Después del éxito tanto de crítica como de público de Far Cry 3 (2012) y Far Cry 4 (2014), parece que Ubisoft tiene la intención de aumentar el ritmo de producciones de esta saga, y dentro de muy poco podremos disfrutar de Far Cry Primal, una aventura de acción en mundo abierto que mantiene todas las señas de identidad de la serie, pero que nos lleva a una ambientación sorprendente y nada habitual en el mundo de los videojuegos, 12.000 años atrás en el tiempo.
Ya hemos podido jugar las primeras horas de la aventura y nos ha sorprendido como pese al radical cambio de ambientación, se sigue sintiendo como un Far Cry, y no se echan de menos las armas de fuego o los vehículos, siendo igual de divertido cuando se afrontan las situaciones con acción directa o con sigilo. Sin ánimo de ser un simulador de supervivencia, sí que han querido que la búsqueda de recursos y la caza sean importantes en el desarrollo del juego, y los animales juegan un papel fundamental, ya sea como enemigos, como aliados o como víctimas.
La peligrosa y atractiva Edad de Piedra
Nosotros interpretamos a Takkar, un cazador experimentado que es el único superviviente de una desafortunada partida de caza, teniendo que sobrevivir en solitario en los primeros minutos de la partida, hasta que descubre la salvaje y bella tierra de Oros, donde se desarrolla toda la aventura. Aquí conocerá a otros personajes que le echarán una mano, y poco a poco tendrá que ir construyendo su propia aldea, mientras se enfrenta a una tribu rival de caníbales.
La fértil Oros está repleta de recursos naturales, que tendremos que recoger para construir nuestras propias armas y herramientas, como un arco, un garrote o lanzas, con distintas variaciones y mejoras. Aquí no hay tiendas, y por tanto necesitamos madera, minerales y plantas para construir consumibles como flechas, lanzas o medicinas. También necesitamos la piel y la carne de los animales para construir equipo y curarnos, por lo que hay que ponerse a cazar desde el principio de la aventura.
Apretando en cualquier momento el stick derecho activamos la visión de cazador, un recurso muy habitual en aventuras de mundo abierto que sirve para destacar los elementos clave del escenario. Los objetos que podemos recoger, los enemigos, o por ejemplo el rastro que ha dejado un animal herido, ya que cuando les tiramos una flecha, si no acertamos en la cabeza, huyen mal heridos hasta caer muertos a decenas de metros.
Lo que más nos ha gustado de la jugabilidad en estas primeras horas es el perfecto control del arco, un arma que nunca es sencilla de dominar en otros juegos, sobre todo a la hora de disparar a blancos en movimiento, pero que en Far Cry Primal se utiliza a las mil maravillas, y hemos realizado abundantes disparos en la cabeza sin demasiados problemas. Los enemigos también cuentan con las mismas armas que nosotros, y es curioso cómo se desarrollan entretenidos "tiroteos" con el arco, con nuestros rivales cubriéndose detrás de diversos elementos de los escenarios como los árboles.
El combate cuerpo a cuerpo también está bien resuelto, con los poderosos garrotes y las lanzas, un arma que podemos utilizar tanto para atacar de cerca como a media distancia al tirarla, siendo un ataque poderosísimo capaz de eliminar a un enemigo de un solo golpe. A la hora de cazar grandes animales como osos o mamuts las flechas no nos servirán de mucho, y tendremos que utilizar a fondo las lanzas. Estas son un recurso limitado, y tenemos que construirlas o recogerlas de los cuerpos de los enemigos una vez los hemos eliminado.
El señor de las bestias
Al principio de la aventura los ingredientes son los habituales de cualquier Far Cry, exploración y libertad de acción para resolver las situaciones de diferentes maneras, solo que utilizando armas más rudimentarias, y un mayor peso en la jugabilidad de la recolección de recursos y la caza de animales. Pero pronto descubrimos una de las mayores novedades de esta entrega, la posibilidad de utilizar animales como aliados. El primero que desbloqueamos es un búho que viene a sustituir a la tradicional cámara de fotos, que utilizamos para volar por el escenario y marcar a los enemigos.
Más adelante incluso podemos realizar un ataque que elimine a algún que otro rival tirándolo de una atalaya, e incluso la posibilidad de lanzar bombas primitivas desde las alturas, algo que no pudimos disfrutar en esta demo. Una vez que ya hayamos desbloqueado la posibilidad de domar animales, tendremos libertad para hacernos amigos de diferentes especies: lobos, perros salvajes, jaguares, osos, leopardos, etcétera, cada uno con sus propias características de fuerza, velocidad y sigilo. Por ejemplo si queremos asaltar un campamento sin ser detectados lo más conveniente será utilizar un sigiloso jaguar, y si queremos atacar a pecho descubierto lo mejor será invocar un salvaje oso.
El proceso de domesticar un animal es bastante sencillo, basta lanzar un trozo de carne y acercarse con cuidado para iniciar el proceso, y una vez que hayamos desbloqueado una especie ya no será necesario domarla más veces. Tenemos un menú en el que en cualquier momento podemos cambiar de animal de compañía, y podemos darles sencillas órdenes, como que se dirijan a un punto concreto del escenario o que ataquen un blanco. Los animales pueden caer en combate, y tenemos que curarles o resucitarles dándoles un trozo de carne.
Los animales aliados son el ingrediente jugable más novedoso, en una aventura de acción en mundo abierto que por lo demás cumple a rajatabla la fórmula Far Cry. Una serie de misiones principales que hacen avanzar la historia, un montón de misiones secundarias y coleccionables, puestos que desbloquean viaje rápido, un completo árbol de habilidades desbloqueando nuevos movimientos y mejoras del personaje, un amplio inventario que también podemos ir potenciando, y sobre todo un gigantesco y bello mundo abierto que es un placer explorar, lleno de peligros y eventos inesperados.
Hay muchos detalles que nos han gustado, como que por la noche cambien las reglas del juego, con diferentes tipos de animales, como depredadores que salen a cazar, siendo importante el uso del fuego. Tanto para iluminarnos y guiarnos por los escenarios como para ahuyentar a algunos animales, o incluso quemar los campamentos enemigos. Algo que lleva presente desde los primeros Far Cry, pero que parece que se va a explotar bastante en Primal, pudiendo prender fuego a las flechas o al garrote en cualquier momento si tenemos grasa disponible en el inventario.
La ausencia de vehículos no se echa de menos, y para que no nos demos caminatas innecesarias han apostado porque el viaje rápido esté disponible desde cualquier lugar del mapa, pudiendo viajar a cualquier puesto que hayamos desbloqueado previamente. Esto no quiere decir que no haya medios de transporte, y más adelante en la aventura podremos montar sobre ciertos animales para desplazarnos, incluidos los mamuts, como si se trataran de los elefantes de Far Cry 4
También parece que será interesante la creación de nuestra aldea, que nos ha recordado a la Hacienda Ghale en Far Cry 4, pero mucho más elaborado. En diversas misiones podremos ayudar a otras personas en tareas de escolta, o rescatando a rehenes de las manos de los enemigos, y todos estos personajes se vendrán a vivir con nosotros. Poco a poco iremos aumentando el tamaño de la tribu, y podemos mejorar los hogares de los personajes, desbloqueando nuevas ventajas y misiones. Es una aventura en la que hay muchas cosas por hacer, pero no nos ha parecido que haya mucho relleno, todo tiene cierto sentido en el diseño del juego y sirve para algo.
Pudimos jugar aproximadamente unas cuatro horas, y pese a estar enormemente familiarizados con la saga nos sorprendió lo entretenido que es en todo momento, y cómo han conseguido que con un "simple" cambio de ambientación la fórmula no muestre síntomas de agotamiento y siga muy vigente. Si os gusta lo que ofrece habitualmente la serie y os resulta atractiva la nueva ambientación, os va a encantar Far Cry Primal.
Jugamos a una beta en su versión para PlayStation 4, y si ya jugasteis a Far Cry 4 en las nuevas consolas os podéis hacer una buena idea de cómo se ve, ya que usa el mismo motor gráfico y apenas hemos notado mejoras. 1080p de resolución, 30fps muy estables y sí hemos notado que las animaciones de los animales están más cuidadas que en anteriores entregas, algo que tiene sentido al haber cobrado un mayor protagonismo en esta entrega. Como curiosidad el juego no cuenta con voces en inglés ni en español, ni en ningún otro idioma contemporáneo, ya que los personajes hablan en wenja, un idioma primitivo que nos ayuda a meternos más de lleno en esta exótica ambientación, y que podemos entender gracias a los subtítulos en español.
Desata tu lado más salvaje
Hemos jugado lo suficiente para poder afirmar sin temor a equivocarnos que Far Cry Primal va a ser un gran juego, que va a encantar a los seguidores de la saga. Es un requisito imprescindible que te atraiga su peculiar ambientación, y por supuesto las aventuras de acción en mundo abierto, pero si cumples estas dos condiciones es un juego que te va a dar un gran número horas de entretenimiento de mucha calidad. Far Cry Primal se pondrá a la venta el 23 de febrero en PlayStation 4 y Xbox One, y a principios de marzo llegará a PC.
Hemos visitado las oficinas de Ubisoft en España para jugar a una beta de Far Cry Primal en su versión de PlayStation 4.
