sony pero con una capacidad técnica bastante cuestionada cuando se compara con las otras nuevas máquinas con las que actualmente compite. Visualmente Prince of Persia es muy parecido al original de PlayStation 2, con algún retoque aquí o allá como algo más de resolución en algunos elementos o un efecto visual algo más vistoso, pero en esencia lo visto en la versión original del juego, sin nada que se pueda definir como gráficos de nueva generación. Esto puede resultar decepcionante para los que esperasen un lavado de cara, pero la calidad gráfica de la versión PS2 era alta y el motor se ha adaptado muy bien; no hay ralentizaciones, ni fallos gráficos, ni nada que se le pueda parecer.
El sistema de control usa la detección de movimiento para numerosas acciones. Controlamos el movimiento del Príncipe con el stick analógico del nunchaku, y las acciones básicas con los botones principales del mando de Wii, el gatillo B para corretear por las paredes, el botón A para saltar y, adaptados al combate, el primero para cubrirnos y el segundo para saltar sobre el enemigo. Lo que era de esperar, y que se ha adaptado muy bien, es el sistema de combate; al estilo de Zelda, tendremos que dar espadazos con el Wiimote para que el príncipe los dé contra los enemigos.
Lo curioso de este sistema de combate a base de aspavientos es que nos exige sincronización. No basta con abanicar tres veces el mando de Wii para que el príncipe dé un combo de tres espadazos, sino que tendremos que hacerlo de forma sincronizada, acompañando con nuestros movimientos las animaciones del príncipe, lo que hace el sistema de combate algo más difícil de lo que podríamos esperar, pero también más divertido. Al comienzo de nuestra prueba, comprobando cómo teníamos que combatir, preferimos optar por técnicas menos exigentes, como saltar sobre los enemigos y darles un golpe por detrás, o darles una patada moviendo hacia los lados el nunchaku –otro de los movimientos con detección de movimiento. A medida que íbamos aprendiendo, cogíamos más soltura con los combos sincronizados.
Otro aspecto donde la sincronización es clave son las muertes sigilosas, una de las novedades de esta tercera entrega de Prince of Persia. En determinadas situaciones, el príncipe tendrá la oportunidad de caer sobre los enemigos y matarlos de un solo golpe viendo una espectacular secuencia cinemática. En el caso de la versión de Wii, tendremos que mover el mando en el momento adecuado –indicado por la propia secuencia- para lograr realizar el movimiento. Cuando sea el príncipe negro el que controlemos, tendremos que hacer con los mandos el movimiento de estrangular con la cadena.
El control del juego, lo más importante en esta versión, está por lo tanto implementado de un modo muy prometedor, combinando el control de un juego de acción en tercera persona estándar con una serie de movimientos con los mandos de Wii muy bien integrados aunque, como decíamos al comienzo del artículo, propensos a provocarnos agujetas al día siguiente si blandimos nuestra espada con cierto entusiasmo. A nivel gráfico el juego pinta del mismo modo bien, con un apartado similar al de la versión PlayStation 2. Con una serie de ligeras novedades en forma de alguna que otra nueva misión, Rival Swords llegará a las tiendas el 29 de marzo, al mismo tiempo que la versión PSP. Aunque no es un juego nuevo, llenará de forma sobresaliente un hueco en el catálogo de la consola Wii de Nintendo.
