Resulta curioso que con el enorme potencial que tienen los videojuegos para sumergirnos en sus mundos y contarnos sus historias de un modo único y especial, la gran mayoría de títulos que llegan al mercado prefieran fijarse en las técnicas narrativas de otros medios, como el cine o la literatura, para narrarnos sus relatos. A fin de cuentas, este hobby tiene un lenguaje exclusivo que solo es posible gracias a la posibilidad que nos da de interactuar y ser partícipes de lo que ocurre, algo que se pierde cuando, por ejemplo, las secuencias de vídeo y los documentos reclaman su protagonismo para desarrollar el guion, ya que son momentos en los que perdemos el control y pasamos a ser espectadores pasivos.
Ken Levine es uno de los creativos que más han ayudado a impulsar la narrativa propia de los videojuegos, como bien demuestran muchas de sus creaciones, entre las que destacan Thief: The Dark Project, System Shock 2 y BioShock, tres títulos importantísimos y muy influyentes que supieron fusionar a la perfección mecánicas, diseño y posibilidades jugables con unos relatos apasionantes que nos sumergían de lleno en unos mundos tan fascinantes como únicos.
Sin embargo, ya han pasado más de 10 años desde que nos deleitara con su última obra, BioShock Infinite. Quizá podríais pensar que ha aprovechado este tiempo para darse un descanso, pero la realidad es muy distinta, ya que no ha dejado de trabajar en su proyecto más ambicioso hasta la fecha. Efectivamente, hablamos de Judas, su nueva creación para PS5, Xbox Series X/S y PC que, a pesar de seguir sin fecha de lanzamiento, parece que tiene su estreno cada vez más cerca.
No en vano, tantoIGN como Geoff Keighley, el creador y presentador de The Game Awards, ya han tenido la ocasión de probarlo durante 5 horas y han podido compartir sus impresiones con él, así como una reveladora y extensa entrevista con Levine que nos ha permitido conocer una gran cantidad de detalles sobre el juego. Y la verdad, si cumple la mitad de lo que promete, apunta a ser un auténtico bombazo.
Una nueva forma de entender la narrativa en videojuegos
Así pues, nos encontramos ante una aventura de acción en primera persona que según describen, recuerda muchísimo en el combate a BioShock, tanto por la combinación de armas de fuego y poderes que ofrece como por todas las posibilidades que tendremos a nuestra disposición para aprovechar los escenarios y crear combos devastadores. Sin embargo, esta vez no estamos ante un título lineal, sino ante algo que promete ser muy diferente.
Su historia nos pone en la piel de Judas, una chica que viaja a bordo de la colonia espacial Mayflower, una gigantesca nave del tamaño de una ciudad que transporta a los últimos supervivientes de la humanidad al planeta Proxima Centauri, donde nuestra especie espera poder fundar un nuevo hogar. Por desgracia, las cosas no salen como estaban previstas, ya que la protagonista desvela una dolorosa verdad a los tripulantes: no son humanos reales, son robots.
Como podréis intuir, esto desata un profundo conflicto existencial en todos los habitantes de la nave, quienes son incapaces de lidiar con la realidad, lo que acaba derivando en el caos más absoluto y que la colonia se acabe convirtiendo en un infierno. Los motivos no los sabemos, pero en el transcurso de estos acontecimientos, Judas acaba muriendo y siendo "reimprimida" en un nuevo cuerpo, momento en el que empieza nuestra aventura.
Obviamente, nuestro objetivo será llegar hasta Proxima Centauri, aunque tenemos un par de "pequeños" problemas. Por un lado, no somos capaces de pilotar una nave de semejante tamaño por nosotros mismos, mientras que por el otro da la casualidad de que la Mayflower se encuentra varada actualmente en un campo de asteroides, los cuales irán impactando y destruyendo la colonia poco a poco a medida que avancemos en la aventura.
De este modo, nuestra esperanza para escapar con vida reside en los tres grandes líderes de la "ciudad": Tom, Nefertiti y Hope. Tom es el encargado de la seguridad y su única aspiración es que la misión de la nave llegue a buen puerto, mientras que Nefertiti es una doctora y bióloga que quiere crear una civilización formada únicamente por robots libre de los fallos de la humanidad. Por su parte, Hope considera que solo podrá librarse de su crisis existencial acabando con su propia existencia.
Para complicar un poco más las cosas, Tom y Nefertiti estuvieron casados y Hope era la hija adoptiva de ambos, por lo que la relación entre estos tres personajes promete ser muy compleja. Para rizar un poco más el rizo, los tres han perdido sus cuerpos físicos y nos odian por lo que hicimos, pero al igual que nosotros, saben que colaborar con Judas es la última esperanza que tienen de completar sus aspiraciones.
Es en este punto en el que entra en juego lo que el propio Levine ha llamado "narrativa LEGO", el principal motivo por el que este proyecto ha llevado tantísimos años de trabajo, pues la idea que el creativo quería llevar a cabo ha requerido crear un nuevo motor y desarrollar la tecnología capaz de hacerla realidad.
A lo largo del juego, interactuaremos muchísimo con estos tres personajes (con sus hologramas al menos), quienes nos pedirán favores y nos encargarán todo tipo de misiones, y dependiendo de lo que hagamos, habrá unas consecuencias u otras, ya que será imposible contentarlos a todos, pues no se llevan especialmente bien y sus intereses no podrían ser más opuestos.
Esto hará que nuestra relación con ellos evolucione constantemente, lo que derivará en numerosos eventos tanto narrativos como jugables que irán moldeando la experiencia de forma única para cada jugador. Los hologramas de estos tres líderes pueden aparecer, literalmente, en cualquier momento y en cualquier lugar, ya sea para contarnos nuevos detalles argumentales sobre algo o alguien, boicotearnos, tendernos una trampa, ayudarnos o intentar sobornarnos, y todo ello responderá única y exclusivamente a nuestras acciones y decisiones.
Por ejemplo, si ayudamos mucho a Tom, es posible que aparezca Hope para contarnos alguno de sus trapos sucios con el objetivo de intentar convencernos de que nos estamos equivocando al prestarle nuestra ayuda, mientras que si optamos por echarle un cable a Nefertiti en una misión, es posible que se sienta agradecida y nos ayude durante un combate tomando el control de una torreta para liquidar enemigos. Por supuesto, también puede darse el caso de que les enfade tanto algo que hagamos que les lleve a intentar boicotearnos, ya sea cerrando las puertas de una sala repleta de enemigos para que no podamos escapar o avisando a los enemigos de nuestra posición durante una infiltración sigilosa. ¿No les hacemos caso? Pues quizá opten por intentar cambiar de estrategia y "comprarnos" con una nueva y poderosa arma a cambio de prestarles nuestros servicios.
Como decimos, nada de esto será algo prefijado por el guion y todos los eventos y situaciones se irán generando de manera orgánica mientras jugamos sin arrebatarnos el control, lo que dará lugar a un mundo y a unos personajes muy reactivos que nos permitirán vivir nuestra propia historia. Para conseguir esto, Ghost Story Games ha creado una enorme cantidad de diversos elementos diseñados a mano que vendrían a ser algo similar a bloques de LEGO que el título se encargará de combinar de un modo u otro dependiendo de lo que hagamos durante la partida, así que se podría decir que el juego nos está estudiando constantemente para reaccionar en consecuencia y ofrecernos una experiencia personalizada.
Aquí también destaca otro aspecto muy importante sobre la que será su estructura, ya que se ha añadido un leve componente de roguelite a su desarrollo, pues cada vez que muramos seremos reimprimidos en un nuevo cuerpo y el diseño del mapa de la nave cambiará de forma semiprocedimental, momento en el que también podremos aprovechar para invertir todos los recursos que hayamos obtenido en mejorar y reconfigurar a nuestro personaje para probar nuevas estrategias.
Por cierto, las mecánicas de pirateo serán importantísimas, ya que Judas es una ingeniera especializada en manipular todo tipo de máquinas, así que podremos infectar a nuestros enemigos con numerosos virus para darle todo tipo de órdenes, como que se inmolen contra uno de sus aliados, que aterrorice a sus compañeros para que nos despejen el camino o incluso que se ponga a jugar a las cartas con sus amigos para que no nos presten atención.
Si a todo esto le sumamos que a nivel gráfico se ve realmente bien con una dirección de arte simple y llanamente espectacular que derrocha carisma y personalidad, lo que nos queda es un juego tremendamente ambicioso y muy prometedor que aspira a convertirse en un nuevo hito en la carrera de Levine. De hecho, no nos extrañaría que, a poco que cumpla con lo prometido, volvamos a estar ante otra obra capaz de marcar un punto de inflexión en lo que respecta a la narrativa y diseño de videojuegos.
¿La nueva obra maestra de Ken Levine?
Lo que sí que tenemos muy claro es que Judas va a ser algo único y muy especial que no va a dejar indiferente a nadie, una rareza distinta a cualquier otra cosa que hay actualmente en el mercado. Quizá salga mejor o peor, pero la intención de salirse del molde para hacer algo nuevo y diferente que eleve al medio está ahí, algo que siempre hay que valorar, pues son esta clase de productos los que ayudan a que la industria avance. Evidentemente, todavía tenemos que probarlo por nosotros mismos para comprobar que la acción y los combates funcionan tan bien como parece, que la historia sea interesante, que la narrativa LEGO sea capaz de generar nuevas y variadas situaciones constantemente y que las misiones están bien diseñadas, entre otras muchas cosas, pero ahora mismo hay motivos de sobra para mostrarse optimistas e ilusionarse con la nueva creación de un autor que se ha ganado a pulso nuestra confianza.
