Los aficionados al terror que nos hemos pasado los últimos años deseando que se volviesen a tomar el género "en serio" no podríamos estar más contento. Como dicen, parece que nuestras plegarias han sido escuchadas, y de nuevo las compañías editoras vuelven a ver los juegos de miedo como títulos con posibilidades comerciales. Servidor no podría estar más contento, y más cuando estos juegos tienen tanto potencial como lo tiene The Evil Within.
Shinji Mikami retoma el terror justo donde lo dejó, en Resident Evil 4, y todo parece evolucionar por el camino correcto. The Evil Within es como si Resident Evil 5 hubiese sido una secuela fiel, y se hubiese centrado en el terror "tradicional", introduciendo algunas nuevas ideas pero sin irse por las ramas ni en la ambientación ni en la acción. Al menos, eso es lo que parece por el momento.
"Si eres fan del género, juégalo en difícil", nos aconsejaba uno de los desarrolladores que nos acompañaba. Como antaño, la dificultad afectará tanto a la acción como a los puzles, por lo que os transmitimos este consejo de cara al lanzamiento del juego. Sólo pudimos probar las dos primeras dificultades de cuatro, pero si queréis una buena experiencia survival horror creemos que habrá que jugar en la más alta. La demo comenzaba frente a una mansión, típica y tópica del género, pero que hoy en día hasta echamos de menos. Hasta la llegada podíamos explorar el entorno, pudiendo encontrar algunos secretos y objetos, así como estancias, que de otra manera habrían pasado desapercibidas para nosotros.
Ya una vez en la mansión llegará el momento de enfrentarnos a los primeros enemigos. El sistema de combate es muy parecido al de Resident Evil 4, aunque más ágil. Aun así, los enemigos nos parecieron superresistentes, llegando a recibir tres y cuatro disparos en la cabeza antes de morir. Y eso sin contar los que llevan algún tipo de protección, como una máscara que necesitarán todavía más disparos.
Por suerte, tenemos también un método alternativo de matarlos: quemarlos. Si por ejemplo vemos a uno de esos enemigos que van a necesitar demasiados disparos en la cabeza podemos dispararle a las piernas o golpearlo para tirarlo al suelo y, una vez ahí, prenderle fuego con cerillas. Sólo podemos llevar un máximo de cinco cerillas –al menos en la demo–, por lo que serán algo a dosificar también. Quemar a los enemigos también sirve para garantizar que no se van a volver a levantar, ya que a veces no mueren del todo y al volver a pasar por un pasillo ¡sorpresa!
Aparte, hay enemigos que no podremos ni siquiera derrotar, y de los cuales tendremos que huir o escondernos. Ya sea a carrera limpia o utilizando mecánicas de infiltración –tenemos un botón para movernos silenciosamente, y además podemos escondernos en diferentes zonas–, habrá que esperar a que esta presencia aparentemente inmortal se canse de nosotros. Aparte, también habrá trampas a evitar –como las que vimos en Resident Evil 4– y más peligros que todavía no hemos visto. Hablando de más cosas heredadas del juego de Capcom, hay barriles y jarrones que romper, y que puntualmente nos darán objetos.
Por otra parte, están los puzles. En general nos han parecido bastante accesibles en este segundo modo de dificultad, así que confiamos que las cosas se compliquen en modos más complejos. Desde escuchar un audio e interactuar en consecuencia con un cerebro, a buscar las ruedas y la combinación de una caja fuerte, las ideas están bien ejecutadas, aunque lejos de maravillas como el puzle de piano de Silent Hill.
El diseño del escenario nos ha encantado, ya que como decíamos, es una mansión clásica del género, con diferentes estancias y un muy acertado estilo visual. Hemos jugado la versión de Xbox One, y luce genial, aunque con las mismas bandas arriba y abajo que tanto molestan a algunos en The Order: 1886.
La demo que hemos probado nos dejaba en el capítulo 9, por lo que estábamos bastante avanzados en la historia. Sinceramente, no teníamos ni idea de lo que estaba pasando, aunque sí podemos contaros que parte de la historia se relata con unas especies de flashbacks en los que personajes de otro tiempo hablan entre sí, manifestándose en el escenario en el que estamos en ese momento. Aparte, obviamente, hay cinemáticas y tal.
Hablando de esto, hemos podido jugar la demo con el doblaje en castellano, que nos ha dejado sensaciones bastante enfrentadas. En algunos momentos las voces cumplen a la perfección, mientras que otras son totalmente ficticias e incluso rompen la ambientación. Suponemos que habréis visto uno de los vídeos del juego en el que se activa una trampa que nos arrastra a una muerte segura. Pues bien, en Español nuestro protagonista suelta un "¡Mierda!" más propio de recordar que tienes que levantarte a por el mano a distancia de la tele que de estar al borde de un brutal asesinato.
El juego que tanto tiempo llevamos esperando llega en el peor momento
The Evil Within parece ser el juego que cualquier aficionado de los juegos de terror lleva esperando desde hace ya muchos años. ¿Por qué el peor momento? Porque a pesar de pintar excelentemente bien, sale en un mes totalmente saturado de grandes lanzamientos, incluido otro juego de terror que se le adelanta como es Alien: Isolation. Pensamos que tanta competencia no va a hacerle demasiado bien, y si al final sucede que las ventas no están a la altura, las editoras volverán a pensar que no hay lugar para los survival horror en el mercado.
Pero teorías aparte, The Evil Within por ahora nos ha devuelto la fe en el género. Hay muchas ganas de pasar miedo, y aunque estamos tremendamente agradecidos a los estudios independientes por sus títulos que han mantenido el género vivo durante una generación, también hay ganas de pasar miedo a lo grande. Aficionados al terror, marcad a fuego su lanzamiento en el calendario, el próximo 17 de octubre.