Desde que Disney adquirió la jugosa licencia de Stars Wars la multimillonaria saga creada por George Lucas ha vuelto con fuerza a nuestras vidas, y estas navidades vamos a poder disfrutar de dos productos muy esperados, tanto en las salas de cine como en nuestros hogares. Por un lado tendremos el estreno del octavo episodio, Star Wars: Los últimos Jedi, y por otro podremos disfrutar en PS4, Xbox One y PC de Star Wars Battlefront II, una secuela que llega con ganas de resarcirse y quitar el mal sabor de boca que dejó a muchos el anterior juego.
Aunque nadie discutió que audiovisualmente era espectacular y muy divertido de jugar, la falta de un modo historia, la escasez de contenidos o la ausencia de batallas espaciales fueron aspectos muy criticados, y el nuevo Battlefront tendrá todo eso y mucho más. En el paso E3 ya pudimos probar la campaña para un jugador, y hace unas horas en la gamescom 2017 hemos podido jugar por primera vez el modo Asalto de cazas estelares, en el que pilotamos naves tanto imperiales como rebeldes.
En este modo el gran protagonista un gigantesco destructor estelar imperial, que nos toca defender si jugábamos en el bando de "los malos" (el Imperio), y destruir si nos toca jugar del lado de los buenos (la Alianza Rebelde). Además de que no hubiera combates en el espacio, uno de los puntos débiles de las batallas de naves del anterior Battlefront era su escasa profundidad, y aquí Criterion (los creadores de Burnout, que se encargan de esta parte del juego), han querido que este modo sea más complejo y profundo.
No en los controles, sigue siendo muy arcade y sencillo de controlar, con el control del acelerador, un disparo principal, tres habilidades especiales y la posibilidad de jugar en tercera persona o desde la cabina, sino por ser un modo de juego con más capas, teniendo que afrontar una serie de objetivos que van cambiando a lo largo de la partida, lo que hace que no se haga tan monótono.
Para destruir el destructor imperial, situado sobre el planeta Fondor, los rebeldes tenían que cumplir tres objetivos: primero destruir las defensas imperiales, que constituyen distintos tipos de naves y torretas; luego entrar en el corazón del destructor y eliminar sus escudos, y por último desactivar unos acoplamientos de energía en el exterior de la nave y dejar el reactor vulnerable para poder destruirlo.
En ninguna de las partidas que jugamos los rebeldes consiguieron cumplir su objetivo, ya que en un primer contacto el rol del Imperio es mucho más sencillo de asimilar, defenderse y acabar con todo, mientras que los rebeldes se tienen que coordinar un poco, y protegerse la retaguardia cuando entran en las entrañas del destructor, o aprovechar la ventana de oportunidad que se produce cuando se desactivan los acoplamientos de energía y el reactor queda expuesto.
Aunque sigue siendo igual de divertido pilotar y combatir, el hecho de que no solo tengas que eliminar naves enemigas, sino además cumplir una serie de objetivos, hacen que este modo de batallas espaciales sea mucho más divertido. Por ejemplo, es muy desafiante y emocionante cuanto tienes que pilotar por los estrechos pasillos del destructor para destruir los escudos, y se dan situaciones que de otra manera no serían posibles.
Al empezar la partida o reaparecer podemos elegir entre tres tipos de naves distintas. En el caso de los rebeldes son el clásico caza estelar T-65B Ala-X, los más rápidos y agresivos para atacar todo tipo de objetivos; los rápidos Ala-A, perfectos para tareas de escolta y caza, pero muy frágiles; y los Ala-Y, lentos pero muy potentes, con un gran armamento.
En el lado del Imperio podemos elegir el caza TIE, tan veloz como letal, todo un clásico; el Intercerptor TIE, rápido y muy bien armado; y el Bombardero TIE, el más lento pero el más mortífero. Como veis, podríamos hablar de los tres tipos de naves en cada bando: interceptores (ligeras), cazas (medianas) y bombarderos (pesadas), pero no son las únicas, porque además tenemos los vehículos de héroe.
En el primer Battlefront los héroes tanto combatiendo a pie como con las naves se conseguían activar al recoger un ítem, en un sistema un tanto injusto y arbitrario. Esto se ha arreglado por completo en la secuela y ahora podemos elegir los héroes cuando hemos conseguido los suficientes puntos, como si se tratara de las clásicas rachas de bajas de los shooters actuales, aunque aquí nos dan puntos por realizar acciones muy variadas, no solo por eliminar rivales.
Podemos acceder a varios vehículos legendarios, como el Halcón Milenario de Han Solo, que ya estaba en el anterior juego, o Esclavo I de Boba Fett, y nuevas naves, como la Cimitarra de Darth Maul, que cuenta con un dispositivo de camuflaje muy útil, o Negro Uno de Poe Dameron, el nuevo personaje que aparecía en El despertar de la Fuerza, y que cuenta con una habilidad que puede revelar la posición de los enemigos a los compañeros de equipo. Una de las peculiaridades de este nuevo Battlefront es que incluye contenidos de las tres trilogías de películas, y estos no están aislados, sino que se mezclan.
Si en el anterior juego se enfrentaban un máximo de 20 jugadores, aquí la cifra se amplía hasta 24, aunque sigue habiendo naves controladas por la IA, que ayudan a hacerte sentir que estás en una enorme y épica batalla, y que sirven para que hasta los jugadores más torpes se sientan útiles, aunque sea derrotando minions.
Combatir con naves en el espacio nos ha parecido muy entretenido, y si en la anterior entrega jugabas un rato y te cansabas pronto de este modo, aquí parece que hay materia suficiente como para que te apetezca jugar más a menudo. Queda por saber cuántos modos de juegos y mapas distintos tendrán las batallas de naves, y si son capaces de entretenernos y sorprendernos con diferentes tipos de situaciones. Pero teniendo en cuenta que no deja de ser el tercer pilar más débil del juego (por detrás del multijugador competitivo "a pie" y el modo campaña), hay que reconocer que está muy trabajado.
Audiovisualmente vuelve a ser un espectáculo, con momentos que parecen sacados directamente de las películas, o que incluso las superan, y detalles como la iluminación, el humo o los efectos de partículas son incluso mejores que los del primer juego. Es algo que no se aprecia en un vídeo a través de internet, pero ya lo comprobaréis desde vuestras casas. Y el sonido otra vez vuelve a ser sobresaliente, la contundencia de los efectos, cómo te envuelven los disparos, o lo bien diferenciados que están los sonidos de cada nave, y detalles tan chulos como oír gritar a Chewbacca cuando el Halcón Milenario es muy dañado.
Un festín para los fans de Star Wars
Si el anterior Battlefront ya fue un producto prácticamente imprescindible para los fans de esta saga, pese a sus carencias, esta secuela, que es un juego mucho más completo en todos los sentidos, va a ser un auténtico motivo de celebración para los entusiastas seguidores de Star Wars. Se pondrá a la venta el 17 de noviembre, y veremos a ver hasta dónde llega, y si en esta ocasión consiguen dejar a todo el mundo satisfecho.
Hemos jugado a Battlefront II en un evento celebrado por Electronic Arts en la gamescom 2017 al que fuimos invitados.
