Este es un año muy importante para Call of Duty, ya que la saga regresa a la que fue una de sus entregas más queridas y aclamadas: Modern Warfare, reiniciando así un título que marcó a toda una generación y que ayudó a popularizar como ningún otro el juego online en consolas. Su beta multijugador ya nos ha demostrado las buenas intenciones que hay y lo divertido que puede llegar a ser liarse a tiros virtuales contra otros jugadores, pero una de las mayores incógnitas que rodean a la obra es su Modo Campaña.
Como sabréis, Call of Duty: Black Ops IIII decidió prescindir el año pasado de esta modalidad para centrarse únicamente en su multijugador, una decisión que no terminó de gustar a todo el mundo, por lo que esta vez se va a dar marcha atrás y podremos disfrutar de una completa experiencia para un jugador.
Una historia muy prometedora
Y no hablamos de cualquier campaña, ya que en Infinity Ward nos han prometido que es la más ambiciosa que han hecho jamás.
En el estudio son muy conscientes de lo mucho que significa Modern Warfare para los fans, por lo que su objetivo aquí es contarnos algo nuevo y que esté a la altura de la leyenda, pero sin traicionar la esencia del original.
Así pues, esta vez su guion nos llevará a participar en una compleja operación a escala mundial para detener a una peligrosa organización terrorista que pretende usar un gas letal en algunas de las ciudades más importantes del planeta.
Dada la escala de la amenaza, la historia se nos narrará desde el punto de vista de tres personajes distintos: el sargento Kyle Garrick del grupo de élite de soldados de las fuerzas especiales internacionales Tier 1, Alex, un agente de la CIA, y Farah, la líder de un grupo de guerrilleros rebeldes de un país de Oriente Medio. Por supuesto, uno de los grandes protagonistas volverá a ser el carismático capitán John Price, aunque no será jugable en ningún momento y se trata de alguien completamente nuevo, ya que, al igual que la historia, ha sido reiniciado, aunque su personalidad y forma de ser parecen intactas por lo poco que hemos visto hasta el momento.
Un detalle que nos ha resultado muy interesante es que dependiendo del héroe al que controlemos, la experiencia será considerablemente distinta, ya que cada uno de ellos tiene acceso a unos recursos distintos. De este modo, con Kyle dispondremos de un equipamiento puntero repleto de gadgets que hacen uso de la tecnología más puntera, así como de armas muy sofisticadas y precisas.
En cambio, Alex y Farah participarán en misiones donde solo podrán utilizar las pocas armas con las que hayan podido hacerse, de menor calidad y más toscas. Y, especialmente en el caso de la líder rebelde, no contéis con prácticamente ningún artilugio.
Según nos contó Taylor Kurosaki, el director de la campaña, una de las mayores obsesiones que han tenido con esta entrega es hacer que todo sea lo más realista posible, por lo que han contado con el asesoramiento de dos antiguos miembros de los Navy Seals para hacer que las situaciones que vivamos sean creíbles.
Como ejemplo de ello nos mostraron una breve misión en la que un pequeño equipo capitaneado por Kyle y Price se infiltra en un edificio londinense a oscuras utilizando sus gafas de visión nocturna. Allí reside parte de una célula de la organización terrorista que tendremos que perseguir, así que el objetivo no era otro que el de acabar con ella.
Su desarrollo no se sale de lo que ya hemos visto numerosas veces en la serie: vamos siguiendo a nuestros compañeros y a medida que avanzamos se van activando múltiples scripts, con enemigos saliendo de las puertas y apareciendo desde los sitios más insospechados.
Sin embargo, hay un detalle muy interesante en esta misión, y ese es el comportamiento de los terroristas, ya que, por lo general, no todos se lanzarán a por nosotros a lo loco e intentarán engañarnos y despistarnos, ya sea haciéndose pasar por rehenes, suplicando por su vida con un bebé en los brazos, pidiéndonos que no disparemos para, acto seguido, intentar agarrar un arma y acabar con nosotros, etcétera.
Esto, además de darle una mayor credibilidad a lo que vemos, también ayuda a aumentar la tensión, con unos rivales que juegan al despiste y que nos harán dudar de cuándo apretar el gatillo, una decisión que si tardamos en tomarla puede acabar con consecuencias fatales para nosotros.
De hecho, el título promete ser muy crudo y ya nos han adelantado algún que otro momento que no dudamos que va a generar polémica en ciertos círculos. A fin de cuenta, estamos hablando de un juego que busca representar el horror de la guerra moderna con armas tan terribles como las bioquímicas, así que podemos dar por hecho que el gas letal de los terroristas va a protagonizar alguna escena de difícil digestión para muchos.
Lo que no cabe duda es que va a ser una campaña muy cinematográfica y ambiciosa que va a seguir muy de cerca la fórmula habitual de la serie, aunque esta vez va a tener una narrativa mucho más elaborada y compleja, intercalando numerosos vídeos de gran calidad con lo que viviremos directamente jugando.
El regreso de un clásico
Call of Duty: Modern Warfare apunta alto y busca convertirse en uno de las mejores entregas de toda la saga. A día de hoy no vemos tan descabellado que pueda conseguir este objetivo, ya que el multijugador ha demostrado ser pura diversión y la campaña tiene una pinta realmente interesante, al menos en lo que a narrativa y puesta en escena se refiere. Además, a todo esto tenemos que sumarle la inclusión, por primera vez en la serie, de juego cruzado entre todas las plataformas y la ausencia total de un Pase de Temporada, con contenidos que llegarán de forma gratuita para todos los jugadores. ¿Estará a la altura del icónico juego de 2007? El 25 de octubre lo sabremos.
Hemos realizado estas impresiones tras haber asistido a un evento de presentación en Londres al que fuimos invitados por Activision.