Anunciado junto a la consola en febrero del año pasado, DriveClub iba a ser uno de los juegos de lanzamiento de PlayStation 4, y el primer título de la consola en ofrecerse a los suscriptores de PlayStation Plus, en una versión reducida, pero que les permitiría probarlo a fondo. Al final no estuvo listo para el lanzamiento, se retrasó sin fecha definida, y hace muy poco hemos sabido que llegará por fin el 8 de octubre, casi un año después de lo inicialmente previsto.
Y todo esto que ha pasado no nos sorprende mucho la verdad. Pudimos probarlo en junio del año pasado durante el E3, en una versión muy prematura, y costaba imaginar que un juego que estaba tan inacabado estaría listo para el lanzamiento de la consola pocos meses después. Ahora que lo hemos podido jugar a fondo, en una versión muy avanzada, casi parece un juego completamente distinto, tanto en lo jugable, como en lo visual, donde ha dado un salto realmente sorprendente.
Muchos seguro que os estaréis preguntando si DriveClub es realmente un juego de nueva generación, tanto en lo visual como en lo jugable, algo que han conseguido muy pocos títulos hasta el momento tanto en PlayStation 4 y Xbox One, por no decir casi ninguno. Y sí, por muchos motivos, DriveClub es exactamente lo que esperamos de un juego de nueva generación, tiene un apartado gráfico que hubiera sido imposible llevar a cabo en las anteriores consolas, y propone un concepto de juego que no habíamos visto hasta ahora.
Si sois fans de los juegos de conducción arcade seguro que también los sois de los británicos Criterion Games, los creadores de la serie Burnout, que desde que fueron adquiridos por Electronic Arts también han realizado un par de Need for Speed. Ellos han realizado una de las mayores aportaciones al género de la conducción en los últimos años, el Autolog, el convertir toda la experiencia en algo social, incluso aunque estemos jugando solos, conectándonos y comparándonos constantemente con nuestros amigos y otros corredores, una manera muy inteligente de motivarnos a jugar más y más, para batir las marcas e hitos de otros jugadores.
Pues bien, DriveClub ofrece algo parecido pero mucho más ambicioso, va un paso más allá, y creemos que va a marcar un antes y un después en la manera de integrar las funciones sociales en un videojuego, y quizá no solo de conducción. Ofrecerá por supuesto un clásico modo para un jugador, llamado Tour, y carreras online para hasta 12 jugadores, pero hagamos lo que hagamos, siempre estaremos cooperando y compitiendo con/contra otros jugadores, y no dejaremos de recibir alicientes para seguir corriendo, en un juego tan largo que promete ser infinito.
Algo en lo que más se ha trabajado este año de retraso ha sido en su llamado menú dinámico, la interfaz por la que nos movemos entre carrera y carrera y en la que gestionamos todo, algo muy importante en un juego con tantas posibilidades como este. Y por lo que hemos visto y probado la verdad se ha hecho un gran trabajo, es rápida, intuitiva y práctica, y fácil de entender desde el primer momento. Tenemos acceso rápido a nuestro garaje, el club, el modo para un jugador, gestionar las invitaciones y las carreras online, pero lo que es más importante, en la pantalla de inicio vemos en tiempo real la actividad de otros jugadores, de una manera muy similar a como nos lo ofrece la interfaz de la propia PlayStation 4.
De esta manera vemos las victorias y récords de los miembros de nuestro club, si un amigo ha batido alguna de nuestras marcas, y si se han creado nuevos desafíos, entro otros muchos tipos de avisos. Es un juego en el que no paran de generarse nuevos contenidos, ya que cualquier jugador, después de cada carrera, puede crear un desafío y ofrecerlo a la comunidad. Con un coche y circuito concreto, para batir una marca de tiempo, de derrape, de velocidad máxima, el superar de la mejor manera posible determinada curva, las posibilidades son enormes, y el juego siempre es gratificante, consiguiendo puntos ya sea para tu progreso de jugador o para el propio club.
Todo lo que haces suma tanto para uno como otro, en clubes de seis jugadores en los que los hitos individuales de cada miembro aportan al conjunto del equipo, progresando y desbloqueando contenidos en conjunto. No hace falta coincidir con tus amigos a la misma hora y correr carreras online, cada uno por su cuenta puede ir aumentando el nivel del equipo a su propio ritmo. Por supuesto si coincides y juegas a través de internet las bonificaciones son aún mayores, pero esa sensación de pertenencia a un club, a un equipo, está siempre presente, independientemente de a qué hora juegues, y si lo haces mucho o poco.
En la línea de los juegos de acción multijugador más recientes, que intentan ser siempre gratificantes, incluso aunque no ganes una partida, DriveClub hace algo parecido, y en cada carrera, por mal que lo hayas hecho, seguro que has conseguido rascar unos cuantos puntos bastante jugosos. Porque has batido un récord que había en una curva del circuito, has conseguido el mejor tiempo de una sección, batiste la velocidad máxima en una recta que tenía un amigo, siempre hay desafíos y retos extra dentro de las carreras, además del obvio que es intentar quedar primero.
55 circuitos repartidos en cinco localizaciones - India, Escocia, Noruega, Canadá y Chile- y 50 coches, carreras, contrarreloj y pruebas de derrape, un modo Tour con 50 eventos en los que encontramos distintos objetivos que cumplir, carreras online e infinidad de desafíos, que no se dejan de generar a cada momento, y nuevos contenidos que llegarán después del lanzamiento, en una juego que no dejará de crecer y actualizarse una vez se ponga a la venta. Es una apuesta importante y ambiciosa, y se nota que Sony piensa apostar fuerte por ella. También estará disponible en el lanzamiento del juego una companion app gratuita, para dispositivos iOS y Android, y además de poder gestionar el club desde ella, podremos ver hasta partidas en streaming.
Sensaciones al volante
¿Y qué tal se juega a DriveClub? Conociendo el pasado reciente de sus creadores, Evolution Studios, responsables de la saga Motorstorm, anteriormente de los juegos de rally WRC para PlayStation 2, se podría pensar que estamos ante un juego cien por cien arcade, muy alejado de un simulador. Y sí, DriveClub se puede considerar un arcade, es accesible y cualquiera puede jugar sin problemas desde el primer minuto, por novato o experto que seas en el género, pero eso no quiere decir que no sea realista en cuanto a sensaciones, en físicas, comportamiento de los vehículos y otros aspectos. Y lo que más nos ha sorprendido, es un juego bastante exigente.
Tenemos mucha experiencia con juegos de conducción, y con los rivales en nivel medio, hacía mucho que no nos costaba tanto ganar una carrera. Los errores no se perdonan en DriveClub, y cualquier impacto con una valla, o salirse más de la cuenta del asfalto, se penaliza mucho, y hace que sea difícil remontar posiciones. Los circuitos, ya sean de un punto a otro del mapa, o más pequeños pero con varias vueltas, son complicados, y al no estar basados en trazados reales, son bastante imaginativos y con curvas realmente complicadas, muy retorcidas.
No hay ayuda visual a la trazada y frenada, esa línea de colores que se ha vuelto tan popular en los juegos de conducción, y nos encanta el inteligente sistema utilizado para indicarnos la dificultad de las curvas: unas banderolas de color verde, amarillo o rojo, que se ven a lo lejos, y que nos avisan de manera perfecta de la dificultad de la curva que nos vamos a encontrar. No valen de mucho las triquiñuelas, los atajos e intentar cortar circuito, el salirse del asfalto y pisar tierra, aunque sea poco, se penaliza con una reducción de velocidad muy notable, y debemos que permanecer siempre que podamos sobre el trazado. Es un juego que invita constantemente a jugar bien, de manera limpia.
Los rivales manejados por la CPU son competitivos, nos cierran, no temen el contacto, y son en líneas generales muy agresivos, y aunque el contacto lateral no se penaliza demasiado, tampoco conviene adelantar apoyándose en los rivales, ya que la perdida de velocidad no compensa. No hay daños mecánicos en los vehículos, solo visuales, pero como decíamos antes ya se castiga lo suficiente cualquier impacto, tras lo que es complicadísimo volver a colocarse en las primeras posiciones de la carrera.
Y aunque la cifra de coches no parece muy amplia, 50, estos están perfectamente diferenciados, no tiene nada que ver conducir uno u otro, algo que nos parece mucho más importante que una cifra enorme de vehículos que a la hora de jugar se sintieran todos iguales. Audi, Mercedes-Benz, BMW, Lotus, Aston Martin, Alfa Romeo, Ferrari, Maserati, etcétera, no falta ninguna gran marca, y encontramos desde coches "modestos" fáciles de conducir como un Renault Clio RS, hasta auténticas bestias indomables como el Pagani Huayra. Estamos ante los coches más detallados que se han hecho nunca para un videojuego de conducción, y no solo visualmente, también se ha trabajado muy duro en las físicas, con datos reales de los fabricantes, y el sonido, una auténtica gozada, con el ruido real de los motores, de lo mejorcito que hemos escuchado en juego de conducción alguno, muy contundente.
No hay ajustes mecánicos, ni personalización a las ayudas de la conducción, y quieren que todos compitamos en igual de condiciones. El que conducir sea accesible y fácil o más complicado y desafiante viene dado por el propio vehículo que elijamos, siendo muy difícil dominar los vehículos más potentes, con los que cualquier error se paga muy caro. Es un juego arcade pero con elementos más que evidentes de simulador, por el increíble cuidado con el que están realizados los vehículos y lo exigente que es ganar una carrera, una mezcla no muy habitual en el género pero que funciona muy bien en este caso.
A destacar la enorme cantidad de cámaras que tenemos para seguir la acción y sobre todo, la espectacular vista de cabina, con el interior de cada coche recreado con todo lujo de detalles, permitiéndonos incluso con el stick derecho mover la vista por el habitáculo. El movimiento de las manos y hasta los dedos por el volante, la suspensión del vehículo, la diferencia del sonido al estar dentro del vehículo, de lo mejorcito que hemos visto en este aspecto en un juego de coches, que va a encantar a los que les gusta jugar con esta vista.
Y como habéis podido ver por los últimos vídeos publicados, el aspecto gráfico cada vez luce mejor, y este tiempo extra del retraso le ha venido de maravilla para que sus creadores hayan aprendido a sacarle más partido a PlayStation 4. Su apuesta por los 1080p y 30fps, incomprendida por muchos que pedían los 60fps a toda costa, es defendida a capa y espada dentro del estudio, que se habían marcado como objetivo realizar los coches más detallados vistos nunca en un título de conducción, y vaya si lo han conseguido. Los méritos técnicos de DriveClub son muchos, y a veces se confunde el concepto fotogramas por segundo -fps- con sensación de velocidad, algo de lo que no carece este juego, ni mucho menos.
Puede que no sea tan espectacular visualmente como Need for Speed: Rivals, con sus efectos de lluvia, polvo y hojas, haciendo un uso intensivo de las partículas gracias al Frostbite 3, ni tiene "trucos" tan resultones como la luz del sol que nos ciega de manera un tanto exagerada en Forza Motorsport 5, pero técnicamente es mucho más meritorio ambos. Con un sistema de iluminación dinámica, que afecta a cada objeto del entorno, desde los vehículos y cada una de las partes de su carrocería, hasta una insignificante planta u hoja del árbol fuera del circuito, todo interviene en un complejo sistema de iluminación en el que incluso juegan su papel las nubes del cielo, que como nos enseñaron para nuestro asombro, están realizadas con volumen y sus propias físicas.
Podemos jugar a cualquier hora del día, con más o menos nubes, e incluso elegir a qué velocidad queremos que pase el tiempo, para ver en su máximo esplendor el sistema de iluminación. Por ejemplo en unos de los circuitos más largos en los que jugamos, la carrera empezaba totalmente de noche, y acababa de día, amaneciendo mientras jugábamos, algo francamente espectacular. Los daños en los vehículos, tanto en la chapa como la pintura, están realizados con enorme detalle, y los entornos son enormes y detallados, siempre en parajes naturales. También a destacar los breves tiempos de carga antes de cada carrera, 10-12 segundos -y eso que estamos ante una versión inacabada-, algo que se han preocupado mucho en optimizar para hacer que sea una experiencia ágil y dinámica en todo momento.
Como único pero, quizá a veces peca de ser demasiado sobrio, de tan realista que pretende ser por momentos llega a ser soso, y no le vendrían mal algunos filtros o efectos que lo hicieran, además de meritorio técnicamente, visualmente un poco más espectacular, ya que le falta un poquito de alma y personalidad. Algo en lo que debería fijarse en su primo inFamous: Second Son, menos meritorio -no hay paso del tiempo real- pero más impactante visualmente. Sí queremos destacar el sonido, genial, con el ruido real de los motores, tal cual, sin trampa ni cartón, como nos demostraron con un Ferrari real en el parking de Evolution Studios, para un par de minutos después escucharlo en el juego, y sonaba exactamente igual. También tendrá banda sonora, que gracias a Sony, nos han prometido que será muy potente, en cuanto a calidad y variedad.
Carreras de nueva generación
Se ha hecho de rogar, pero no parece que DriveClub vaya a decepcionar a los aficionados de los juegos de conducción, con una propuesta ambiciosa, bien pensada, completa y diferente a cualquier otro juego de coches que hayamos jugado hasta el momento. En un género que se promete competido en la recta final del año, DriveClub cuenta con su propia personalidad y una propuesta muy concreta, ir un paso más allá en la integración de las funciones sociales en un videojuego, y hacerlo parte de su ADN, y que no podamos ni queramos entender el juego sin esta característica.
Además de su edición tradicional a precio completo, llegará en una versión especial para los suscriptores de PlayStation Plus con 11 circuitos, 10 coches y acceso a todos los modos de juego, por lo que prácticamente todos los usuarios de PlayStation 4 podrán probarlo a fondo y saber si les gusta. Si es así, podrán convertir esta versión en el juego completo pagando 49,99 €. Estará disponible el 8 de octubre, y después de haberlo jugado bastante, nos ha dejado con ganas de mucho más, señal inequívoca de que estamos ante uno de los juegos más importantes de PS4 para los próximos meses.
