Activision e Infinity Ward nos han permitido probar el modo multijugador de Call of Duty: Modern Warfare, el reinicio de la subsaga más popular de Call of Duty que, al menos por lo que hemos podido probar en Los Ángeles, tiene papeletas para convertirse en el gran salto que la saga lleva demandando durante mucho tiempo.
En las próximas líneas vamos a contaros algunas de las novedades a nivel jugable que nos hemos ido encontrando en nuestras primeras partidas en el multijugador y que creemos que van a ser del agrado de muchos de vosotros.
Gameplay comentado
Una experiencia unificada y sin Season Pass
Una de las primeras características de Mordern Warfare que Infinity Ward quiso dejar clara antes de que comenzásemos a jugar a esta nueva entrega es que va a ser un título muy unificado, tanto por las diferentes plataformas de juego (con su crossplay) como por sus tres pilares: Campaña, Multijugador y Spec Ops (Cooperativo).
Vamos a comenzar por el crossplay, algo que ya habían anunciado hace algún tiempo y que nos permitirá disfrutar de partidas con jugadores de PC, PS4 y Xbox One, con la única "discriminación" de separar a los jugadores que utilicen mando de los que utilicen teclado y ratón, algo bastante lógico para mantener el equilibrio del juego.
En cuanto a unificar la experiencia en los modos de juego, Infinity Ward aclaró que la progresión de las armas, niveles u otras características se compartirá las distintas vertientes de Modern Warfare. Por ejemplo, si queremos ir desbloqueando nuevos accesorios para el AK-47 podremos hacerlo tanto jugando en el modo multijugador como en la campaña o en el cooperativo, compartiendo el progreso entre los tres pilares de este nuevo Call of Duty.
Otra de las novedades más importantes es que, este año, Activision va a cambiar el modelo de negocio y va a renunciar al Season Pass, ofreciendo los nuevos mapas o modos de juego de forma completamente gratuita para que todos los jugadores tengan la oportunidad de disfrutar del mismo contenido. Además, también son conscientes de la necesidad de mantener el juego vivo con nuevas características, modos y distinto contenido a lo largo del tiempo, asegurando que podremos contar con no pocas sorpresas durante los meses posteriores al lanzamiento del juego.
Un Call of Duty táctico y realista
Ya metidos en nuestra partida no tardamos en darnos cuenta de que este Call of Duty: Modern Warfare es el más táctico y realista que hemos visto en la saga hasta la fecha priorizando, y mucho, el trabajo en equipo, el uso de las utilidades y realizar buenas tácticas para lograr cumplir con los objetivos de cada mapa.
Sin ir más lejos, un aspecto que llama mucho la atención de esta nueva entrega es la forma en la que podremos interactuar con las puertas para asaltar un edificio, pudiendo abrirlas, abrirlas de golpe como si las empujásemos o les diésemos una patada, entreabrirlas para lanzar alguna granada cegadora o de fragmentación o, directamente, utilizar una carga explosiva para abrirla de forma brusca, todo ello con las diferentes variantes tácticas de cada situación.
Otra característica muy interesante del juego la encontramos en el diseño de mapas que en esta ocasión es asimétrico y que se basa más en contar con diferentes zonas que son extremadamente valiosas a nivel táctico por ofrecer un buen puto de defensa, un gran lugar para un francotirador u otras pesquisas que hacen que tomar su control sea muy interesante en muchos de los modos del multijugador.
A esto hay que sumar la ausencia del mini mapa a excepción de cuando tenemos activado un UAV para detectar los movimientos del enemigo. Esta ausencia hará que debamos tener mucho más cuidado a la hora de desplazarnos por el mapa y que tengamos que estar más atentos a los sonidos y a nuestra vista para detectar a nuestros enemigos con antelación y obtener una ventaja en el combate.
Además, como no podía ser de otra forma hay numerosas modificaciones en las armas que hacen que la riqueza del juego aumente sobremanera y de las que os vamos a hablar en profundidad justo en las próximas líneas.
El poder está en tu arma
Sin duda, uno de los mayores avances que hemos visto en esta nueva entrega de Call of Duty los encontramos en las armas, en su personalización y en todos los cambios que han sufrido para ofrecernos un juego mucho más realista.
Todo el sistema de armamento ha sido reconstruido desde cero para la ocasión, modelando de nuevo cada arma, trabajando en un mayor número de animaciones que se aprecian a simple vista en cuanto comenzamos a jugar y, por supuesto, también rehaciendo el distinto retroceso de cada arma.
Algo que notamos al instante es el aumento de la velocidad de recarga, poniendo el arma en diagonal y recargándola rápidamente, tal y como un auténtico soldado de las fuerzas especiales haría en la realidad. Además, también se ha añadido una nueva forma que nos permite recargar mientras estamos apuntando con la mirilla, sin perder de vista el enemigo o la zona del mapa que estamos cubriendo, estando listos para abrir fuego en cualquier momento.
Tras esto, lo siguiente que hemos notado es un comportamiento mucho más realista de las armas, tanto en las animaciones anteriormente mencionadas como en su retroceso, contando con un "recoil" bastante agresivo dependiendo con qué arma y accesorios estemos jugando y haciendo que sea bastante interesante el disparar ráfagas cortas si no tenemos mucha precisión, no dominamos el retroceso del arma en cuestión o si estamos muy lejos del enemigo ya que una ráfaga de disparo larga a mucha distancia no acertará ni a un hipopótamo en un pasillo.
Otro aspecto al que habrá que acostumbrarse y que nos ha gustado en nuestro primer contacto con el multijugador es la posibilidad de apoyar las armas en salientes u otras superficies para disminuir el retroceso o para asomarnos levemente para cubrir un pequeño ángulo, algo que nos va a dar muchas opciones a nivel jugable sobre todo en modos en los que haya que defender ciertos puntos.
Además de todo esto también se ha trabajado en dotar al juego de un sistema de penetración de balas realista, con un sistema basado en físicas que tiene en cuenta tanto el calibre del arma como su potencia de fuego, sus accesorios, la distancia del disparo y la superficie que vamos a atravesar para intentar matar a un enemigo a través de una pequeña pared metálica o de madera con un comportamiento muy realista tal y como pudimos sentir mientras jugábamos nuestras partidas en el juego y matábamos a algunos enemigos de esta forma.
Todas estas novedades llevan, claro está, sin perder el gran sistema de apuntado de Call of Duty que sigue siendo tan cómodo y fluido como siempre y que hará que, los viejos jugadores de la saga se sientan como en casa a pesar de tener que adaptarse a las nuevas características del juego. En nuestro caso hemos estado realmente cómodos apuntando y moviéndonos con precisión con nuestro teclado y ratón disfrutando de la versión del juego en PC.
Por último, queremos destacar el sistema de personalización de las armas, que nos permite adaptar todas y cada una de ellas a nuestro estilo de juego, pudiendo retocar la bocacha, el cargador, la culata, añadir otros agarres, escoger entre diferentes miras y otras características pudiendo añadir un máximo de 5 modificaciones a cada arma.
Todos y cada uno de estos cambios se notan a nivel jugable y hemos sentido las diferencias entre personalizar la misma arma con diferentes accesorios, buscando en una ocasión obtener la máxima precisión posible mejorando el retroceso de forma drástica mientras, en otra ocasión, buscamos aumentar sobremanera el daño del arma, notando como se echaba a perder de forma bastante contundente la precisión de esta.
Vuelven las rachas de bajas
Las ya más que conocidas rachas de bajas de Modern Warfare estarán presentes en esta nueva entrega en forma de paquetes de ayuda, helicópteros, aviones y, como una de las principales novedades, un carro de combate ligero que podremos utilizar cuando hayamos conseguido 7 bajas, permitiéndonos además que un segundo jugador se suba a la torreta para disparar la MG de 50mm que se encuentra en la parte superior.
Otra de las nuevas rachas de bajas es Fósforo Blanco, que cubre el campo de batalla con un humo blanco que aturde e incluso quema al enemigo. Por último, entre las nuevas rachas de bajas también se encuentra un poderoso traje Juggernaut.
Además de estas rachas de bajas que conseguiremos, como siempre, matando enemigos sin morir, tendremos una nueva utilidad extra que podremos utilizar llenando una barra de energía que aparece en la parte inferior derecha de la pantalla, justo entre los símbolos de la munición y las granadas y las rachas de bajas.
Esta barra se va llenando a medida que conseguimos objetivos como matar a un enemigo o capturar una zona. Cuando lo hace podremos utilizar diferentes "habilidades" como la de activar un radar para localizar enemigos o soltar una caja de munición con la que reabastecer a nuestros compañeros.
La noche más oscura que cambiará Call of Duty
Una de las cosas que nos han sorprendido para bien en este Modern Warfare es la posibilidad de jugar los mapas en un modo nocturno en el que la visibilidad estará tremendamente reducida, casi obligándonos a utilizar la visión nocturna.
Las variantes tácticas en este nuevo modo de juego son aún mayores porque tendremos que escoger si merece la pena apuntar con nuestras armas, ya que el enemigo podrá detectar nuestra presencia con el láser equipado en ellas (que se despliega al apuntar), o incluso entre usar o no esta visión nocturna, ya que por ejemplo podremos ser cegados de forma bastante "molesta" si nos arrojan un cóctel molotov o nos apuntan de forma directa con una fuente de luz.
Esta vertiente nocturna destaca, sobre todo, en el modo "hard" del juego, con ausencia total de interfaz que hace que estar pendiente de los láseres, de la iluminación y de todos los pormenores, ventajas y desventajas de tener la visión nocturna y los láseres activados o desactivados cobren especial importancia ofreciéndonos una experiencia única, desafiante y muy divertida tal y como pudimos probar en el evento, siendo la única duda el saber en cuántos mapas estará disponible este "modo nocturno".
Una gran variedad de modos de juego y mapas con capacidad para batallas de 20 contra 20
Durante nuestra prueba hemos podido jugar en diferentes mapas y modos de juego que, al menos de buenas a primeras, nos han dejado un gran sabor de boca junto a todas las modificaciones de Call of Duty: Modern Warfare a nivel jugable.
En líneas generales hay tres grupos de mapas en Call of Duty, los de tamaño reducido pensados para el nuevo modo 2 Vs. 2 que mostraron hace unas semanas, los mapas estándar pensados para enfrentamientos de equipos de 6 jugadores, y unos nuevos mapas gigantes que nos permiten enfrentar hasta a dos equipos de 20 jugadores y en los que podremos incluso utilizar vehículos como los quad para desplazarnos por ellos con mayor velocidad.
En nuestra prueba hemos podido jugar a los mapas Gun Runner, Hackney Yard, Azhir Cave y Aniyah Palace (siendo este último el de mayor tamaño y en el que pudimos enfrentarnos en un combate de 10 Vs. 10) y todos ellos nos han parecido contar con un diseño más que acertado, divertido y con zonas de lo más interesantes que habrá que aprender a explotar en un futuro. Eso sí, si tuviéramos que quedarnos con un par de ellos creemos que Aniyah Palace y Azhir Cave van a ser dos de los mapas preferidos por los jugadores de Call of Duty.
Pasando a los modos de juego pudimos disfrutar de clásicos como Combate a Muerte Por Equipos, Ciber Ataque (que en este caso es una variante del clásico modo bomba) y Dominación, todos ellos tan divertidos y entretenidos como siempre y a los que les sienta extremadamente bien las nuevas variantes tácticas y realistas de este Call of Duty.
Un salto también a nivel técnico
Si nos fijamos en el nivel técnico del juego, nuestras primeras sensaciones son las de haber un salto notable tanto en la calidad gráfica como sonora, algo que se puede ver de forma bastante evidente en las texturas y en los diferentes efectos como las explosiones, el humo que sale de las armas, los fogonazos, los diferentes detalles de los mapas…
Mientras jugamos en PC el rendimiento fue bueno, sin bajones de cuadros por segundo, aunque, por desgracia, no podemos deciros la configuración gráfica del juego ni el equipo en el que lo estuvimos jugando, aunque sabiendo que detrás de la versión de PC, además de Infinity Ward, vuelven a estar Beenox y Blizzard estamos convencidos de que su rendimiento en la versión final será bastante sólido tal y como era en Black Ops 4.
Algo que queremos destacar y que nos ha sorprendido más son todos los retoques a nivel sonoro del juego, que se notan desde el ruido que hacemos al pisar en diferentes tipos de terreno hasta en distintos ruidos de las armas como el seguro, el clac del cargador al introducirlo en el arma o los sonidos de los disparos, todos ellos grabados de forma independiente con cada arma dando al juego un acabado mucho más realista amén de ser un factor fundamental para detectar los movimientos de nuestros enemigos.
Por último, queremos destacar que la versión de PC contará con algunas mejoras como tecnología Ray Tracing o con los siempre demandados servidores dedicados que tanto pide la comunidad de PC.
Una primera toma de contacto brutal
Tras probar el multijugador de Call of Duty: Modern Warfare durante unas horas no podemos estar más contentos con la nueva obra de Activision e Infinity Ward que puede significar un nuevo salto de calidad en la saga Call of Duty en el momento en el que probablemente más lo necesitaba.
Las sensaciones tan adictivas de los viejos CoD siguen ahí, pero a ellas hay que sumarles un nuevo ritmo, algo más lento y táctico, así como numerosas mejoras a nivel jugable que comienzan a notarse desde la primera partida y a las que habrá que acostumbrarse cuando podamos dedicar muchas más horas al juego pero que, al menos de momento, no han podido dejarnos mejor sabor de boca.
El comportamiento de las armas y las posibilidades de personalizarlas son, sencillamente, fabulosos y lo hemos pasado como auténticos enanos buscando la configuración del arma más afín a nuestro estilo de juego, así como disparando, sintiendo su nuevo retroceso o utilizando el nuevo sistema de recarga o los nuevos sistemas de carrera.
Como es lógico, hay que esperar a que los jugadores aprendan a utilizar las nuevas mecánicas de juego y se adapten a este nuevo ritmo para ver cómo las nuevas características afectan a la forma de jugar a Call of Duty pero nosotros creemos, al menos tras estas primeras horas, que este Modern Warfare puede suponer un punto de inflexión en la saga dando un salto a nivel jugable en Call of Duty que no veíamos desde el lanzamiento del primer Modern Warfare allá por el año 2007.
Hemos de esperar a jugar mucho más al multijugador y a probar la campaña y el cooperativo para sacar conclusiones, pero, al menos de momento, tenemos muchas ganas de poder volver a sentir la llamada del deber el próximo 12 de septiembre, día en el que podremos disfrutar de su beta abierta.
Hemos escrito estas impresiones tras probar el juego en un evento en Los Ángeles al que hemos sido invitados por Activision.