Guste más o menos, Dragon Ball Z: La Batalla de los Dioses es una de las películas más importantes de todas las que se han hecho sobre este legendario manga. Una cinta que, a diferencia de las anteriores, nos contó una historia canónica escrita por el mismísimo Akira Toriyama. Amplió el universo de la serie con un trasfondo más profundo y elaborado, introdujo el Ki divino y una nueva escala de poder con nuevas transformaciones, y nos presentó a dos de los mejores y más carismáticos personajes de toda la serie: Beerus y Whis.
Su éxito en taquilla dejó claro que el público tenía ganas de más Dragon Ball a pesar de los años que habían pasado desde su finalización, desatando una nueva era dorada para la licencia que ha desembocado en nuevas películas, videojuegos, productos de merchandising y ese fenómeno llamado Dragon Ball Super que tantas alegrías nos está dando a muchos desde que comenzó su remontada tras unos primeros episodios vergonzosos (os recordamos que su historia sigue adelante en el manga mientras seguimos esperando a que se anuncie una nueva temporada del anime). Os puede gustar o no esta nueva etapa, pero no se puede negar que la obra de Toriyama es ahora más popular que nunca.
Por ello, pocas dudas teníamos de que el primer contenido descargable de Dragon Ball Z: Kakarot iba a estar centrado, de una manera u otra, en abordar contenidos de Super, y para ello el punto de partida inicial estaba claro: La Batalla de los Dioses. Sin embargo, y a pesar de que Beerus, Whis y el Super Saiyan God son los grandes protagonistas de esta pequeña expansión, en CyberConnect2 han preferido inventarse una historia completamente original centrada única y exclusivamente en los elementos de combate del juego.
El poder de los dioses
Así pues, este DLC, bautizado como El despertar de un nuevo Poder - Parte 1, nos lleva al planeta de Beerus para entrenar con Whis y hacernos más fuertes. Por supuesto, el objetivo final de todo esto no es otro que poder hacer frente al Dios de la Destrucción y derrotarlo en un espectacular y desafiante combate para que no se aburra. Como veis, la premisa argumental no es más que una excusa para poner sobre la mesa un nuevo sistema de "farmeo" con el que subir niveles a toda velocidad y alcanzar el máximo posible, 250, sin apenas esfuerzo.
Un detalle muy interesante es que podemos acceder a este contenido descargable siempre que queramos, incluso si estamos al principio del juego, ya que hay diferentes niveles de entrenamiento, por lo que es perfectamente posible empezar una nueva partida, subir al nivel 250 y desbloquear todas las transformaciones antes de que las obtengamos siguiendo el curso normal de la historia, aunque no es algo que os recomendemos hacer.
Más allá de esto, Whis nos propondrá una serie de retos de dificultad creciente que podemos repetir tantas veces como queramos. En esencia, todos ellos consisten en enfrentarnos a él con Goku o Vegeta (no pueden ir en equipo) sin más cambios que su nivel, por lo que siempre sigue los mismos patrones y realiza los mismos ataques, independientemente de si tiene nivel 100 o 200. Para darle algo más de variedad a esta dinámica tan monótona, en cada entrenamiento nos propondrán una serie de tareas opcionales para obtener más recompensas, como vencer al ángel en un tiempo determinado o rematarlo con un ataque especial, aunque, si os somos sinceros, son tan anecdóticas que lo más recomendable y eficiente suele ser centrarse en ganar lo más rápido posible para que el "farmeo" nos salga rentable.
Cada vez que completemos un entrenamiento recibiremos unos objetos consumibles que nos darán muchísima experiencia, tanta que nosotros hemos conseguido subir a Goku del 100 al 250 en menos de una hora, mientras que con Vegeta no necesitamos ni 30 minutos para hacer lo mismo. La batalla contra el ángel del Universo 7 es muy fácil y puede superarse en apenas un minuto si tenemos la fuerza adecuada, por lo que todo esto se acaba convirtiendo en un mero trámite que repetir una y otra vez hasta llevar a nuestros héroes al máximo de sus posibilidades.
Además de los entrenamientos para subir de nivel, también existen unos combates especiales destinados a desbloquear las diferentes transformaciones de nuestros protagonistas, incluyendo una inédita en el juego: el Super Saiyan God. Para obtener este poder divino, deberemos luchar contra Beerus en un combate de nivel 100 muy sencillo y espectacular, y si lo conseguimos también podremos acceder a nuevas técnicas y potenciadores a desbloquear en el árbol de habilidades, aunque la cantidad de orbes que piden es altísima.
Por otra parte, la expansión también incluye un par de misiones secundarias (literalmente, solo hay una para Goku y otra para Vegeta) bastante pobres e insulsas, pero aquí el gran atractivo lo tenemos en la batalla final contra el Dios de la Destrucción, la mejor de todo el juego y con muchísima diferencia. Se trata de un combate repetible que está desbloqueado desde el principio, pero que no deberíais intentar hasta llegar al nivel máximo, ya que incluso así nos ha hecho sudar sangre.
A diferencia del resto de enfrentamientos del título principal, en este duelo nos impiden usar objetos y no podremos contar con la ayuda de ningún personaje de apoyo. Esto, que podría no parecer para tanto, cobra una nueva dimensión cuando nos damos cuenta que Beerus no para quieto, puede atravesar nuestros ataques y es capaz de quitarnos entre una y dos de nuestras tres barras de vida a poco que nos pille con algunas de sus técnicas. En cambio, el daño que podemos hacerle es relativo bajo, por lo que tampoco podemos confiar en soltarle nuestros movimientos más poderosos para acabar con él rápido.
Es la única batalla de todo Dragon Ball Z: Kakarot que nos ha obligado a jugar bien, a estudiar a nuestro oponente, a memorizar sus patrones, a buscar los huecos para pasar al ataque, a configurarnos adecuadamente a nuestros personajes y a sacarle partido a todas las herramientas que tenemos a nuestra disposición. Como os decimos, el salto de dificultad que hay aquí en relación al resto de contenidos de la aventura es gigantesco y la impresión general que hemos tenido es que en ningún momento nos han preparado realmente para este desafío.
En líneas generales se trata de una lucha que nos ha encantado. Nos lo hemos pasado genial intentando batir a esta deidad y la sensación de satisfacción que hemos tenido al hacerle morder el polvo tras varios intentos ha sido indescriptible. Eso sí, os avisamos que, al menos en PlayStation 4 Pro, hay momentos con graves problemas de rendimiento que pueden resultar muy frustrantes, con la imagen congelándose y dando saltos que nos impiden enterarnos de lo que está ocurriendo. Quizá el lanzar tres Genki Damas definitivas casi a la vez mientras Beerus inunda la pantalla de proyectiles y carga su bola de destrucción al mismo tiempo que el juego tiene que hacer cálculos de daño con cifras de varios millones tiene algo que ver, pero no por ello deja de ser un problema menos molesto. Por desgracia, la recompensa por superar semejante desafío dista de merecer la pena, restándole mucho atractivo a un reto que, en caso de ser aceptado, será más por orgullo personal que por cualquier otra cosa.
Un primer descargable escaso y poco interesante
No vamos a esconder que El despertar de un nuevo Poder - Parte 1 nos ha decepcionado un poco, ya que únicamente se limita a ofrecernos una nueva zona de entrenamiento, una nueva transformación y un gran enfrentamiento que si queremos afrontar con garantías nos obligará a pasar por un proceso de "farmeo" soso y aburrido. Al menos, la batalla final contra Beerus se erige fácilmente como la mejor y más desafiante de todo el juego, una línea que esperamos que continúen en próximas expansiones descargables, ya que nos ha hecho ver su sistema de combate con otros ojos y ha conseguido que sintamos la emoción y la tensión de un buen duelo como solo Dragon Ball sabe hacer. ¿Será Golden Freezer nuestro próximo rival a batir? ¡Pronto lo sabremos!
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