En apenas un par de semanas podremos disfrutar por fin de Elden Ring, uno de los juegos más esperados y prometedores de los últimos tiempos. No en vano, estamos hablando de la nueva creación de FromSoftware, un estudio que en la última década nos ha dejado varias obras maestras y que nunca decepciona, por lo que no es de extrañar que las expectativas estén por las nubes, especialmente tras las buenas sensaciones que nos dejó nuestro primer contacto con él gracias a la beta que se celebró hace tan solo unos meses. Ahora, Bandai Namco nos ha dado la oportunidad de jugar sus primeras horas y ya podemos afirmar con casi total seguridad que Hidetaka Miyazaki y su equipo lo han vuelto a hacer creando una experiencia absolutamente increíble y sobrecogedora que es incluso mejor de lo que jamás pudimos llegar a soñar.
Gameplay comentado y nota de voz
Os motramos un gameplay comentado del esperado juego de FromSoftware, del que ya hemos jugado sus primeras horas:
También os contamos en un breve audio que nos han parecido estas primeras horas con Elden Ring:
Una gigantesca aventura con infinitas sorpresas
Así pues, nos encontramos con un nuevo soulslike que en vez de apostar por una serie de complejos niveles interconectados nos ofrece un enorme mundo abierto para que exploremos con total libertad. De este modo, viviremos una aventura de rol y acción en la que nuestras acciones al combatir están limitadas por una barra de resistencia y en la que deberemos subir de nivel, encontrar valiosas piezas de equipo y tesoros, luchar contra poderosísimos y desafiantes jefes, interactuar con extraños y enigmáticos personajes y sumergirnos en grandes mazmorras.
En muchos sentidos podríamos definirlo como Dark Souls 4 y si habéis jugado a dicha saga no tardaréis en sentiros como en casa, por lo que no os van a faltar unos controles casi idénticos y con apenas cambios, hogueras (bautizadas como Lugares de Gracias) en las que descansar y que hacen que los enemigos normales eliminados reaparezcan, una narrativa muy críptica y ambiental ni un sistema de muertes que nos hará perder todas las runas (puntos de experiencia) que llevásemos encima a menos que seamos capaces de volver al sitio en el que nos derrotaron sin volver a morir. Evidentemente, también hay novedades, como un nuevo botón dedicado en exclusiva a la acción de salto, la posibilidad de invocar una montura y luchar sobre su lomo o incluso la opción de movernos en sigilo para pasar desapercibidos, pero si hay algo que marca realmente la diferencia eso es su fascinante mundo abierto.
Desde el mismo momento en el que completemos la breve zona de tutorial y salgamos al exterior tendremos completa y absoluta libertad para ir hacia donde queramos sin más guía que nuestro sentido de la orientación y lo que veamos en el horizonte. Sí, hay un escueto mapa, aunque no está muy detallado ni tiene iconos de ningún tipo, por lo que la sensación de aventura al lanzarnos a lo desconocido es total.
La manera en la que el estudio ha trasladado su filosofía de diseño de niveles a un entorno tan grande y abierto es una auténtica pasada, creando un mundo muy artesanal y exquisitamente estudiado en el que hasta la colocación de la piedra más nimia tiene un sentido y un motivo de ser, lo que a la hora de jugar equivale a que siempre estemos viendo cosas interesantes y que nos llaman la atención, ya sea a corta, media o larga distancia.
Lo mejor es que todo eso que vemos siempre nos lleva a nuevas aventuras, descubrimientos, enemigos, jefes, lugares, mazmorras, tesoros, etcétera. Pero si hay algo que tienen en común todas ellas es su capacidad para sorprendernos y dejarnos con la boca abierta a cada paso que damos. No podemos detallaros demasiado para no arruinaros sorpresas, pero os podemos asegurar que en las 10 horas que hemos jugado no hemos parado de encontrarnos con nuevos tipos de criaturas, trampas loquísimas que nos han pillado con la guardia completamente baja, extraños personajes con sus propias y misteriosas tramas que nos han llevado a descubrir nuevos secretos y lugares en sitios que ni imaginábamos y mucho más.
Es una fuente inagotable de ideas a cada cual más enrevesada e ingeniosa que consigue hacer de nuestros viajes toda una aventura. Da igual que vaguéis sin rumbo fijo o que os dirijáis a un punto concreto que habéis divisado, siempre encontraréis algo que aporta y enriquece la experiencia con unas vivencias que nunca defraudan y que vuelven a dejar claro el talento de FromSoftware a la hora de diseñar mundos y niveles apasionantes.
Además, esto tiene todavía más mérito cuando te das cuenta de la escala que tiene el mapa del juego. Para que os hagáis una idea, el área que pudimos explorar en la beta es el doble de grande (puede que incluso más) en el juego final, pero la realidad es que toda esa región sería el equivalente a la Meseta de los albores de The Legend of Zelda: Breath of the Wild: una zona inicial en la que aprender a jugar y desenvolvernos antes de adentrarnos en su auténtico mundo abierto.
No os vamos a negar que hay momentos en los que nos hemos llegado a sentir incluso abrumados, ya que había tantos sitios que queríamos explorar que muchas veces nos costaba decidir nuestro siguiente paso, pero eligiésemos una cosa u otra, el título siempre se encargaba de recompensarnos con nuevas experiencias, aventuras y sorpresas completamente únicas que poco o nada tenían que ver con nuestras anteriores peripecias.
El reto de las mazmorras
Eso sí, no os vayáis a pensar que todo será recorrer un gran mundo abierto, ya que a lo largo de nuestra aventura tendremos que visitar multitud de mazmorras. Las opcionales son muy pequeñas y se pueden completar en apenas 10 minutos, siempre y cuando seamos capaces de derrotar al jefe que nos espera al final de las mismas. Aunque al principio tienen un diseño muy básico, lo cierto es que han ido mejorando a medida que avanzábamos y lo que inicialmente son simples pasillos en L van dando paso a estructuras más elaboradas y con más recovecos.
Sin embargo, el plato fuerte lo tenemos en las grandes mazmorras principales en las que deberemos adentrarnos para poder completar la historia, unos lugares gigantescos que nos ofrecen la vertiente soulslike más pura del juego. Como podréis intuir por esta descripción, aquí disfrutaremos de unos complejos laberintos de pasillos y salas donde nos aguardan todo tipo de enemigos, trampas, atajos, caminos alternativos, minijefes, secretos y tesoros.
Nosotros solo hemos podido explorar la primera de ellas, un descomunal castillo que nos ha fascinado con las retorcidas y locas ideas que han tenido sus desarrolladores para dificultar nuestro avance, algo que va ligado a un diseño de niveles espectacular y muy vertical que puede mirar de tú a tú a las mejores creaciones del estudio. Una auténtica maravilla que difícilmente podríamos haber disfrutado más.
Jefes a la altura de las circunstancias
Por supuesto, tampoco nos van a faltar grandes jefazos a los que enfrentarnos, muchos de los cuales nos han dejado con la boca completamente abierta, tanto por sus diseños como por sus propias mecánicas y la apabullante puesta en escena de la que hacen gala. Y sí, cuentan con numerosas fases, son realmente duros y aprendernos sus patrones será fundamental para sobrevivir a estos encuentros.
Evidentemente, los que se interponen en nuestro camino durante la historia principal son los más trabajados y elaborados, pero incluso aquellos que se esconden en las "minimazmorras" opcionales han sabido ofrecernos buenos combates. Y ojo con los que andan por el mundo abierto, probablemente los más originales y sorprendentes, obligándonos en algunos casos incluso a hacer uso de nuestra montura para igualar las cosas.
Una dirección de arte sobrecogedora
De su apartado audiovisual no os podemos detallar mucho ya que hemos jugado en streaming y los artefactos de la pantalla no nos han permitido disfrutar plenamente de sus bondades técnicas, aunque sí que hay algo que os podemos confirmar: su dirección de arte es una auténtica maravilla. Desde los espectaculares diseños de los enemigos hasta los sobrecogedores y gigantescos escenarios que visitaremos, pasando por la fascinante arquitectura de muchas de sus estructuras y edificios o el uso tan único que hace del color, todo está cuidadísimo con un mimo y una atención al detalle que roza lo enfermizo. Todo un festín para cualquier amante de la fantasía oscura.
La banda sonora tampoco decepciona gracias a una serie de épicos temas orquestales que se encargan de realzar la intensidad de las batallas contra los jefes, aunque ahora también podremos disfrutar de una serie de composiciones de corte ambiental que nos acompañarán en nuestros viajes de forma muy sutil. Los efectos son variados y muy reconocibles, y el doblaje inglés nos ha parecido bastante bueno gracias a una selección de voces y unas interpretaciones que dotan de muchísima personalidad a los personajes con los que nos encontramos.
¿El mejor juego de FromSoftware?
Como veis, estamos completamente enamorados de Elden Ring y este nuevo contacto con él nos ha dejado muy claro que tiene todas las papeletas para convertirse en el mejor juego de FromSoftware a poco que sus primeras horas sean representativas del resto de la aventura. Evidentemente, todavía nos quedan muchísimas cosas por ver, así como sistemas y mecánicas que explorar en profundidad antes de poder terminar de afirmar esto con total rotundidad, pero pocas dudas nos quedan ya de que se avecina una nueva obra maestra que aspira a lo más alto del Olimpo de los videojuegos y que tiene el potencial suficiente para revolucionar lo que significa vivir una gran aventura de mundo abierto.
Hemos realizado este análisis tras jugar unas 10 horas en streaming gracias a un evento online al que hemos sido invitados por Bandai Namco.
