Ver un juego casi desde el comienzo es muy interesante, porque compruebas como va creciendo y evolucionando. Hace poco, en los Daedalic Days, hemos podido probar AER, una aventura de exploración en tercera persona que transcurre en parte entre las nubes. El lanzamiento está previsto el año que viene, de manera que apenas se trataba de un prototipo, pero los primeros vuelos y lo que hemos visto nos ha dejado buenas sensaciones sobre este trabajo del joven equipo sueco Forgotten Key.
Auk es una joven que ha nacido con el don de transformarse en un gigantesco pájaro y volar. En su pueblo hay gente con habilidades, pero la de volar es de las menos habituales, de forma que aquellos que la tienen deben emprender un peregrinaje por las tierras de los dioses antiguos, islas flotantes a las que los demás no pueden acceder, para que siga los pasos de una leyenda que salvó al mundo y cuyos pedazos están desperdigados por el mundo.
Una vez que el jugador conozca esta historia y se familiarice con las mecánicas tendrá ante sí un mundo abierto por recorrer. En lo que vimos había entre 20 y 30 islas pero Robin Hjelte, director de Forgotten Key, nos dijo que en la versión final del juego habrá entre 10 y 13 veces más islas. Es impresionante si pensamos que en el estudio trabajan sólo seis personas.
El aspecto de la protagonista recuerda a las más conocidas culturas nativas americanas, tanto a las de los pueblos del norte como a mayas o aztecas. Los escenarios abiertos que vimos recuerdan a los bosques norteamericanos. Hjelte sostuvo que también hay influencias asiáticas y han mezclado culturas europeas. "porque hemos tomado lo que más nos gusta y hemos intentado darle un aire diferente. Es un mundo de fantasía, pero no de la fantasía que estamos acostumbrados a ver", afirmó.
Auk lleva dos rodetes adornados con cintas, pañuelo al cuello y fajín suelto sobre los pantalones. El movimiento de esta última prendas y esa sensación de estar viviendo una experiencia más que progresar no es lo único que recuerda a Journey.
No habrá enfrentamientos directos con los enemigos
Hjelte cuenta que no habrá ataques contra los enemigos, los guardianes del pasado, porque el estudio quiere evitar la violencia directa "porque no creemos que aporte nada a la experiencia", dice, por lo que Auk utilizará el sigilo, aunque aún están valorando si utilizarán tácticas distractorias para evitar a los enemigos o emplearán otra estrategia.
El punto de partida de AER fue la necesidad de transmitir el sentimiento de la exploración y de encontrar cosas, y esto llevó a pensar en un mundo abierto, después llegaron la historia con el concepto de ir encontrando piezas pequeñas que tienes que unir en tu mente. De ahí que Auk deba recoger las piezas por las islas, pero sin un orden concreto. No habrá historia lineal, prometió Hjelte.
Aunque se trata de un mundo abierto y el jugador tendrá libertad, el juego no le dejará que se sienta perdido. En las islas habrá inscripciones que le darán información, así como tribus nómadas, animales salvajes, restos de antiguas civilizaciones y espíritus animales (que se han transformado debido al contacto con la magia del lugar) que le darán a Auk claves útiles para su búsqueda.
Vimos uno de esos espíritus, un zorro de dos colas, antes de entrar en un templo de una civilización antigua. También habrá probablemente un diario que sirva de guía, aunque el jugador tendrá total libertad para explorar por su cuenta, aseguró Hjelte.
Lo que nos dijo el director del estudio que no habrá es una ciudad como tal. La razón es que las islas son la tierra de los dioses, allí hay templos y es un lugar sagrado, de ahí que la gente no quiera habitar en ellas. Sí ruinas de la antigua civilización y un pequeño asentamiento con un puñado de personajes del que parte el peregrinaje de la protagonista.
Una lámpara para ver recuerdos del pasado
La habilidad de convertirse en pájaro de Auk no funciona dentro de los templos "por razones de mecánicas y de la historia" justificó Hjelte, y probablemente tenga que ver el hecho de que Auk lleva una lámpara que ilumina su camino, en el que es encuentra con alguna plataforma y puzles. Esa lámpara le permite ver recuerdos del pasado.
No pudimos ver cómo será el lugar ya que no tenía texturas, pero Hjelte nos ayudó a imaginarlo al explicar que quieren transmitir la sensación de que los templos vuelven a la vida con Auk después de mucho tiempo abandonados. Todo el mundo del juego responderá a la presencia del jugador, los árboles, los animales...
Para el resto del juego el estudio pretende que los jugadores utilicen a menudo la metamorfosis en pájaro, "que sea como un juguete", dijo Hjelte, de modo que podrías estar volando todo el tiempo. Durante el vuelo también puede suceder algo, como que aparezcan otras aves a tu lado para indicarte un camino o que entres en un tunel de viento que te impulse más rápido.
Primero Auk salta pulsando X y volviendo a apretar este botón se transforma en un ave grande y estilizada que, sin embargo, transmite sensación de fuerza. El círculo sirve para mover las alas y acelerar y los gatillos sirven para acelerar o frenar en los giros. Es sencillo de controlar y muy agradable.
Pese a lo temprano del desarrollo Auk se mueve con encanto, vuela con estilo y suavidad y las animaciones son excelentes. Sería genial que la música que escuchamos en el prototipo sea definitiva. En los exteriores era inspiradora y alegre, basada en la cuerda, tal vez un banjo, y en el templo era más misteriosa. Hemos visto algún vídeo anterior a este prototipo y la mejora es muy evidente. Sin duda, hay que segur la pista a estar propuesta sueca.
AER tiene previsto el lanzamiento en Pc, Mac, Linux, PS4 y Xbox One en 2016.
