La teoría del psicoanálisis dice que la aparición de diversas patologías que pueden surgir en un individuo se debe a experiencias traumáticas vividas en el pasado. Dichos recuerdos, aunque olvidados por el consciente del individuo siguen latentes en su subconsciente. Un paciente tratado por psicoanálisis se somete a la hipnosis con el fin de sacar a la superficie estos recuerdos y así superarlos. Y es que ya lo decía Freud: la mente humana es como un iceberg, solo una novena parte de su masa (la parte consciente) flota sobre la superficie.
Este es el caso de Dan, el protagonista de Crush. Dan ha tenido una vida muy dura en el ámbito emocional, llena de altibajos e impactos. Como consecuencia de todo esto no consigue conciliar el sueño, y decide someterse a la hipnosis con el fin de ahondar hasta lo más profundo de su mente antes de perder la cordura por completo. Bajo esta metafórica premisa se esconde un título cuya originalidad va más allá del guión. Crush, el nuevo proyecto de Zöe Mode (antiguamente Kuju Brighton) para Sega pertenece a un nuevo subgénero dentro del campo de los juegos de plataformas, donde las dos y tres dimensiones dejan de oponerse para crear una simbiosis necesaria para avanzar.
A lo largo de los cuarenta niveles que compondrán el UMD nos encontraremos en un entorno tridimensional, plagado de saltos, objetos recolectables, y pequeños puzles que resolver. Los niveles estarán ambientados en escenarios que Dan ha vivido a lo largo de su vida y han permanecido en sus recuerdos, como una ciudad o una zona costera, pero siempre bajo una capa siniestra y oscura (no olvidemos que estamos en una mente atormentada).
En determinados momentos, cada vez más frecuentes conforme avanza la aventura, nos encontraremos con que las plataformas son demasiado lejanas, separadas por un abismo insalvable. Es en estos casos cuando deberemos "aplastar" el escenario para poder progresar. Esto es, todas las plataformas visibles desde la perspectiva de la cámara en el momento de "aplastar" se proyectan en el mismo plano, reduciendo así las dimensiones de dos a tres.
Esto nos permitirá pasar por plataformas hasta el momento inalcanzables con un pequeño salto o incluso caminando. También podremos resolver pequeños rompecabezas, como por ejemplo empujar una bola hasta donde deseamos para aplastar (esta vez literalmente) cucarachas que representan las pesadillas de Dan. Una vez hemos hecho uso de las bondades de las dos dimensiones, pulsando el mismo botón que nos llevó a este estado podremos volver a gozar de profundidad.
La cámara nos permitirá "aplastar" el escenario desde cualquier perspectiva, siempre que la movamos de 90 en 90 grados. También podremos visionar la acción desde arriba y "aplastar", lo que nos permitirá por ejemplo llegar a lugares que antes eran demasiado altos. Aquí yace el auténtico quid de Crush. Un único escenario tridimensional puede dar lugar a numerosas interpretaciones bidimensionales, multiplicando así el número de caminos a seguir en un nivel de forma casi inadvertida para el jugador. Un nivel puede ser más complejo de lo que parece a primera vista, lo que nos obligará a investigar cual es la mejor combinación de "aplastamientos", o desde qué perspectivas debemos actuar para alcanzar el lugar que deseamos.
Cuando nos movamos en dos dimensiones el desarrollo de la aventura no varía ni un ápice. Si bien jugablemente lo controlaremos como cualquier clásico de la era de 8-16 bits (desplazamiento a izquierda y derecha, salto y poco más) las dos dimensiones forman parte de la naturaleza del propio juego. Las dos y tres dimensiones se alternarán de forma continua durante la partida, y parte del éxito del juego dependerá de la correcta implementación de esta propiedad.
En definitiva, Crush es una vuelta de tuerca dentro del dilatado género de las plataformas. El original planteamiento y su innovadora puesta en funcionamiento han logrado que el título destaque entre los próximos lanzamientos para PSP, aunque todavía tiene que demostrar que la fórmula realmente funciona. Su lanzamiento está previsto para el próximo mes de julio, en exclusiva para la portátil de Sony.