Llega un momento en la vida del jugador en el que cuando se anuncia un videojuego y se muestran las primeras imágenes podemos asociar distintos personajes a un papel típico, cliché, debido en gran parte a la falta de ideas por parte de las desarrolladoras. Sin ir más lejos en esta generación hemos sido testigos del aluvión de personajes de élite curtidos en mil batallas que protagonizan la gran cantidad de juegos de acción en primera persona que hay en el mercado.
Sin embargo, en esta obra de Rainbow Studios -creadores de series como MX vs. ATV Unleashed o Splashdown - controlaremos a una araña y un escorpión -a cada cual más repulsivo-, alejándonos de la típica premisa de jugador protagonista equivale a joven guapo y carismático que tiene que salvar al mundo. En Deadly Creatures no lucharemos por vivir, lo haremos para sobrevivir.
El ciclo de la vida
El concepto de Deadly Creatures es bastante sencillo. Nuestro objetivo principal es sobrevivir un día más en el mundo y, si es posible, acabar el día con el estómago lleno y no con una viuda negra a la vuelta de la esquina. Decimos esto porque el juego se aleja de la típica historia con personajes que se mueven por sus propios intereses. Esto es la vida real y aquí los errores se pagan con sangre, así que si no queréis acabar vuestros días en el estómago de una serpiente o cualquier otro animal, habrá que poner todo de nuestra parte sin excepción alguna.
Como decíamos, encarnaremos a dos de los bichos más odiados por los humanos. El primero de los personajes será un escorpión que, armado con dos grandes pinzas y un aguijón venenoso, se trata de un formidable guerrero contra los enemigos en combate cuerpo a cuerpo, pues puede inyectar su veneno letal a la presa en un suspiro.
Sin embargo, nuestro segundo protagonista no será tan fuerte como el primero, ni falta que le hace, pues sus movimientos y su estilo de juego difieren por completo de lo que presenta el alacrán. Los movimientos que presenta la araña son mucho más discretos, más estratégicos, pues este animal no tiene grandes bazas ofensivas más allá de su repugnante aspecto y la fobia que presentan los humanos, así que tendremos que escondernos en la sombra y trazar un plan para acabar con nuestros enemigos y no acabar cazado. Por ejemplo, será nuestro principal objetivo tender trampas con nuestra red a los diferentes animales que veamos, así como envolverlos para una futura digestión por nuestra parte.

Y es que uno de los mayores atractivos que presenta este título es la cantidad de situaciones que pueden generarse en una misma fase, tanto si jugamos como el escorpión como si lo hacemos con la araña -iremos alternando a lo largo del modo historia-. Por ejemplo, si en un enfrentamiento contra un insecto mayor hemos sido heridos, no bastará con buscar el típico botiquín -que no existirá-, sino que tendremos que ingeniárnoslas para refugiarnos en un lugar seguro para después encontrar una presa fácil, apresarla y engullirla, restaurando así nuestra salud. Aunque como decíamos, hay que tener bien en cuenta el ciclo de la vida y la naturaleza, pues es posible que cuando estemos apresando a un insecto pequeño aparezca uno muchos más grande para tragarnos a nosotros, haciendo que nuestra comida salga de la escena aprovechando la confusión.